ᴄᴀɴᴛᴏ 10

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"I could be a Good Mother"

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"I could be a Good Mother"

—¿Qué?

—¿Te sientes bien, Lia?

—Obvio, no me ves.

Me sostuve del retrete con fuerza al sentir otra arqueada, Apolo hizo una mueca de asco pero acaricio mi espalda con afecto.

—Si, no te veo. Estás casi dejando un riñón en el retrete.

—No es mi culpa.

—No he dicho que lo seas.

—¿Qué fue lo que viste?

Apolo había llegado al templo esta mañana un poco alterado respecto a una visión que tenía, pero no había dejado de dar rodeos sobre el tema y hablar de otras cosas.

Hasta que sentí el olor de su perfume y casi le vomito arriba al olerlo de cerca.

—Te dire cuando te sientas mejor, Lia.

—En este ritmo nunca.

Después de varios minutos, Apolo me ayudó a enjuagar mi boca y a llegar hasta la sala, aunque tuvo que alejarse rápidamente al ver que su perfume volvió a causar náuseas.

El pobre Apolo se sentó en el otro extremo de la sala, mientras Henia me traía agua y un poco de alcohol para aliviar el malestar. Dionisio llegó poco después, y alzó una ceja al ver la expresión de cachorro abandonado en el rostro de Apolo y cómo este estaba sentado a varios metros de distancia de mí.

—¿Por qué el "solecito" no está invadiendo tu espacio personal, amor? —Preguntó Dionisio, con una sonrisa burlona.

—Su perfume me da asco

—Además, no quiero que mi aroma celestial contamine su aura de vómito.

Dionisio soltó una carcajada, mientras yo le lanzaba una mirada cómplice a Apolo, quien se encogió de hombros con una sonrisa traviesa.

—¿Qué sucede, amor? ¿Te ha caído mal la comida? —preguntó Dionisio, mirándome con preocupación.

—Creo que sí, aunque el perfume de Apolo no ayuda —respondí, haciendo una mueca de disgusto.

Apolo soltó un grito dramático de ofendido, levantando las manos al cielo.

—¡Oh, pobre de mí! —Exclamó—. Aquí estoy, intentando ser un rayo de sol en tu vida, ¡y tú solo me lanzas sombra!

Dionisio soltó una risa, mientras yo le lanzaba otra mirada de complicidad a Apolo, quien rodó los ojos con diversión.

—¿Quieres ir al médico?

—Tenemos al Dios de la medicina aquí—Dije riendo—Es buen momento para que enseñes tus dotes, Apolo.

—¡Ja, bien! —Exclamó Apolo, chasqueando los dedos con entusiasmo—. Verás de qué está hecho tu mejor amigo.

ᴇɴᴛʀᴇ ᴅᴏꜱ ᴍᴜɴᴅᴏꜱ| ᴰⁱᵒⁿⁱˢⁱᵒ ᴰ'ᴼˡʸᵐᵖᵘˢDonde viven las historias. Descúbrelo ahora