Capítulo 66: Los 15

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En el oscuro y frío vacío de espacio, Unicron viajaba de planeta en planeta buscando devorarlos por completo con ayuda de sus siervos terrorcons, aniquilando especies xeno por completo, algunos mundos exoditas y orkos de por medio dieron satisfacción a Unicron de su hambre insaciable, vagando por el espacio en búsqueda de nuevos bocadillos que lo alimentasen momentáneamente.

Pero para su suerte sus censores escanearon y detectaron una fuente de alimento hecha completamente de materia biológica, no era lo mismo que mundos llenos de minerales pero comida era comida, partiendo en su búsqueda através de un sistema bastante familiar para él, Alpha Centauri, hogar de su antiguo archienemigo desde el origen del universo para su antigüedad, Primus, ahora llamado Cybertron.

Al acercarse aún más observó algo peculiar en su antiguo rival, estaba inactivo, casi muerto por no afirmarlo completamente, la guerra civil cybertroniana había causado estragos catástroficos dentro del corazón de su rival, una ventaja que no desperdiciaria para consumirlo y obtener todo el poder, así que dio giro inesperado en su rumbo hacia Cybertron.

Mientras tanto, aquellas señales de planetas ricos en materia orgánica comenzaban a hacerse más fuertes conforme avanzaba al lugar donde se suponía que estaría Primus, algo un tanto extraño pero no inusual, después de toda su travesía espacial devorando mundos había observado variedad de especies alienígenas biológicas capaces de viajar através del espacio sin la necesidad de usar tecnología, aunque esas bioformas habitaban bajo circunstancias bastante específicas y en condiciones relativamente extraordinarias, por lo que se extraño al detectarlas en el sistema centauri.

Poco a poco sus escaneres detectaron algo que lo dejó sorprendido, no eran criaturas pequeñas, no, eran planetas vivientes hechos de material orgánico con apendices sobresalientes navegando por las estrellas cual medusas en el inmenso océano estelar, detectó un total de 3 que viajaban unidas cual manada, Unicron no estaba acostumbrado a la vida vegetal, mucho menos la orgánica en base a carne, pero si esas cosas podían servir como combustible, las consumiria para encontrar a su hermano.

Al acercarse lentamente cual cazador a su presa, aquellas bioformas parecieron darse cuenta de su presencia al tomar una pose defensiva si es que le podía llamar de alguna manera, arrojando meteoritos de distintos tamaños hacia su corteza planetaria, un intento valiente de detenerlo pero poco efectivo causando risas del temible coloso de origen ancestral, ¿qué se creian estas cosas como para hacerle frente a él, el dios del caos, consumidor de mundos, asesino de planetas?, acercandose aun con mayor velocidad mientras preparaba su mandíbula dentada para consumir a estos seres inferiores, de no haber sido por una presencia inesperada causarle una sensación extraña recorrer su colosal pero frío cuerpo, un sentimiento de hormigueo en las zonas donde habían impactado los múltiples meteoritos de estos planetas vivientes.

Tratando de observar con mayor detenimiento desde múltiples perspectivas en su ser, los vio, humanoides qué parecían tener múltiples apéndices semejantes a tenazas y tentáculos invadir su corteza para buscar la manera de introducirse aun más en su ser como una plaga, no eran de gran problema para su ser, algunas torretas y cambios menores en su transformación lograron acabar con ellos, pero comenzaron a llegar aún más de estas cosas hacia él conforme los leviatanes planetarios se acercaban a él en un claro rodeo, no eran seres comunes, al igual que él eran devoradores de mundos, pero ellos tenían un nombre al igual que Unicron, traídos desde lo más oscuro de la galaxia, la peor plaga conocida para la humanidad, Los Necromorfos.

Unicron al no tener sirvientes más allá de sus propias defensas en base a torretas y cañones fue presa fácil del avance necromorfo destruyendo las defensas principales, algo muy curioso ante su mirada fue el movimiento de estos seres principalmente hacia su núcleo, su spark, no lo haría fácil para ellos y decidió transformarse en su forma alterna para dar mejor pelea, sus colosales alas de metal hicieron acto de presencia ante las. lunas hermanas como una declaración de guerra, enviando aún más bioformas al ataque mientras cernian sus tentáculos planetarios hacia él con intenciones de consumirlo como un bocadillo más, algo rechazado por Unicron al dar pelea como nunca antes ante la atenta mirada de Primus.

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