Capítulo 13

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Dos capítulos 🙂😋¿listos?

Nunca percibí  que Ryan podría ser el hijo de puta que me arrastró al coche y que me sacaba de el de tan mala manera.

Trastabille en las escaleras que llevaban a la segunda planta y los demas se quedaron de espectadores en el vestíbulo y en el salón. Deducia que me llevaba hasta mi habitación, solo ha dios sabe que. Todo de la casa ahora me daba mal rollo y no le iba a dar el gusto de protestar asi que me quede callada y me deje arrastrar cruzando desgraciadamente con la vieja malhumorada del otro día. Costance, que paró docilmente a mitad del pasillo con una cara de satisfacción ante mi mala suerte.

- insolente - musito ella con desgana mientras reanudaba su camino en dirección contraria.

Con los tirones y toda la mala leche acumulada, teniendo en cuenta que cada vez que decía palabrotas Ryan parecía darme un sermon con la mirada  y que todo esta mala racha no me la tenía merecida decidí no dejarme hacer. bueno, al menos no por ella.

- ¡metete tu insolencia por el culo! -  vocifere sintiéndome en todo mi elemento y con satisfacción admire como se quedo echa de piedra a final del pasillo hasta que no pude disfrutar de ver mucho porque su jefe me metió en mi habitación y cerró la puerta. 

Hogar agrio hogar.  todo estaba como lo había dejado.

El tintineo al otro lado de la puerta me quitó de mi ensañamiento. Yaves, eran yaves. El muy cabrón me estaba encerrando con yaves.

Corrí  a  la manija y la torne varias veces con brusquedad. Esta no cedia. Torne seguidamente y dio el mismo resultado.

- RYAN- vocifere - Ryan - sarandee la puerta- Ryan abre la puerta - la aporree - abre la puta puerta - sacudi la puerta intentando abrirla pero sus pisadas ya se estaban alejando.

Y mi encierro quedaba mas que claro.

Esa noche no hubo cena para mi, Agata me susurraba en la conversación  que teniamos entre ella y yo con la puerta como el posible unico testigo. Su Jefe salió colerico a buscarme  y cuando me encerró se puso peor pateando un saco de box que estaba en el gimnasio en el ala este y sugiriendo que nadie se interpusiera. Bueno, ella llegó y se fue cuando tuvo,  encambio de su jefe. Ryan, no volví a saber esa noche.

El suelo estaba pulcro pero poco confortable, me desperté despacio sintiendo mis huesos crujir en protesta por mi mala elección  de cobijo. No me acordaba de todo los sucesos pero bien sabía que me había desmayado por un golpe suyo. Mi frente ardía,  me lo toquetee y hice muecas de dolor viendo mis dedos manchados de mi propia sangre, sabía que ya no quería seguir aquí  y no iba a ser la primera vez que me escapaba de una casa de acogida. Me había defendido  patee su cuerpo  en el suelo, le habia echado una buena pocion de coca en la litrona de cartón. Cogí el palo de escoba con el que él me había golpeado, esta ves lo tenía yo y él es el que estaba en desventaja.

Aseste mi primer golpe en las rodillas y  empezó a llorar como un bebé, al menos podía mantener la dignidad, yo no metía ruido, por dos razones : para que no llamasen a la policía  y para volverme mas fuerte. Le pegué en ellas sin piedad como solía hacer conmigo para evitar que  fuera a clase he intentar ponerme las manos encima cuando no estaba su mujer.

- Jodete cerdo - le escupi. Caminé arrastrando el palo y aporree su espalda justamente  contra las costillas, se sentía bien cobrarle sus palizas que no llegaron a  lo que me haría si seguía aquí, asi que deje el palo y vi como él caía en la inconsciencia, tampoco eramos iguales,  asi que símplemente me fui.

- Kelsy -  reconocí la voz de Ágata - Kelsy - Ágata  me sarandeo.

Abrí los ojos y los frote por la luz del sol entrando en las ventanas  corridas por ella seguro.

KELSY : Numero DesconocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora