━ 𝑰𝒏𝒇𝒂𝒏𝒕𝒊𝒍 ✧ 𝑴𝒊𝒏𝑺𝒖𝒏𝒈

☆ CINCUENTA Y DOS

Minho sentía que el sueño se incrementaba cada vez más. Siempre que comía algo pesado, era inevitable que eso sucediera, más cuando terminaba comiendo postre, en este caso helado casero que había hecho Jisung. Estaba delicioso, pero no podía más. 

No era tan tarde, ni siquiera acostumbraba a estar en la cama a penas las nueve de la noche, pero estaba tan cansado que fue inevitable pedirle a Jisung ir a la cama para poder tomar un helado, le costó convencerlo, pero lo hizo al decirle que lo dejaría elegir una película. Y ahora estaban viendo Barbie. No sabía muy bien cual era, prestó atención a la explicación de las distintas películas, pero se perdió en la mitad por las ganas que tenía de besarlo. 

No era su culpa, los pucheros de Han eran su debilidad y parecía saberlo, porque si no fuera así, el rubio no haría uno cada dos segundos. No iba a mentir, la película tenía buena trama, pero no le gustaban que cantaran a cada dos diálogos que daban. Aunque eso le molestara, Jisung parecía disfrutarlo, es más, se sentaba en una postura derecha, para poder prestarle más atención a la canción y poder cantarla, aunque sea bajito, lo hacía. 

Nunca pensó llegar hasta este punto, pero le daba ternura, en la forma que sus ojos se abrían, o en la sonrisa inconsciente que ponía al no equivocarse en la letra. Tenía sueño, se estaba durmiendo a más no poder, pero cuando estas cosas sucedían, el cansancio parecía desaparecer, dejándole observar detenidamente a Jisung.

—Hyungcito... —sonrió ante ese apodo, quién sabe qué se le cruzó por la cabeza cuando lo inventó—. ¿Le está gustando la película? —dijo dándose la vuelta para detener sus ojos en lo poco que podía ver del rostro de Minho, apenas la televisión lo iluminaba.

—Si, si, interesante...

—Mentiroso —acusó interrumpiéndolo—. Desde acá escucho sus ronquidos. Si tiene sueñito, podemos apagar la televisión para que pueda dormir.

—Está bien —cedió—. Pero no es necesario que la apagues, solo baja un poco el volumen —dijo, acomodando el pequeño recipiente en donde quedó un poco de helado.

—También tengo sueñito... —bostezó mientras se restregaba su dedo índice contra su ojito.

—Pues, ven —exclamó el mayor, metido debajo de las mantas—. Y me explicas quien es Song Kang. 

Aquello logró que Jisung largara una carcajada. Antes de apagar la televisión, comprobó que las luces en forma de estrellas están bien prendidas y cuando fue así, la habitación se volvió oscura. Sintió un poco de miedo, ya que recordó como Wonwoo lo encerró en ese cuarto, pero tenía las lucecitas y a Minho a su lado, así que no pasaría nada. 

Tiró algunas almohadas innecesarias y se recostó al lado de Lee. Notó como respiraba y era de una forma pausada y tranquila, probablemente ya estaba dormido.

—Minho... —susurró, esperando que su deducción sea errónea. Suspiró derrotado al saber que no habría respuesta. 

Se quedó unos segundos observándolo, intentando saber que zona era más linda para dejarle un besito. Eligió la punta de su nariz, así que no tardó en dejar un pequeño beso para luego susurrar:

—Buenas noches, hyungcito. 

Se acomodó de nuevo, dándole la espalda. No pasaron ni dos segundos que sintió como Minho pasaba su brazo por su abdomen, a la vez que pegó su cuerpo contra el suyo, de esta manera formando 'cucharita'. Minho dejó su rostro a centímetros del cuello, seguido de un beso.

—Buenas noches, mi niño —susurró, sin poder contener una sonrisa.