ᴠᴇʀꜱÍᴄᴜʟᴏ 5

829 113 14
                                    

Conejita

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Conejita.

Me acosté en la cama boca arriba, mirando el techo de esta solitaria cabaña, el silencio siempre había sido mi acompañante en mi anterior vida, siempre me había guiado a través de cada camino de ella.

Pero cuando entre en esta vida, ya no estaba sola la mayor parte del tiempo, Percy siempre está rodeandome a cada instante, revisando si estoy triste o feliz, Sally fue igual siempre protegiéndome, diría que hasta más que a Percy.

Escuche un ruido, el chapoteo del agua, me senté en la cama, viendo como de la fuente salía un hombre que yo ya conocía muy bien, no esperé que hablara y cuando salió del agua, me puse de pie y camine hasta llegar a él, me acurruque en su cuerpo como lo hacía cuando era niña.

Escuché su suspiro cargado de estrés, mi mejilla se frotó contra su pecho mientras sus manos iban a mi cabello acariciándolo. Oh, había pasado algo de tiempo desde que lo vi, quizás dos años o más, no recuerdo muy bien, es difícil cuando los recuerdos son algo borrosos en mi mente.

Nunca fui fan de Poseidon ni en los libros ni en la historia, pero segun lo que pude ver de mis recuerdos siempre ha intentado ser un padre presente en esta versión, incluso con Percy a quien le hacía leves bromas con el agua, cosa que al principio molesto a mi hermano menor al no entender que sucedía hasta que le explique el porqué de las cosas.

—Bien mi princesita—Susurro alejando mi rostro de su pecho—?¿Te gusta el campamento?

—Si, pero estoy preocupada por mamá.

—Sally es una mujer fuerte, increíblemente inteligente, ella estará a salvo.

—Pero Percy...

Me interrumpió.

—Percy es fuerte, ambos son hijos míos y de Sally, tienen su inteligencia y mi fuerza de su lado, no hay nada que no puedan hacer.

—¿Cómo están las cosas, papá?

—Tensas, Zeus está seguro de que ustedes robaron su rayo para dármelo.

—Pero eso es algo estupido, nosotros no haríamos eso.

—Lo se mi princesita.

—No me gusta que hablen mal de mi hermano y de mi.

—No volverán a hacerlo, no te preocupes por eso.

Beso mi frente y acaricio mi mejilla, observe sus ojos, él y Percy tienen unos ojos muy parecidos.

—Y deja de fumar, Merlia.

—Ya se acabaron.

...

Me reí levemente mirando a Silena, estábamos un poco apartadas junto con algunas de sus hermanas, los demás estaban en el comedor o en entrenamiento, pero nosotras estamos chismeando sobre el campamento.

ᴇɴᴛʀᴇ ᴅᴏꜱ ᴍᴜɴᴅᴏꜱ| ᴰⁱᵒⁿⁱˢⁱᵒ ᴰ'ᴼˡʸᵐᵖᵘˢDonde viven las historias. Descúbrelo ahora