"Al nacer, el universo tuvo su momento estelar: las flores se inclinaron, el cielo se aclaró, los pajaritos entonaron su melodía más hermosa y el sol brilló con más fuerza. Según mamá, todo esto sucedió gracias a mi llegada, ¡y quién soy yo para con...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
"Gatito"
—No es tan malo—Susurre acariciando su cabello—Solo serán unos días.
—Donde cualquier cosa puede ocurrir.
—No me pasara nada, soy fuerte.
—Eres fuerte, lo sé, pero eso no evita que me preocupe por ti.
—Dionisio—Murmure alzando su cabeza para ver su rostro, el cual estaba escondido en mi pecho, acarició sus mejillas con suavidad—Confía en mí, todo estará bien.
—No me gusta como suena esto—Se quejo besando mis labios cortamente—Y no me gusta que estés lejos de mi.
—No seas caprichoso. Artemisa está en peligro, al igual que Annabeth.
—Lo se, lo se.
—Volveré antes de que comiences a extrañarme.
—Ya te extraño.
Rei besando su nariz y luego sus mejillas, estábamos en su habitación, después de que todos se marcharon Dionisio casi me obligo a quedarme con él hasta el amanecer, argumentando que no nos veríamos por unos largos días.
Mi hombre se removió levemente arriba de mí, rozando mis pechos y dejé escapar un quejido bajo que llamó su atención.
—¿Qué sucede?
—Mi periodo está por llegar, mis pechos están muy sensibles.
Sus manos subieron lentamente hasta sostener con cuidado mis pechos, suspire al sentir como sus manos comenzaban a masajear lentitud, el muy desgraciado estaba aprovechándose de la situación.
—Quizás esto pueda ayudar—Susurro alzando mi blusa y quitando mi brazier, mis pechos quedarán a la vista, pero él no se lo pensó dos veces antes de volver a poner sus manos en ellos—Son tan lindos.
—Dionisio...
—Solo quiero hacerte sentir bien, amor.
Me estremecí por completo al sentir como adentro uno de mis pezones a su boca, mi mano fue de inmediato a su nuca sosteniendo sus cabellos con fuerza.
Su lengua comenzó a jugar con mi pezón y a dejar chupetones en mis pechos, regando besos por todo mi torso, antes de subir a mi boca y besarme con suavidad.
...
Tire mi mochila al suelo, antes de abrazar a Percy con fuerza, lo escuche murmurar algo inentendible así que me aleje y bese sus mejillas, me miró con sus ojos de cachorro abandonado.
—Haz lo que tengas que hacer, Percy—Susurre en secreto—Yo siempre te apoyaré.
—¿Tu...?
—No sería una buena hermana mayor si no supiese cómo piensas. Hazlo, yo buscaré la manera de guiarte.
