Joselin veía los ojos de Ross y admiraba la sonrisa que se hacía en su rostro, estaba acostada a un lado suyo y su mano estaba entrelazada con la de él. Eran las dos y media de la mañana, no había ni un solo ruido fuera o dentro de la casa, a pesar de eso ella podía casi escuchar como él le decía miles de cosas bellas aún cuando sus labios permanecían sellados.
—¿Qué piensas?—le preguntó Ross.
—En nada—sonrió.
—Me refiero a...—hizo una pausa—¿Qué piensas cuando me ves?
—Muchas cosas—se acercó más a él—Ahora mismo, que tengo sueño—se rió—lo siento—la abrazó y Joselin se acomodó de tal forma que pudiera seguir en sus brazos y verlo a los ojos al mismo tiempo—Te voy a extrañar mucho cuando me vaya
—Aun te queda una semana ¿No es así?—ella asintió.
—Tecnicamente solo cinco días, eso no es una semana.
—Puedes contarle a todos tus amigos que una cantante se enamoró de ti—cambió de tema.
—Me tratarían de loca...bueno, a mi y a Paty.
—En ese caso mejor no les digas nada de lo que hiciste aquí—rió.—Fue una locura.
—Pero está bien—susurró—Fue agradable.
—Sí, lo fue...
Estando en ese momento ahí con el, de esa forma tan simple, tan inocente y tan tranquila, hacía que los segundos parecieran una eternidad.
Eternidad que ninguno quería que terminara. Joselin se estaba quedando dormida, sus ojos estaban a nada de cerrarse por completo.-Te amo, Joselin—escuchó y rápidamente volvió a abrir los ojos—Y no tienes que contestar nada más...
Sonrió dulcemente, se acercó mas a el y lo abrazó enterrando su cabeza contra el cuello de el, podía oler mejor su perfume.
-Yo también te amo-susurró.
Siguieron otros momentos de silencio. La noche no era exactamente muy larga ni muy corta, pero ambos querían disfrutar de cada instante.
—No te vayas—susurró Ross para después dejar un beso en su cabeza. Joselin se acomodó para volver a verlo a los ojos
-No puedo quedarme
-Pero si quieres-sonrió y ella asintió-Puedes hacer lo que sea que tu quieras...
-No si tienes 15 años-suspiró.
Y siguió el silencio.
Joselin alzó una de sus manos a la cara de Ross y comenzó a acariciar su mejilla lentamente. Ross la observaba atentamente y trataba de guardar cada centímetro de ella en su mente.
La chica dulce de ojos y cabello cafés, la chica sencilla y tímida de la que se enamoró.También recordó aquel espejismos que había tenido antes, era totalmente diferente a la realidad. Joselin era mas tranquila, mas tierna y sobre todo, mas lenta, no de una forma mala, si no, lenta en el sentido de que disfrutaba y pensaba bien cada movimiento. Ella no actuaba por instintos, ella era inteligente.
Pero Ross no.
El también puso su mano en la mejilla de Joselin pero el la atrajo hacía el con rapidez para volver a besarla. La besaba lento y delicado. Joselin quitó su mano de la cara de Ross y la llevó a su nuca, donde al igual que el, lo atrajo hacia ella con mas fuerza para profundizar el beso.
Unos minutos más tarde, Joselin se quedó profundamente dormida y Ross con cuidado la cubrió con las sabanas, le dió un beso en la frente y finalmente se acomodó junto a ella para dormir.
***
La alarma se escuchó muy fuerte en su cabeza y abrió los ojos de golpe, su primera reacción fue ver qué Joselin no se despertara por el ruido, pero ella ya no estaba ahí. La luz del día entraba por la ventana, se volteó desconcertado y apagó el ruido, eran las ocho treinta de la mañana. Se levantó de la cama confundido ¿Dónde estaba Joselin?
Estaba por salir corriendo hacia abajo cuando vió que había una hoja de papel doblada en su cómoda justo debajo de su celular. La tomó y se volvió a sentar en la cama.
