Nos dirigimos a la habitación de TN, donde la encontramos acostada en la cama, aún débil pero consciente. Su madre corrió a su lado, abrazándola con cuidado.
—Estoy aquí, cariño. Todo va a estar bien.
Eijiro y yo nos quedamos en la puerta, dejando que tuvieran su momento. Sabía que, aunque la situación era difícil, estábamos juntos en esto. No dejaría que nada más le pasara a TN. Había prometido protegerla, y cumpliría esa promesa, sin importar lo que costara.
Después de que la madre de TN se calmara y se asegurara de que su hija estaba estable, nos pidió que nos quedáramos un momento más para hablar. Eijiro y yo asentimos, y él salió de la habitación para dar algo de privacidad. Me acerqué lentamente a la cama de TN, notando cómo sus ojos seguían mis movimientos con una mezcla de alivio y cansancio.
—TN... —comencé, sentándome en la silla junto a su cama—. ¿Cómo te sientes?
Ella trató de sonreír, pero su expresión era débil.
—Mejor ahora que estás aquí —susurró, su voz apenas audible.
Sentí una oleada de emociones al escuchar esas palabras. Sin decir nada, tomé su mano, entrelazando mis dedos con los suyos. Su contacto era cálido, y supe que no podía contener mis sentimientos por más tiempo.
—TN, lamento mucho todo esto —dije, mi voz temblando ligeramente—. Nunca quise que pasaras por esto sola. Te prometí que estaría allí para ti, y fallé.
—No fue tu culpa, Bakugo —respondió ella, apretando mi mano—. Siempre has estado allí para mí. Lo que pasó no fue culpa tuya.
Nos quedamos en silencio por unos momentos, simplemente disfrutando de la presencia del otro. Mis feromonas se liberaron naturalmente, creando una atmósfera de calma y seguridad a nuestro alrededor.
—Hay algo que necesito decirte —comencé, tomando un profundo respiro—. Me importas más de lo que nunca he admitido. No solo como amiga, sino como algo más. No quiero perderte, nunca.
Sus ojos se llenaron de lágrimas, pero esta vez eran de alivio y alegría.
—Bakugo... —dijo, su voz quebrándose—. Yo también siento lo mismo. Siempre lo he hecho.
Me incliné hacia adelante, nuestras frentes tocándose suavemente. El calor de nuestras feromonas se mezclaba, creando un vínculo más profundo.
—Te prometo que nunca más dejaré que alguien te haga daño —susurré—. Te protegeré con todo lo que tengo, TN.
Ella asintió, sus lágrimas deslizándose por sus mejillas mientras nuestras respiraciones se sincronizaban. Me incliné aún más, nuestros labios encontrándose en un beso suave y lleno de promesas. En ese momento, todo lo demás desapareció. Solo estábamos nosotros, compartiendo ese instante de amor y conexión.
Al separarnos, me quedé mirándola, viendo el reflejo de mis propios sentimientos en sus ojos.
—Bakugo, gracias por estar aquí —dijo ella, su voz llena de gratitud—. No sé qué habría hecho sin ti.
—No tienes que agradecerme —respondí, acariciando su mejilla con mi pulgar—. Esto es solo el comienzo. Juntos, enfrentaremos cualquier cosa.
Mientras estaba sentado junto a TN, manteniendo su mano en la mía, sentí que había algo más que necesitaba decirle. Respiré hondo y finalmente hablé.
—TN, ya hablé con mis padres —dije suavemente—. Me han permitido quedarme aquí esta noche contigo.
Sus ojos se iluminaron con sorpresa y alivio.
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Verdades Ocultas (Bakugo X Tn)
FanfictionTener que pasar por discusiones y peleas familiares a diario, soportar las frecuentes humillaciones en la escuela y no tener en quién apoyarse la tenían cansada. Aun así, trataba de seguir adelante con la esperanza de que todo mejorara. ¿Será que el...