"Bye bye Bianca"
—¿Qué querían de vosotros? —Preguntó Bianca.
—Pues... realmente no estoy seguro—Mintió Percy—Dijo que tuviésemos cuidado con la chatarrería de su marido y que no nos llevemos nada.
Giraron a verme, a lo que yo solo me encogí de hombros y sonreí levemente.
—Afrodita solo quería conocerme en persona, y hablar sobre mi bebe.
—La diosa del amor no haría un viaje solo para decirles esas tonterías—Dijo Zoé mirándonos—Cuidaos Percy, Merlia, Afrodita ha llevado a muchos dioses por el mal camino.
—Estoy de acuerdo con Zoe—Dijo Thalía—No puedes fiarte de Afrodita.
Hubo un silencio incómodo mientras nos mirabamos todos unos a los otros.
—¿Cómo saldremos de aquí?
—Por este lado—Señaló Zoe—Ese es el oeste.
—¿Cómo sabes? —Pregunto Percy.
—La osa mayor está al norte, lo que significa que este ha de ser el oeste.
—Ya, el oso ese—Dijo Percy, Zoé lo miró ofendida.
—Habla con más respeto, era un gran oso, un buen adversario.
Percy la miró a punto de refutar, pero fue interrumpido por Grover.
—Chicos, mirad.
Habían llegado a la cima de la montaña, estaba llena de objetos metálicos, cabezas de caballos mecánicas, rotas y oxidadas, piernas de bronces de estatuas humanas, carros aplastados, toneladas de escudos y espadas.
Todo mezclado con objetos modernos, lavadoras, frigoríficos, pantallas de ordenadores.
—Guau—Dijo Bianca maravillada—Hay cosas que parecen de oro.
—Son oro.
—Como dijo Percy, no toquen nada—Advirtió Thalía—Son la chatarrería de los dioses.
—¡Mira! —Bianca se acercó hacia un arco de oro—¡Es un arco de cazadora!
Reí levemente, tratando de mantenerme centrada pero a medida que examinaba el lugar junto con los demás, mis ojos se detuvieron en un hermoso collar en forma de brújula.
Lo tomé en mi mano, sintiendo su peso reconfortante y su textura fresca contra mi piel. Era uno de esos collares donde podías poner una foto en el medallón.
Con manos temblorosas, abrí el medallón y me encontré con una imagen que cortó el aire de mis pulmones y apretó mi corazón como una tenaza.
Era una foto de Dionisio, Ariadna y su hijo, Enopión. Los tres estaban sonriendo, pero mis ojos se detuvieron en Ariadna. No miraba a la cámara; en cambio, sus ojos estaban fijos en Dionisio, con una adoración que irradiaba de la imagen. Mi pecho se apretó con una mezcla de emociones indescriptibles.
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ᴇɴᴛʀᴇ ᴅᴏꜱ ᴍᴜɴᴅᴏꜱ| ᴰⁱᵒⁿⁱˢⁱᵒ ᴰ'ᴼˡʸᵐᵖᵘˢ
Fanfiction"Al nacer, el universo tuvo su momento estelar: las flores se inclinaron, el cielo se aclaró, los pajaritos entonaron su melodía más hermosa y el sol brilló con más fuerza. Según mamá, todo esto sucedió gracias a mi llegada, ¡y quién soy yo para con...