"Ross.
Espero que al leer esto no te vuelvas loco y quieras salir corriendo. Antes que nada quiero decirte algo...
Te amo.
Lo dije anoche y es lo mas real que he sentido desde que llegué aquí. Pero sabemos que el trato era que eso había sido todo, tu tienes a una novia que te ama aún más y ya he estado interrumpiendo su amor demasiado. Tal vez te vea esta tarde, Raquel y Paty quieren que las acompañe y supongo que está bien...ponte guapo Ross, es tu día. Sé que sabes lo que está bien para tu vida. Espero que hagas lo correcto hoy.
Joselin."
Ross escuchó de pronto como alguien abría la puerta, como instinto puso el pedazo de papel bajo su almohada y se dio la vuelta simulando estarse poniendo los zapatos, solo que no había zapatos cerca de el. Solo se oían los pasos de quién entró, sin embargo no hablaba nadie, al darse la vuelta se encontró de frente con su padre, automáticamente regresó su mirada al zapato invisible que estaba por ponerse.
—Hola...—saludó Mark algo apenado, Ross no contestó—Ross, escucha, sé que estás molesto conmigo... furioso—enfatizó—No quieres verme pero hijo, por favor escúchame al menos, sé que lo haces.
Ross no contestó, esperaba que su padre se rindiera y se fuera, pero eso nunca fue un opción.
—Hoy es el gran día ¿no?—sonrió para el mismo. Miró las fotos de la habitación, todas aquellas fotografías enmarcadas que se habían tomado años atrás estaban boca abajo. Algunas eran de la familia, otras de él con Courtney, incluso algunas de cuando eran niños—Ross... cometí muchos errores en el pasado que me han llevado hasta aquí pero no lo seguiré haciendo. Por favor te pido que no vayas a la fiesta de esta tarde—finalmente el volteó a verlo, con cara de confusión.
—No hice bien al obligarte a hacer esto...Ross, amo a tu madre, la amo con toda mi alma, me arrepiento de haberla dejado ir, y aún así aquí estoy, justo aquí en mi casa, ayer vine y reconstruí lo roto...eso espero que tu hagas hoy.
—No te entiendo—dijo serio. Mark se puso frente a él.
—Conozco el amor...—asintió—hace unas semanas, cuando conociste a esa niña...Juliana...Yolanda...—buscaba el nombre.
—Joselin...
—Ah si, Joselin, debo aprenderlo ahora en adelante—se rió y rápidamente se incorporó de nuevo—Cuando vi tu mirada hacia ella, supe que había algo y supuse que sería una amenaza a tu futuro, ese futuro que creí era lo que tú querías, porque no conocía la otra historia. Traté de separarlos y eso solo lo empeoró todo.
—Yo—habló Ross—No estoy molesto por eso, ya lo suponía—hizo una mueca.
—Aún no termino, lo importante apenas viene—suspiró—Disculpame, hijo. He sido el peor padre del mundo desde hace tanto tiempo, no merezco nada bueno, lastimé a toda la familia, sobre todo a Ryland pero ya me disculpé con todos anoche...solo faltas tú, el pequeño Rossy—sonrió y se sentó junto a él, ambos se quedaron callados—Las decisiones en momentos como estos son las peores, pero...cambialo todo, te mereces más.
Ross lo abrazó, ambos tenían un nudo en la garganta, comenzaban a sentir paz poco a poco.
—Te amo papá—dijo una vez estuvieron frente a frente de nuevo—Yo tambien lamento haber dicho tanta mierda sobre ti, pero somos humanos, cometemos errores, tú me enseñaste que lo importante es perdonar y seguir adelante...y no te preocupes, esta tarde haré lo correcto.
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El Momento Indicado (Ross Lynch)
FanfictionJoselin con tan solo 15 años de edad, cumple su más grande sueño al viajar a Los Angeles, pero no contaba con todos los líos en los que se mete al conocer a Los Lynch. En especial a Ross quien está a punto de casarse. ¿Ella influirá para cambiar su...