— ¿Qué es un cambiaformas?— Nain se queda pálido cuando la pregunta sale de mi boca.
Deja el enorme balde en el suelo y se limpia un poco el barro de la ropa, sin dejar de mirarme. Está algo escéptico, como si no terminara de creerse que esa pregunta haya salido de mí. Parece querer andarse con cuidado, porque responde mi pregunta con otra.
— ¿Por qué me preguntas por el cambiaformas?
— Entonces, ¿sabes lo que es?— un atisbo de esperanza se apodera de mí. Ese día, no quise preguntarle a Selene, porque a pesar de que es mucha ayuda, no sé qué tanto puedo confiarle este tipo de información a la murmuradora de espíritus, como la ha llamado mi madre.
— ¿Por qué te interesa saber?
Yo suelto el pequeño balde de agua que sostengo en la mano y lo dejo a un lado. Un pequeño de doce años ha cortado los suministros de agua intentando controlar sus poderes. Al final, terminó por incendiando los tubos y ahora Jace Conner se está encargando de enseñarle un poco de control.
Se supone que Fiora se reuniría con ellos en un rato más. El chico está intentando con todas sus fuerzas controlar el fuego.
Me pregunto qué se sentirá tener un poder que apenas puedes controlar. Para mí, la super audición llegó desde que nací. Llevo diecinueve años siendo de la misma manera, y en ningún momento tuve que recurrir a ayuda para lograr agudizar mi oído.
Sin embargo, todo parece haber cambiado desde que hablé con mi madre. Ahora soy consciente de que quizás hay mucho de mi historia que ni siquiera yo conozca.
Al final, Juniper nos ha enviado a Nain, Caleb y a mí a buscar más agua, pero con Nain nos hemos adelantado y hemos dejado a Caleb atrás. Ya vamos en nuestra segunda vuelta recogiendo agua cuando se me ha ocurrido que, quizás, Nain debe tener idea de lo que me dijo mi madre.
Por la expresión en su rostro, estoy en lo cierto.
— ¿Tienes que ser tan curioso?— resoplo. Nain suelta una pequeña risa.
— ¿Me lo dices tú?
— ¿Podemos dejar de hablar con preguntas?
— No lo sé, Eleanor. ¿Podemos?
Cambio el peso de mi cuerpo de un pie a otro antes de cruzarme de brazos. Mis mejillas están enrojecidas por el calor y el ejercicio físico, mi cuerpo está sudoroso, y los rayos de sol se vuelven más potentes con cada minuto que pasa. La combinación de todos esos factores está haciendo que me ponga de muy mal humor.
Frunzo el entrecejo, aunque sé que mi expresión jamás podría intimidar a Nain. Si es algo, sólo le causa un poco de risa.
— ¿Me dirás por qué te interesa?
Yo me encojo de hombros.— Probablemente no. Sólo quiero saberlo.
Nain no parece muy convencido, pero después de un rato, mira por encima de su hombro y alrededor de la aldea, asegurándose de que nadie nos esté escuchando. Como él bien dijo una vez, la única con super oído aquí soy yo.
Las personas de la aldea ya se ven mucho mejor con lo que ha ocurrido después del ataque. Los líderes de Divinity se han encargado de reintegrar a todos en casas nuevas, construidas y elaboradas para que queden justo como eran antes.
Los que más han sufrido, sin embargo, han sido aquellos que han perdido a un ser querido. He visto a Eliza llorar a su padre más veces de las que puedo contar, e incluso a Calum, su archienemigo que se burló de ella cuando se cayó, intentando consolarla.
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LOS CREADORES DEL CAOS
FantasyEmery ama los secretos. Ama espiar a hurtadillas a su padre, adora escuchar las conversaciones que su hermano tiene con Katya, y sueña despierta con aquel lugar en el bosque de Aurora que nadie parece conocer. Emery ama los secretos. De hecho, los a...