Al día siguiente, me aseguré de tomar todas las precauciones necesarias. Me levanté temprano, me di una ducha rápida y usé un jabón neutralizador de feromonas que mi madre me había dado. Luego, apliqué un poco de perfume, uno suave y floral, para cubrir cualquier posible rastro que pudiera delatarme. Me vestí con mi uniforme escolar, revisando varias veces en el espejo para asegurarme de que todo estuviera en orden.
Bajé a desayunar y encontré a mi madre preparando un desayuno nutritivo. Nos sentamos juntas, y aunque intentamos mantener la conversación ligera, la preocupación en sus ojos era evidente. Me despedí de ella con un abrazo fuerte, agradeciendo internamente su apoyo.
—Ten un buen día, cariño. Y recuerda, estoy aquí para ti —me dijo mientras me dirigía hacia la puerta.
—Gracias, mamá. Te quiero —respondí antes de salir de casa.
El camino a la escuela estaba lleno de nervios. Intenté mantener la calma, respirando profundamente y repasando mentalmente los ejercicios de relajación que mi madre me había enseñado la noche anterior. Sin embargo, mi corazón dio un vuelco cuando vi a Bakugo en la esquina, esperando para cruzar la calle.
—Hola —saludó Bakugo, su tono neutral, pero sus ojos seguían observándome con detenimiento.
—Hola —respondí, esforzándome por sonar casual mientras mi mente recordaba la conversación del día anterior.
Caminamos en silencio durante unos momentos antes de que él hablara de nuevo.
—Sobre ayer... —empezó, su voz seria.
—¿Qué hay de ayer? —intenté mantener mi tono despreocupado, aunque sentía un nudo en el estómago.
—Nada, solo quería asegurarme de que estés bien —dijo finalmente, mirando hacia adelante.
—Estoy bien, gracias por preguntar —dije, sintiéndome aliviada de que no presionara más.
El resto del camino lo pasamos en una conversación ligera, hablando sobre las clases y los entrenamientos. A pesar de mis nervios iniciales, encontré cierto consuelo en su compañía, y para cuando llegamos a la escuela, me sentía un poco más tranquila.
Entramos al salón justo a tiempo para la primera clase. El profesor ya estaba allí, organizando sus papeles en el escritorio. Me senté en mi asiento habitual, cerca de Bakugo. La clase comenzó y, después de una breve introducción, el profesor anunció que nos asignaría un trabajo en parejas.
—Hoy trabajarán en un proyecto de investigación. Sin embargo, las parejas las asignaré yo —dijo, ignorando los murmullos de descontento que recorrieron el salón.
Mis nervios volvieron. No hablaba con casi nadie de la clase, salvo Bakugo y Eijiro, que recientemente se habían convertido en mis amigos. La posibilidad de que me emparejaran con alguien desconocido me preocupaba, pero lo que realmente me aterrorizaba era la idea de tener que trabajar con Toga, quien siempre me hacía bullying y me humillaba. Aunque desde que me acerqué a Bakugo y Eijiro, Toga había mantenido cierta distancia, su mirada seguía siendo intimidante.
Sentía su mirada penetrante y aterradora clavada en mí mientras el profesor comenzaba a asignar las parejas. Cada vez que mencionaba un nombre, mi corazón latía con más fuerza, temiendo escuchar el mío seguido del de Toga. Miré de reojo y vi a Toga mirándome fijamente, con una sonrisa siniestra en sus labios. El ambiente en el salón se sentía denso, como si cada segundo se alargara infinitamente.
—Bakugo y Tn —anunció el profesor finalmente.
Sentí un alivio inmenso recorrer mi cuerpo. Bakugo giró la cabeza hacia mí y me dedicó una ligera sonrisa de complicidad. Miré hacia Toga, quien frunció el ceño, claramente molesta por no haber conseguido lo que quería.
—Bien, ahora que tienen a sus parejas, pueden comenzar a planificar su proyecto —dijo el profesor, ajeno a la tensión que había en el aula.
Bakugo y yo nos movimos a una mesa en el fondo del salón para discutir nuestro proyecto. La sensación de alivio por haber evitado a Toga aún persistía, aunque sabía que no podía relajarme del todo.
—Entonces, ¿qué tema te gustaría investigar? —preguntó Bakugo, sacando su cuaderno y mirándome con una expresión seria.
Me mordí el labio, pensando en las posibles opciones. Quería elegir algo interesante, pero al mismo tiempo, no quería que pareciera que estaba tratando de impresionarlo demasiado.
—Podríamos investigar algo sobre historia contemporánea o tal vez algún tema científico interesante. ¿Qué opinas? —sugerí finalmente.
Bakugo asintió, considerando mis palabras.
—Me parece bien. Tal vez algo sobre los avances tecnológicos recientes y su impacto en la sociedad. —Propuso, su tono firme y decidido.
—Sí, eso suena perfecto —respondí, aliviada de haber llegado a un acuerdo tan fácilmente.
Pasamos los siguientes minutos discutiendo posibles subtemas y cómo podríamos dividir el trabajo. La conversación fluyó sorprendentemente bien, y me encontré disfrutando del intercambio de ideas. Sin embargo, sentía una constante tensión interna, recordando que debía mantener cierta distancia para proteger mi secreto.
—Deberíamos reunirnos mañana después de las clases en la biblioteca para avanzar con esto —dijo Bakugo de repente, su tono no dejaba mucho espacio para la negociación.
Mi primer instinto fue dudar. La idea de pasar más tiempo con él me ponía nerviosa, especialmente después de la conversación que habíamos tenido el día anterior. Pero al mismo tiempo, sabía que era necesario para el proyecto.
—Bueno, no sé... —empecé, buscando una excusa.
Bakugo me miró fijamente, sus ojos mostraban una mezcla de determinación y algo de impaciencia.
—¿Tienes algo mejor que hacer? Esto es importante si queremos sacar una buena nota —dijo, inclinándose un poco hacia adelante.
Sentí mi resistencia ceder ante su lógica. No quería arruinar el proyecto, y ciertamente no quería que pensara que no me importaba.
—Está bien, nos vemos mañana en la biblioteca —acepté finalmente, tratando de sonar más segura de lo que me sentía.
Bakugo asintió, satisfecho con mi respuesta.
—Perfecto. Nos vemos ahí entonces.
La campana sonó, indicando el final de la clase. Recogimos nuestras cosas y salimos del salón. Bakugo y eijiro se despidieron con un gesto de la mano y se diriguieron hacia su siguiente clase, mientras yo me quedaba en el pasillo por un momento, tratando de calmar mi mente.
De repente, sentí una presencia detrás de mí. Me giré y me encontré cara a cara con Toga.
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Verdades Ocultas (Bakugo X Tn)
FanfictionTener que pasar por discusiones y peleas familiares a diario, soportar las frecuentes humillaciones en la escuela y no tener en quién apoyarse la tenían cansada. Aun así, trataba de seguir adelante con la esperanza de que todo mejorara. ¿Será que el...