○● 62 ●○

46 3 0
                                    

○ 33 ○

—¿Adónde vamos? —preguntó Felix a Hyunjin, mientras este le rodeaba la cintura con el brazo urgiéndolo a que caminara más deprisa.

Él no contestó, pero le dedicó tal sonrisa
que a él le flojearon las piernas. Doblaron la esquina y serpentearon entre las personas que hacían cola frente a la taquilla del cine. Se colocaron al final, justo detrás de Becca Hobb, que no dejaba de lanzarles miradas curiosas por encima del hombro. Y no era la única, casi todas las chicas que esperaban en la fila se habían fijado en él. Felix empezaba a acostumbrarse a que causara ese efecto, pero no dejaba de ser un poco incómodo. Además, un instinto nuevo y desconocido le obligaba a demostrarle a la competencia que aquel chico con rostro de ángel era solo suyo.

«Mío», y con ese pensamiento enlazó los brazos en su cuello.

—¿Cine? —preguntó Felix alzando una ceja.

—Sí —respondió él, y se inclinó para darle un beso en los labios.

—¿Y hemos venido aquí por qué...?

—Porque esto es una cita, nuestra primera cita —reveló con una sonrisa—. Nunca hemos tenido una de verdad.

—Cita —repitió Felix conteniendo una
carcajada.

—Sí, ya sabes, refrescos, palomitas, te
tomaré de la mano en la oscuridad. Iremos a tomar una hamburguesa, jugaremos al billar y después...

—Espera un momento, ¿esto es lo que tú
entiendes por una cita de verdad?

—Haré como que no he oído ese tonito —replicó él fingiendo ofenderse.

Felix empezó a reír con ganas y lo abrazó por la cintura.

—Es que has descrito las citas que tenía
con quince años. Ahora, no sé, una cena con velas en un lugar romántico me parece más sugerente —respondió con aire seductor.

—Me estás dejando por los suelos -—repuso él con el ceño fruncido.

Felix se mordió el labio y puso su mirada más inocente. En el fondo comenzaba a sentirse como la bruja del cuento por haber hecho ese comentario. Las únicas citas con chicas que Hyunjin había tenido, si es que podían considerarse como tales, se limitaban a largos paseos por jardines interminables y estiradas meriendas de té y pastas, en compañía de las criadas e institutrices que cuidaban de la joven. Lo sabía porque él se lo había contado.

—Vale, lo siento, es una cita estupenda —admitió él con un guiño—. Te has quedado en una partida de billar y después, ¿qué? Ibas a decir algo antes de que desinflara tu ego.

—Después nada. Tenía preparada una
sorpresa, pero no te la mereces —respondió sin más.

—¿Una sorpresa?

Hyunjin asintió, mientras le echaba un
vistazo a los carteles de las películas.

—¡Oh, vamos! ¿Qué sorpresa?

Él hizo como si no lo hubiera escuchado y continuó su repaso a la cartelera. Frunció el ceño pensativo.

—Y si un chico quisiera impresionar a su pareja en la primera cita, ¿qué película crees que elegiría?

Felix se volvió para mirar los carteles.

—Bueno, el chico elegiría una comedia
romántica como... esa. —Estiró el brazo
señalando uno de los carteles—. Convencido de que así parecería más sensible y dulce a los ojos de su cita. El problema es que algunos chicos preferimos ver esas películas con nuestros amigos, mientras nos comemos un kilo de helado. Así que yo le diría al chico que eligiera esa. —Señaló el cartel de la segunda parte de Transformers—. Ese es el tipo de película que al chico le gustaría. Además, en esas pelis es fácil fingir que te asustas, y un novio atento te rodearía los hombros con su brazo para hacerte sentir mejor.

Donde el cielo cae... [HYUNLIX ver.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora