Verdades Ocultas (Bakugo X Tn)

cap 16

Después de despedirme de los chicos, caminaba hacia mi casa, disfrutando del silencio de la noche. De repente, noté una figura conocida en la esquina de la calle. Era Toga. La miré de reojo, intentando ignorarla y seguir de largo, pero me detuvo con una voz fría y calculadora.

-Bakugo, espera. Tengo algo que contarte sobre TN -dijo, su tono serio.

La miré con desdén y continué caminando.

-No me interesa lo que tengas que decir -respondí sin detenerme.

-TN es omega -soltó de repente.

Mis pasos se detuvieron abruptamente. Giré hacia ella, sorprendido pero tratando de no mostrarlo.

-¿Cómo sabes eso? -pregunté, mi voz tensa.

Toga sonrió, disfrutando de mi reacción.

-Eso no importa. Lo que importa es que tengas cuidado con ella. Nadie se acerca a TN por lo que hizo antes.

Fruncí el ceño, ahora completamente intrigado.

-¿Qué demonios quieres decir con "lo que hizo antes"? -pregunté, mi voz cargada de impaciencia y una pizca de temor.

-Oh, Bakugo, hay muchas cosas que no sabes. Cosas que TN preferiría mantener en secreto. Si realmente quieres saber, deberías preguntárselo a ella. Pero no te sorprendas si no te cuenta toda la verdad -respondió, su voz cargada de insinuaciones y misterio.

Me acerqué un poco más, mi mirada fija en la suya.

-¿Qué estás insinuando, Toga? ¿Qué es lo que crees que sé? -le espeté, tratando de mantener la calma.

Toga sonrió de manera enigmática.

-Sólo digo que las apariencias engañan. TN no es tan inocente como piensas. Hay un motivo por el que la gente se mantiene alejada de ella. Tal vez deberías empezar a hacer preguntas, Bakugo. Podrías descubrir algo que no te guste.

Retrocedí un paso, intentando procesar sus palabras. Finalmente, sacudí la cabeza.

-Si fuera algo importante, TN misma me lo diría. No necesito tus juegos -dije con firmeza, girando sobre mis talones para irme.

Toga se rió suavemente.

-Eso crees tú. Pero ya veremos cuánto tiempo puedes seguir ignorando la verdad.

Caminé rápido, alejándome de ella, pero sus palabras seguían resonando en mi mente.

Llegué a casa y apenas abrí la puerta, me encontré con las miradas inquisitivas de mis padres. Mi madre, con su ceño fruncido, fue la primera en hablar.

—Katsuki, ¿por qué tardaste tanto? —preguntó, su voz firme pero preocupada.

—Estaba en la biblioteca, trabajando en un proyecto —respondí, tratando de sonar indiferente.

Mi padre, sentado en su sillón favorito, levantó una ceja.

—¿Biblioteca a estas horas? Eso no suena a ti. ¿Quién es tan importante como para mantenerte ahí tanto tiempo? —preguntó, con una mezcla de curiosidad y desconfianza.

Me crucé de brazos y suspiré. Sabía que no saldría de esta sin responder.

—Estaba con TN, una compañera de clase. Estamos trabajando juntos en un proyecto —dije, intentando mantener la voz neutral.

Mis padres intercambiaron miradas antes de volver a dirigirse a mí. Mi madre sonrió ligeramente, pero había una chispa de interés en sus ojos.

—¿TN? Nunca habíamos oído de ella. ¿Cómo es? —preguntó, su tono más suave ahora.

—Es... una chica muy dedicada y amable —dije, sintiendo un leve rubor en mis mejillas.

Mi madre levantó las cejas, claramente sorprendida.

—¿Te gusta, Katsuki?

Sentí un calor subiendo por mi cuello y me encogí de hombros, tratando de restarle importancia.

—No es eso. Es solo que... me gusta pasar tiempo con ella. Es diferente —respondí, sabiendo que sonaba evasivo.

Mi padre se inclinó hacia adelante, interesado.

—¿De qué casta es? —preguntó, sus ojos fijos en los míos.

Vacilé por un momento, recordando las palabras de Toga. No había ninguna razón para mencionar esa conversación ahora.

—Es beta —mentí, esperando que dejaran el tema despues de todo le habia prometido a ella que guardaria su secreto.

Mi madre asintió lentamente, pero pude ver que aún había preguntas en sus ojos.

—Bueno, parece que te importa mucho. Tal vez deberíamos conocerla algún día —sugirió, sonriendo.

Antes de que pudiera responder, mi padre hizo un comentario que me dejó atónito.

—¿Enamorado, Katsuki? —dijo, sorprendiendo a todos en la habitación.

Me quedé en silencio sin saber qué responder ya que varias preguntas pasaron por mi mente. ¿De verdad estaba enamorado? ¿En serio esa chica me gustaba? Pero fui interrumpido por mi madre, que se llevó una mano a la boca, claramente emocionada.

—¡No puedo creerlo! —exclamó—. ¿En serio, Katsuki? ¿Estás enamorado?

Me sentí atrapado entre la incredulidad de la situación y la emoción de mis padres. Antes de que pudiera responder, mi madre intervino.

—¡Debes traerla a casa para que la conozcamos! —dijo, emocionada—. No aceptaré un no por respuesta. ¿Cuándo podemos conocerla?

—Solo somos amigos, mamá —dije, intentando calmar el entusiasmo—. No es nada serio, solo compañeros de clase que trabajan juntos.

Mi madre levantó una ceja, no muy convencida.

—Bueno, quiero conocer a esa amiga tuya entonces. No aceptaré excusas —dijo, firme.

Asentí, abrumado por la situación. Mis padres estaban más emocionados de lo que jamás los había visto, y su entusiasmo me hizo sentir aún más confundido sobre mis propios sentimientos. Subí a mi habitación y me dejé caer en la cama, con la mente llena de preguntas y emociones encontradas.

Pensé en lo que había pasado en la biblioteca con TN, en la forma en que su cuerpo se había sentido contra el mío, en la intensidad de su mirada. Y también pensé en lo que Toga me había dicho. ¿Podría ser verdad? ¿Y si TN estaba ocultando algo importante? ¿Qué significaban realmente esas palabras?

Cerré los ojos, tratando de calmar mi mente, pero los pensamientos seguían girando sin cesar. La confusión, el interés creciente por TN, la preocupación por lo que Toga había insinuado... Todo se mezclaba, haciendo que el descanso fuera difícil de alcanzar.