KELSY : Numero Desconocido

¿Mi Kelsy?

Talvez pasaron unos minutos o incluso una hora, pero para Kelsy que esperaba ante la puerta de Ryan era como si hubiesen sido varios años. Dejaria marcas en el suelo del paseo.

¿ Porqué no la permitían entrar?
¿ Sería orden de Ryan? ¿ Era que no quería verla ?  ¿ Porqué sentía que todo esto era por ella?

- Pues  para que te enteres guapo, yo tampoco quiero verte, paso de ser testigo ocular de homicidio - musito para si pero las palabras  lejos de quedarse en su mente salieron de sus labios.

- ¿decías algo Kelsy?- la preguntó  Agatha que aguardaba con ella.

Estaba claro en sus ojos que después de despreciarla todo el día, estaba buscando manera de afianzar la relación.  

Sin previo aviso, las puertas se abrieron sutilmente y Jordan las invitó a entrar. Todavía la dolían los pies y las brazos. Se sentía supremamente cansada. 

Ya era hora, un rato más y no lo contaba.

- Buenas noches, Señorita Williams porfavor , tome asiento - Kelsy hizo caso, no sin antes mirar a donde yacía Ryan inerte entre las Sábanas. Seguía igual de pálido e inmutado - Se pondrá Bien.

- No... lo parece- respondió consternada con una sonrisa apologética.

¿Era cosa suya o casi no respiraba?

El señor Kalton tomó un medidor para la presión y Kelsy aprovechó para escanear a Ryan en busca de alguna anomalía. Mientras comenzaba a hacer su trabajo la sonrió- Solo necesitará algo de reposo a tenido suerte de que el hueso no haya perforado nada y que no haya roturas- apartando rápidamente la vista del aristócrata se centró en lo que se traían entre manos. La banda  comenzó a hacer presión en su  hombro-  pero tiene graves hematomas por golpes muy fuertes y eso ha provocado el desvanecimiento -  anotó un par de cosas en su libreta observando los resultados en el aparato -  Señorita Williams.

- oh, perdona - respondió Kelsy nerviosa teniendo que volver a enfocarse en alguien que no sea Ryan.

¿El color en sus mejillas era buena señal?

- No sé cual a sido el  motivo del altercado...-  Se recolocó las gafas sobre la puente de su nariz y dejo de escribir para añadirle importancia - Mi recomendación es que  no debería salir de la cama por almenos... una semana.

Kelsy volvió a observar a Ryan y dejó que la voz del doctor y sus sermones sobre presiones altas quedarán en segundo plano mientras estudiaba todas  las facciones del paciente al detalle.

Sus pestañas acariciaban sutilmente sus mejillas. Mejillas marcadas y sienes relajadas. Se le veía tan tranquilo. No quería que estuviese tan tranquilo era mala señal.

La gente se ponía tan tranquila antes de palmarla. Pensó

Desvío su mirada al doctor negándose a esos sentimientos encontrados. Es más allí donde lo veían solo resultaba apacible dormido, despierto no solo era un idiota, sino que también un masoquista. Suspiró.

Que ser tan anómalo.

Eso está mejor, evita las cursiladas. 

- Bueno, a usted no le prescribire nada, esta en perfecta forma -  el señor canoso de unos cincuenta años de bata blanca y pantalones gris igual que su camisa le quitó la banda - en cuanto a los dolores, solo ha sido por el esfuerzo. Acuestece  y habrá desaparecido al amanecer. 

¿ todos los doctores hacían algún cursillo motivacion y slogans?

Lo observó recoger sus artefactos y lo acompaño hasta la puerta.

- oh gracias - dijo ella ante el gesto de galanteria del doctor dejándola salir de la habitación  seguida de él.

- Buenas noches Señorita Williams- estrechó su mano y prosiguió a alejarse. 

Simultáneamente Kelsy cerró los ojos con fuerza. No se atrevía a alejarse ni un paso más del umbral, mordió su labio inferior intentando llenarse de valentía,  actitud para abandonar  la habitación; para abandonar a Ryan.

El doctor miró tras de si y levemente la sonrió como quien comfirmaba algo y afirmaba que el secreto que era ese algo estaba guardado.

Tras una complice sonrisa a quien si ella fuese cinderella apodaria su ada padrino, Kelsy se dio la vuelta. 

La cama ya estaba imponente  a mitad de la habitación. La única luz era tenue. Caminó   hacia la cama;  apesar de todo  era inconfundible su silueta y todos sus metros de altura y muscular anchura,  lo observó bajo la luz amarillenta de la lámpara de mesa. 

No sabía que estaba haciendo, solo quería hacerlo. 

Fue hacia el baño y armandose  de una toalla empapada en un poco de agua fría empezó a restregarlo en su rostro con sutileza.Parecía  estar un tanto empapado bajo una capa de sudor.

Refrescó su cuello también, consultandose mentalmente si no seria ilegal estar alli sin invitación alguna, ya la consulta habia terminado.

Era cuestión de buena samaritana,echo así no había nada indecoroso. Intentó mover la sabana viendo la venda alrededor de su abdomen desnudo. Fue tal su consternación que lo tocó ligeramente; los contornos  se entreveian morados.

¿Porque dejarla a su suerte para luego pelearse por ella?, pensó.

Talvez la respuesta es que era neoyorquina y no entendía de costumbres de la realeza londinense.
Suspendió su tacto inmediatamente cuando Ryan emitió  un quejido. Tenía los ojos entre cerrados.

- ¿quién eres? - la preguntó  con la voz pesada  esforzandose por estar consciente y Kelsy  lo limpió aún más del sudor de su rostro.

- Soy... Kelsy - se acercó un poco más a  él sentándose junto a su hombro.

- ¿Kelsy? - hizo una casi imperceptible mueca de dolor- ¿ Mi Kelsy? - preguntó con los párpados abatidos cayendo de vuelta en su profundo sueño. 

Hubo algo en esa pregunta que se sentía supremamente bien y la Mar de extraño. Sintió mariposas en el estómago  pero el príncipe estaba cayendo en un profundo sueño.

- Si - Kelsy respondió riendose con lagrimas en los ojos mientras acariciaba su pelo - No hagas esfuerzos Derby - acarició su rostro sintiendo un nudo en la garganta.

- Kelsy - musitó dormido el paciente que no iba a hacer esfuerzos aún si quisiese porque era inevitable su descanso.

- shhh, descansa - Kelsy se levantó de su lado y rodeando la cama ocupó el lugar en ella que ya empezaba a correspoderla puesto que no era la primera vez que servía de Co-dormidora.

Gracias por su paciencia
Se que más o menos tengo mi vocación escritora abandonada.

CAPÍTULO DEDICADO A TODOS LOS PACIENTES LECTORES DE ESTE LIBRO (Y LOS IMPACIENTES TAMBIÉN).

Con amor Itzqueeny12.   :)