El Momento Indicado (Ross Lynch)

Capítulo 64 (FINAL) Dos partes.

PARTE 1.

Joselin abrazó a Carl poniéndose de puntitas, estaba demasiado aferrada a el, empezaba a arrepentirse de regresar a México.

—Adiós Jose—le susurró.
Ella no dijo nada, solo se separó de él y le dedicó una sonrisa más triste que otra cosa, acomodó su cabello detrás de su oreja y se dió la vuelta con un fuerte suspiro.

Una vez estuvo dentro del avión, se acomodó en su asiento una docena de veces antes de que despegara, estaba incómoda y muy ansiosa, quería irse de una vez.
Tenía una enorme desesperación, una parte de ella le decía que tenía que bajar y la otra que en verdad necesitaba llegar a casa, ver a su padre y realmente, eso último era más importante que cualquier otra cosa para ella.

Después de un rato, el avión empezó a avanzar. Carlton lo veía irse lentamente, sacó su teléfono de la chaqueta. Joselin estaba respirando muy rápido, quería llorar y no sabía el porqué. El avión despegó y ella se asomó por la ventanilla, pudo ver cómo lo ciudad se hacía más pequeña y lejana cada vez, había un hermoso atardecer. Cuando sintió que una lagrima iba a salir, retiró su mirada y la dejó en un punto vacío.

***

Ross se levantó de la arena una vez que se puso el sol y regresó al auto, antes de ponerse en marcha, le llegó un mensaje, sacó su teléfono y leyó, solo quería que fuera alguien diciéndole que Joselin había aparecido, y así fue.

"Ross, Joselin se fue"
"Estoy en el aeropuerto"
De Carlton para Ross.

Sintió una corriente helada en su cuerpo y su boca se abrió. Quería maldecir, quería gritar y golpear algo.  Así que eso hizo, volvió a bajar del auto y empezó a hacer una escena digna de un niño pequeño al cual le habían quitado un dulce.

***

—¿Qué pasará cuando Ross se entere?—preguntó Paty.

—¿Por qué?—preguntó Riker.

—Todos sabíamos donde estaba y no dijimos nada...

—Tiene razón—dijo Ryland y miró a los demás—Va a volverse loco.

Todos estaban sentados en el comedor de los Lynch, aún con su ropa de fiesta, esperando a que Ross regresara sano, salvo y tranquilo.

—Yo creí que no diríamos nada—dijo Rydel.

—Muy tarde, Carl ya le dijo—dijo Raquel leyendo la pantalla de su teléfono.

—Rayos—susurró Ryland—King tenía que abrir la boca.

—¿Su apellido es King?—preguntó Rocky asombrado—Pensé que era Eaton

—¿Eaton? ¿Cómo Courtney?—dijo Raquel.

—Se supone que son primos ¿No?

—No, el es primo de el tipo ese, Taylor. Según yo—comentó Rydel ya más interesada en la conversación.

En ese momento escucharon que el auto de Ross se estacionaba fuera de la casa. Mark se asomó por una ventana para asegurarse.

—Llegó...

Todos trataron de actuar normal, pero estaban incómodamente preparados para ver como el estallaba contra todos. Pero no sería así. Ross ya había estado un buen rato en la playa sacando su frustración y enojo, ahora sólo estaba agotado y triste, apenas podía caminar y solo quería llegar a descansar.

Cuando entró a la cocina levantó la mirada unos segundos para verlos a todos con un gesto de saludo, abrió el refrigerador y sacó una soda, para después salir e ir a su habitación.

—Estuvo mejor de lo que pensé—dijo Rocky tomando la mano de Paty.

Raquel se recargó en el hombro de Ryland, insatisfecha y en silencio.

Los Lynch se miraron entre ellos y ninguno dijo nada. Ya todo había acabado.

PARTE 2.

Joselin llegó a México y lo primero que hizo fue tomar un taxi hacia el hospital. Su teléfono se había quedado sin batería y no podía comunicarse con su madre.

