LOS CREADORES DEL CAOS

11.

Lo que está sucediendo abandona toda lógica. 

¿Cómo es que ellos saben el nombre que me ha designado mi propia familia para infiltrarme en uno de los grupos revolucionarios más peligrosos de la historia? ¿El nombre que me han dado a mí, Emery Winter, la princesa de Isla Aurora?

— ¿Cómo...?— intento tener mucho cuidado con las palabras que estoy eligiendo.— ¿Cómo es que saben mi nombre?

— Alaric nos comentó...— comienza a hablar Nain, pero cada confesión es más extraña que la anterior.

— ¿Alaric?

Jace suelta una enorme bocanada de aire. 

— Alaric es nuestro informante. Es uno de los líderes, pero no está aquí, en Divinity. Nunca está. Su trabajo es obtener información sobre la monarquía. Viene de vez en cuando. Siempre hemos sabido que en el reino Winter escondían a una persona, a una mujer, para ser exactos. Que la tenían allí, escondida, para quizás qué cosas. Alaric muchas veces fue testigo de los gritos y los...— se queda en silencio de pronto, luego continúa:— Los golpes.—su voz de pronto convirtiéndose en una expresión oral grave y seria.

— Nunca he visto a...— intento decir, pero él parece comprender de inmediato.

— Alaric es un experto en pasar desapercibido. Lo hace distinto a Penny, porque a él directamente no puedes verlo. 

No. Niego con el rostro.

— Eso es imposible— aseguro una vez más. Jace Conner frunce el ceño, como si no comprendiera. Pero yo sí que lo comprendo.— No necesito ver a las personas...para verlas. Puedo saberlo todo por kilómetros a la redonda. Es decir...las escucho. Sé que en este momento, hay alguien en la primera planta. Que las personas ya se levantaron, que están caminando por la aldea. Puedo decirte cuantas mujeres hay recogiendo agua a la orilla del río en este instante, e incluso sé que Fiora y Xander están dando vueltas por allí hablando sobre cómo hubiera sido divertido que me hubieran matado anoche. Lo sé. Lo puedo escuchar.

Jace niega con el rostro.

— No a Alaric, no. Alaric no actúa como una persona cuando utiliza su poder, sino más bien como un ente. Créeme, Eleanor; a pesar de tu oído magnífico, no hubieras sabido ni por un segundo que él estaba allí.

Pero, ¿no sabe el tal Alaric que soy la hija del rey? ¿Que no soy una prisionera real sino la princesa?

— Alaric no iba siempre, de todas maneras.— dice Nain— sólo un par de veces.

Quizás...quizás...y entonces recuerdo. Yo era invisible en el castillo. Mi padre no me hablaba como a su hija ni yo a él como a un padre. Mi padre me trataba de muchas cosas, muchos adjetivos, y ninguno de esos era particularmente bueno. Y yo...bueno, yo me limitaba a escuchar. 

En el peor de los casos, el tal Alaric se infiltró a escuchar una de las conversaciones entre Katya y yo, pero eso no es posible, ¿no? No creo que a Alaric le haya interesado en lo absoluto...Joder, qué confusión. 

— Como sea, Alaric siempre nos habló de que había alguien en el castillo. De una mujer a la que golpeaban constantemente. A veces la invitaban a comer con ellos, incluso, pero la mayoría del tiempo estaba encerrada en el cuarto. Una prisionera. — Penny y Nain escuchan con atención, a pesar de que estoy segura de que la historia ya la conocen.— Y luego, cuando volvió hace unos días atrás, se enteró de que aquella mujer se había ido. Y escuchó a los sirvientes decir un nombre; Eleanor Sunclair. Se fue, y a las horas, Nain volvió contigo en brazos.

Eleanor Sunclair. Esa soy yo. Lo que no parece saber esta gente es que también soy Emery Winter, princesa del reino. Hija del rey Maverick Winter. Hermana del heredero al trono, Harris Winter.