Tenemos algo que os pertenece

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Si, hasta entonces todo habia ido bien.

Hasta que dieron las una de la mañana y todo lo que quería era quitarse el vestido, cambiar de zapatos o descalzarse, pero sobretodo saber que se traían entre manos el elenco de su marido y su amigo.  No era secreto que habia doblado la seguridad alrededor de la casa.

Existia una sobriedad repentina entre ambos hacía ya media hora. Media hora en la que se despidió de Sharon y  Aris quienes fueron escoltados de vuelta a casa por la policía. Una tropa del inspector Philips.

Parecían estar secreteandose y estaba determinada a averiguar porqué. Se acercó a Ryan quién hablaba con Prescott, estaba sumamente serio y podía ver que estaba enojado. El Gobernador  estaba vociferando algo con suma discreción tomándole de los hombros como si quisiera evitar algo haciéndolo entrar en razón y Prescott colaboraba con él haciendo llamadas y señas a  sus hombres.

Las de Agatha y un par de hombres habían vuelto a casa  hacia media hora también, Si esto era ocasión de preocuparse ¿por quién debería hacerlo?

Se acercó a ellos a paso rápido,  justo a tiempo para oír el nombre de Aris.

- Ryan ¿qué  está pasando? - preguntó ella viendo cómo ambos hombres elegían guardar silencio titubeantes - has dicho Aris, ¿ qué pasa con Aris ?

- Son ellos... - dijo Prescott  presentando el teléfono en altavoz entre los presentes.

- Buenas noches Señores, Tenemos algo... que os pertenece- decía una voz macrabramente tranquila  mientras en el fondo se oían gritos  de quien reconocía como su amiga - Wall street ahora, Derby - su voz se tornó amenazante - Sin autoridades, sin llegar tarde - hubo un pausa -  O empezare a aburrirme y...  

- Allí estaré- interrumpió Ryan  mirando a la inquieta Kelsy  que se tapaba la boca con ambas manos de la angustia, la miraba fijamente con distante actitud.

- oh que cooperación. Te... esperamos - dijo la voz con sorna antes de colgar.

- Ryan tienen a Sharon - le dijo Kelsy  a este sin poder evitar las lágrimas- pero no quiero que te tengan, no vayas.

-  sino voy,  será catastrófico. Williams.

-  lo se. Lo entiendo, pero puede ir Prescott o el inspector  Philips. Ambos son muy capaces. Tú eres su diana, estos tíos te tenderán una trampa y... y... y... te matarán- Kelsy tartamudeaba de la angustia.

- eh eh eh -  la tomó de las mejillas y la beso apasionadamente. Con ese beso Kelsy supo que  certeramente iría y que pase lo que pase prometía que volvería - escuchame- la miró a los ojos- tengo que ir. Esta es la única manera de  acabar con todo esto. Tarde o temprano tendré que acabar con todo esto.

Kelsy le observó  sin habla y aceptando el echo de qué podía ser novia, prometida, esposa y viuda en un día; le beso y lentamente asintió.

- buena Chica. Te dejare a cargo del señor Philips y  sus tropas, pero tienes que quedarte con  Scott, es la mano derecha de prescott  y está noche será la tuya ¿ De acuerdo?  No te alejes de él Kelsy. Ven aquí- por Segunda vez vio el miedo en sus ojos y sabía que reflejaban los suyos.

Scott se personificó junto a ellos y entregó a Ryan un chaleco anti-balas.

Prescott le hizo una seña y él asintió volvió a tomarla de las mejillas como antes y descanso su frente en la suya.

- Si algo te  pasase, entonces sería lo mismo que estar muerto Williams. Quedate en nuestra habitación y  encomienda cualquier cosa  a Scott - acariciaba su pelo suavemente, tiró de la peineta de manera que se soltaron los rizos con naturalidad - te ves hermosa.

- apenas puedo verte - se rieron ambos el pelo le cubría la cara  en cascadas - no dejes que te maten, tengo pensado mucho años juntos Derby. Largos y viejos años - lo miró a los ojos pero el cerro los suyos.

- volveré-  de pronto  se separó y sin mirar atrás salió de la casa con prescott y fue la última vez que le vio en horas.

- Señorita Williams - la llamó por unesima vez el inspector Philips que parecía perseguirla como un imán al metal - se dio la vuelta con la taza de té verde en manos, Kelsy llevaba puesto un camisón de satén púrpura que con el chal le llegaba hasta los tobillos. Tenía entendido que era un regalo de bodas de parte de  Constance, supuestamente sexy.

- oh Dígame, Señor Philips- Respondió con cortesía, sonriente.  Intentando cuanto antes quitárselo de encima, la inactividad de Ryan la estaba matando. No tenía ni un mensaje. No había noticias de él y ahora lo último que quería era mantener alguna conversación, aunque...el pobre hombre seguramente solo pretendía hacer su trabajo.

- He pensado que para distraerse porqué ... ¿no le doy un paseo en toda la casa? hay unos jardines sublimes y un establo...Para calmar sus nervios, ya sabe. - se ajustó el cinturón  sobre la barriga y sonrió con galanteria.

- Bueno señor Philips  me resulta muy buena idea, pero como comprenderá  mi esposo me ordenó quedarme exclusivamente en la habitación de momento - respondió Kelsy mirando la puerta de servicio por si salía Scott.

- oh, entiendo- se balanceo- Es usted bastante cautelosa - respondió él con sorna.

- mi esposo, es bastante cauteloso si- convino Kelsy tomando de su té  debería esperar a Scott para escoltarla a su habitación como la había convenido, no podia irse sin más.

- Bueno- rodeó la isla de la cocina a pasos lentos -  tiene sentido, si fuese al revés no estaría usted aquí- comentó con ironía mientras  sonreía- ¿verdad Señorita Williams?

- Señora Derby - Kelsy miró a Scott quien aparecía idoneamente  por la puerta. Su modo de llamarla tuvo toneladas de énfasis, como recordando al señor Philipsque  su estatus social ahora era otro - Es tarde, la acompañaré de regreso a su habitación, porfavor siga por aquí - la hizo un ademán con su mano señalando la salida.

- oh, Gracias Scott - se puso en marcha y sonrió apologética a el señor Philips a quien también agradeció antes de irse a donde todo la recordaba a Ryan.

Itzqueeny12.

KELSY : Numero DesconocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora