Cap 49

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narra deku

Eijiro fue más rápido que todos nosotros. Justo cuando TN perdió el conocimiento, él se lanzó hacia adelante, atrapándola antes de que tocara el frío y duro suelo. El miedo que ya sentíamos se intensificó al verla tan frágil e indefensa en sus brazos.

—¡TN! —grité, corriendo hacia ellos, con el corazón en un puño.

El médico que había dado la noticia sobre Bakugo también se apresuró a atender a TN. Con rapidez, pidió una camilla, y entre todos la trasladamos para que pudiera ser revisada adecuadamente. Mientras la evaluaban, nos quedamos en silencio, observando con ansiedad cada movimiento del personal médico. La tensión en la sala era palpable; nadie quería pensar en lo que podría estar mal.

—Esto no puede estar pasando... —murmuró Uraraka, con la voz quebrada.

—Ella solo está exhausta, tiene que ser eso —intentó consolarse Mina, aunque el miedo era evidente en sus ojos.

Finalmente, después de un tiempo que se sintió eterno, el médico volvió hacia nosotros. Su expresión era grave, pero no desesperada, lo que nos dio un pequeño rayo de esperanza.

—Su desmayo fue causado por un agotamiento extremo —nos explicó—. Su cuerpo y mente han sido llevados al límite. También hemos notado algunas heridas menores en su cuerpo, que parecen haber sido infligidas recientemente.

—¿Heridas? —pregunté, sintiendo una mezcla de rabia y preocupación—. ¿Cuán graves son?

—No son profundas, pero es claro que ha pasado por una situación extremadamente traumática —respondió el médico, mirándome con seriedad—. Lo más importante ahora es que descanse. Su cuerpo necesita recuperarse, pero su mente también.

—¿Y... qué podemos hacer? —preguntó Eijiro, su voz apenas un susurro mientras miraba a TN con preocupación.

—Estén con ella. Asegúrense de que se sienta segura y apoyada —respondió el médico—. Pero también recuerden que todos ustedes han pasado por un gran estrés. No olviden cuidar de ustedes mismos.

Asentí, aunque la preocupación por TN y Bakugo seguía apretando mi pecho. Mientras el médico se retiraba, Mina suspiró pesadamente.

—Esto no puede seguir así... —dijo en voz baja—. Tenemos que hacer algo para que nunca vuelva a pasar.

—Lo haremos —dije, aunque la seguridad en mi voz no era tan fuerte como quería—. Pero primero, tenemos que asegurarnos de que TN y Bakugo se recuperen.

El silencio que siguió fue pesado, pero también estaba cargado de determinación. No íbamos a permitir que este horror se repitiera. Aunque la situación era devastadora, el vínculo entre nosotros se sentía más fuerte que nunca.

Con el paso del tiempo, las cosas se habían calmado un poco, aunque el ambiente seguía siendo pesado. El miedo y la preocupación que inicialmente nos habían invadido se suavizaron, pero no desaparecieron del todo. Algunos de los chicos se fueron a descansar, pero Uraraka, Eijiro y yo decidimos quedarnos. Eijiro, después de asegurarse de que TN estaba estable, se fue a la habitación donde se encontraba Bakugo, ansioso por verlo. Uraraka y yo permanecimos al lado de TN, esperando a que despertara.

El agotamiento finalmente nos venció, y ambos nos quedamos dormidos junto a la cama de TN.

Al día siguiente, un rayo de luz que se filtraba por las cortinas despertó a TN. Confusa al principio, se dio cuenta de que estaba en una habitación de hospital. Al mirar a su alrededor, vio a Uraraka y a mí durmiendo en sillas a su lado. Con cuidado, se sentó en la camilla, y el movimiento hizo que ambos nos despertáramos de inmediato.

—¡TN! —exclamó Uraraka, su voz mezclada con alivio y preocupación—. ¿Cómo te sientes?

—¿Estás bien? —le pregunté, acercándome rápidamente a su lado—. Nos tenías muy preocupados.

TN se tomó un momento para procesar lo que estaba sucediendo, tocándose la cabeza y mirando a su alrededor antes de responder.

—Estoy... bien, creo —respondió con voz débil, su mirada aún algo perdida—. ¿Katsuki... está bien? ¿Qué pasó?

Uraraka y yo intercambiamos miradas, ambos sabíamos que esa sería su primera pregunta.

—Bakugo está estable —le dije con una sonrisa suave, intentando darle tranquilidad—. Están cuidándolo, y Eijiro está con él ahora mismo. Fue una noche difícil, pero... lo logramos.

TN cerró los ojos por un momento, dejando escapar un suspiro de alivio. Podía ver cómo su cuerpo se relajaba al escuchar esas palabras, pero también noté las lágrimas acumulándose en sus ojos.

—No sabes cuánto me alegra escuchar eso... —murmuró, su voz temblando.

Uraraka se acercó más a ella, tomando su mano entre las suyas.

—Lo importante es que ustedes dos están a salvo —dijo con suavidad—. Pero ahora es momento de que te cuides a ti misma también. Pasaste por algo muy terrible, TN. No tienes que ser fuerte todo el tiempo.

TN negó con la cabeza, sus ojos llenos de determinación mientras se levantaba lentamente de la camilla, aunque sus piernas temblaban por el esfuerzo.

—No... no puedo quedarme aquí —dijo con firmeza, aunque su voz reflejaba su agotamiento—. Necesito ver a Katsuki. ¿Dónde está su habitación?

Uraraka se apresuró a sujetarla por el brazo, preocupada por lo débil que TN se veía.

—TN, por favor, tienes que descansar. Aún no estás en condiciones de levantarte —intentó persuadirla—. Bakugo está siendo atendido, y Eijiro está con él. No te preocupes, estará bien.

Pero TN se sacudió ligeramente, intentando liberarse del agarre de Uraraka.

—No puedo... quedarme aquí —insistió, su voz quebrándose—. Por favor, solo... quiero verlo...dime dónde está.

Sabía que TN no se detendría hasta estar al lado de Bakugo, pero también veía que apenas podía mantenerse en pie. Me acerqué, poniendo una mano en su hombro con cuidado.

—Te llevaremos a su habitación, pero necesitas apoyo —le dije, mi voz suave pero firme—. No puedes hacer esto sola. Déjanos ayudarte.

TN me miró, y aunque su rostro mostraba resistencia, al final asintió, aceptando la ayuda. Uraraka y yo la sujetamos de ambos lados, asegurándonos de que no cayera mientras caminábamos lentamente por el pasillo hacia la habitación de Bakugo.

Cada paso que daba parecía un esfuerzo monumental, pero su determinación era más fuerte que su dolor. Sabía que, aunque frágil, TN no se detendría hasta ver con sus propios ojos que Bakugo estaba a salvo.



Verdades Ocultas (Bakugo X Tn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora