ᴇᴘɪʟᴏɢᴏ

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"Merlia Reah Jackson, la mujer que fue amada y amo"

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"Merlia Reah Jackson, la mujer que fue amada y amo"

El sol se alzaba majestuoso en el horizonte, pintando el cielo con tonos dorados y rosados mientras se preparaba para presenciar uno de los eventos más importantes en la vida de Merlia Jackson y Dionisio, el dios del vino. La brisa suave de la mañana acariciaba el ambiente, llevando consigo el aroma de las flores frescas y la promesa de un día lleno de amor y celebración.

El lugar elegido para la boda era un prado pintoresco en la Tierra, un lugar que había sido testigo de momentos de alegría y tristeza para la pareja. Justo allí, donde lanzaron globos en honor a la memoria de su primer hijo, ahora se levantaba un altar adornado con enredaderas de vid y flores silvestres, creando un escenario de ensueño para la ceremonia.

Los dioses del Olimpo se congregaban alrededor del prado, sus figuras majestuosas resplandeciendo bajo la luz del sol. Zeus y Hera presidían la ceremonia, mientras que los demás dioses ocupaban sus lugares con solemnidad y emoción en sus rostros.

En un rincón del prado, las Musas se preparaban para entonar melodías divinas que llenarían el aire con su dulce armonía. Sus instrumentos, tallados con esmero por Hefesto, brillaban bajo los rayos del sol mientras afinaban sus cuerdas y ajustaban sus arcos, listas para acompañar la ocasión con música celestial.

Mientras tanto, en un dosel adornado con encajes y flores, un grupo de diosas se reunía alrededor de Merlia para ayudarla a vestirse y arreglarse para su gran día. Sally, la miraba con ternura mientras Afrodita, la diosa del amor y la belleza, le ofrecía suaves consejos sobre su peinado y maquillaje.

Artemisa, la cazadora, colocaba con cuidado una corona de flores en la cabeza de Merlia, mientras Thalia y Annabeth, las hijas de Zeus, ajustaban los pliegues de su vestido, asegurándose de que cada detalle estuviera perfecto para su caminar hacia el altar.

La decoración del lugar era una sinfonía de colores y texturas, con guirnaldas de uvas y hiedra entrelazadas entre los árboles, y un mar de flores blancas y doradas que inundaban el prado con su fragancia embriagadora. Las mesas estaban decoradas con centros de mesa de cristal llenos de pétalos de rosa y velas centelleantes, creando una atmósfera íntima y romántica para la celebración.

A medida que la hora de la ceremonia se acercaba, la emoción y la anticipación llenaban el aire

Mientras las diosas terminaban de arreglarla, Merlia no pudo evitar sentir un nudo en el estómago. A pesar de su emoción por casarse con Dionisio, los nervios la embargaban.

—¿Estás bien, querida?—Preguntó Afrodita, notando la tensión en los hombros de Merlia.

Merlia respiró hondo, tratando de calmar sus nervios.

—Sí, estoy bien. Solo un poco nerviosa, supongo. Este es un gran paso, ¿no?

Afrodita le sonrió con dulzura.

ᴇɴᴛʀᴇ ᴅᴏꜱ ᴍᴜɴᴅᴏꜱ| ᴰⁱᵒⁿⁱˢⁱᵒ ᴰ'ᴼˡʸᵐᵖᵘˢDonde viven las historias. Descúbrelo ahora