Stormie fue la única que se levantó de la mesa y fue al cuarto de Ross para hablar, creía que el espacio era mejor, pero no en esa situacion.

Cuando Joselin entró al hospital, su corazón se aceleró demasiado. Odiaba el olor de ese lugar, solo le traía malos recuerdos. Preguntó por su padre y su madre y después de unos largos minutos de espera una enfermera le indicó el camino a la habitación.

—¿Ross?—lo llamó desde la puerta, pero no contestó, estaba sentado en la orilla de la cama y miraba a la nada, con los ojos cristalizados. Aún así entró y se sentó junto a él—¿Está todo en orden?

El no contestó, solo respiró ondo.

Conforme Joselin se acercaba a la habitación se le cerraba más la garganta, trataba de pensar en positivo, pero la última llamada de su madre había sido hacia horas y no eran buenas noticias, su padre solo empeoraba a cada segundo.

—Si todos lo sabían ¿por qué nadie me dijo nada?—finalmente habló—Pude ir a detenerla, pude hablar con ella en lugar de pararme como idiota frente a todas las personas...

Stormie no dijo nada, ni siquiera ella sabía porque no había dicho nada al respecto, tampoco sabía la razón por la cual Joselin había decidido irse.

—Perdí a Courtney y perdí a mi Joselin—siguió hablando, esta vez trataba de mantener el contacto visual—La gente hablará de esto por semanas, que ridículo es todo esto.

—Nosotros nos encargamos de que el chisme no saliera del salón—le dijo Stormie tratando de animarlo, pero él no sonrió siquiera.

—Tengo que ir a buscarla—dijo firme. Estaba por levantarse de la cama cuando Stormie lo detuvo.

—No.

Joselin vió a un par de familiares suyos fuera de la habitación, todos ellos estaban llorando y abrazándose, ninguno parecía esperanzado de ninguna manera.
No se detuvo a saludar, se desvió frente a la puerta y por la pequeña ventana que tenía esta, observó.

—Ella se ha ido. Déjala Ross.

—Todos me dicen eso, como si sintieran tan solo un poco de lo que yo siento. La necesito, nadie más sabe lo que es... Debemos estar juntos—Stormie estaba por hablar pero el continuó—Pienso y pienso en todo lo que pasó—dijo más calmado—cada vez que ella se iba, regresaba, cuando yo me iba, yo regresaba también...ahora todo me dice que no podrá volver nunca si yo no la busco.

Joselin se quebró totalmente y su respiración se cortó, puso sus manos en su pecho fuertemente y dejó salir un pequeño jadeo agudo.
Sintió que todo a su alrededor se detenía, solo podía ver a su padre acostado sobre la camilla, ya sin aliento.
Las lágrimas comenzaron a caer. Entró desesperadamente a la habitación y se hincó al lado de la cama, sin dejar de ver el rostro de su padre. Carmen ni siquiera la volteó a ver, estaba en un estado de shock y tristeza.

—Ross, a veces tienes que entender que en esta vida nada pasa por casualidad...si ustedes están destinados a estar juntos, solo sucederá, pase lo que pase. Podría ser hoy, mañana o en 20 años. Se encontrarán de nuevo y estarán juntos. Solo basta que seas paciente...

Tomó la mano de su padre, estaba aún tibia. No podia parar de llorar. Estaba sintiendo el verdadero dolor. Se sentía culpable por no haber estado ahí y estupida por creer que lo que le había pasado las últimas semanas era algo malo.
Enterró su cabeza en la cama y dió un grito ahogado, sintió la mano temblorosa de su madre sobre su espalda, pero todo estaba oscuro.

Ross miraba atento a su madre, como si estuviera siendo regañado pero con algo de esperanza.

—No importa donde estén,—dijo stormie finalmente después de una pausa—con quien o los años de diferencia. El destino siempre encontrará forma de que estén juntos, claro, si es que deben estar juntos. Solo hay que esperar. El amor siempre llega...en el momento indicado.

***

—Jenny E.