Capitulo 10

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Al día siguiente, las chicas habían estado paseando por la ciudad hasta tarde.
Caminaron durante muchas horas y llegaron a la casa hasta que estuvo oscuro.

-¡Ooooh Dios!-gritó Raquel tirándose en el sillón-¡Mis pies me duelen horrores!

-A mi igual-dijo Joselin sentándose en el otro extremo del sofá porque Raquel abarcaba gran pedazo de el-Creo que ya conocí lo suficiente...

-Por hoy...-completó Paty yendo hacia la cocina.

-¿Qué no estas cansada mujer?-le gritó sorprendida Raquel con la cara enterrada en un cojin.

-No. Yo estoy acostumbrada.-Respondió divertida y después le dio una mordida a la manzana que tenia en la mano-Ademas, es algo divertido ¿Recuerdan al hombre vestido de gorila en el supermercado?

-Ya te dije que sólo no tenía camiseta, ¡estábamos a un lado de la playa!-dijo Joselin.

-Claro, claro.

-Me sorprendes Patricia.

El celular de Joselin sonó haciendo que Raquel separara bruscamente su cara de el cojín y soltara un gruñido.

-¡Contesta antes de que lo lanze contra la pared!-gritó Raquel enojada. Joselin le sacó la lengua y contestó.

-¿Hola? ¿Rydel?-Dijo Joselin contestando.

-Sip. Soy yo. Oye...¿No quieres venir a cenar?-preguntó Rydel emocionada.

-¿Cenar?-Frunció el ceño.

-Si. Cenar. Mamá hizo comida para 10 pero no va a venir mi prima así que me pidió invitar a alguien.

-¿Y tus hermanos no tienen novia o algo así?-Se paró del sofá y caminó de un lado para otro. Paty la veía atenta.

-...Si. Pero están ocupadas.-Lo pensó mucho.-¿Si vendrás? Es que ya nos vam...digo, ya casi cenamos.

-Ammm....-volteó a ver a Paty y a Raquel quien estaba aun con la cara enterrada en el cojín.

-¡Por favor!-suplicó y aunque no la estuviese viendo, podía asegurar que hacia un puchero del otro lado de la linea. Joselin suspiro.

-Bien...-Se rascó la cabeza.-Dame tu dirección.

-Bien-se escuchó feliz.

Después de darle la dirección y darse cuenta de que vivía a 20 minutos caminando y de una larga discusión con Paty porque las "Abandonaría", Joselin se encaminó hasta la casa de los Lynch.
A mitad del camino recibió un mensaje de Rydel que decía:

"Cuando llegues solo toca una vez, si no abrimos, solo entra. Es tu casa :)"

Al llegar se dio cuenta de que era una casa muy hermosa, todas las luces estaban apagadas menos una de arriba y la de la cochera.
Soltó un suspiro y después tocó la puerta. Nadie abrió.

No quería entrar como si nada aunque Rydel le dijo que no había problema, así que volvió a tocar una y otra vez. Hasta que se rindió y entró por su cuenta.

-¿Rydel?-dijo mientras pasaba a la sala-¿Rydel donde estas?- alzó un poco mas el tono de voz. Pero nadie contesto.

Aprovechó para echarle un ojo a la casa, las paredes eran blancas, había un sofá, una televisión, chimenea y una linda escalera. Por lo menos en la sala.

Estuvo rondando un rato por el piso de abajo pero no había rastro de nadie, así que fue hasta el segundo.

Se sentía extraña entrando así en una casa desconocida. ¿Y si se había equivocado de dirección?

No. Esa era la casa.

También se sentía como un ladrón al estar caminando tan sigilosamente por toda la casa como si tuviese miedo de que alguien la encontrara ahí.

Escuchó un par de sonidos desde una habitación así que fue hasta ella y abrió la puerta con cuidado.

El color rosado se posó sobre sus mejillas rápidamente y quedó paralizada.

Estaba viendo a ese chico Ross, quien al parecer acababa de salir de la ducha y solo tenía los boxers colocados. Tenía el pecho descubierto y el cabello rubio mojado.

El también parecía muy sorprendido de verla ahí, pero en lugar de taparse solo se quedó ahí parado e inmóvil.

-¡Hay no! ¡Lo siento! ¡Lo siento!-gritó Joselin avergonzada después de que reaccionara y salio de nuevo.

Ross también reaccionó y se apresuró a colocarse sus jeans.

-¡Espera!-le gritó él.-¡Espera!-acabó de ponerse los pantalones y salió por la puerta para seguir a Joselin.-¡Espera Joselin!

Joselin iba llegando a la puerta de la salida con la intención de irse de ahí y no regresar jamas, pero Ross bajó a toda prisa los escalones y la tomo del hombro jalandola hacia el.

-¡Espera!-Joselin volteó a verlo pero su vista fue instintivamente hacia abajo para asegurarse de que estuviera vestido-Lamento lo que acabas de ver ahí arriba-se disculpo riendo.-¿Joselin, verdad?

Ella volteó a ver a otro lado y mordió su labio. Aun estaba asustada por aquello que había visto.

-¿Te llamas Joselin?-Siguió insistiendo el aún con un toque de diversión.

-S...s...i...Si-Trató de decir segura volteándolo a ver a los ojos.

Cuando sus miradas chocaron, hubo algo mas ahí, algo mágico, algo hermoso. Ojos Cafes contra mieles.
Ambos sintieron que el tiempo se detenía y solo eran ellos dos.

A Joselin le temblaron las rodillas unos segundos, su corazón se aceleró y sintió como algo se movía en su estomago. Esa sensación como cuando tenía que exponer en clase de Biología pero con un toque mas lindo y acogedor.

Si, era como las películas, pensó Joselin.

Ross sintió algo que no sentía desde hace mucho...mucho tiempo atrás...

El Momento Indicado (Ross Lynch)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora