Capítulo 41: El despertar

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!! Vamos, vamos, muevanse hijos de Lemann, ¿quieren vivir por siempre?!!.

Fueron las palabras de Rico mientras guiaba a los Lobos de la Federación rumbo a las cañoneras mientras su nave era atacada por guadañas de muerte necron, los cazas trataban de limpiar el área y mantener un perímetro estable mientras la flota de Lemann enfrentaba a los temidos acorazados clase sepulcro pirámide, Incursores y cruceros clase guadaña.

Johnny subió a su cañonera junto a su escolta personal mientras se escuchaba el rugir de los cañones pesados de la Federación - !Escuchenme bien muchachos, nuestro objetivo es llegar a la nave principal junto a los Lobos espaciales y acabar con su líder de raíz, maten a todo xeno que se atraviese en su camino, ENTENDIDO!! - grito mientras se colocaba su casco y la cañonera comenzaba a despegar - !!SEÑOR SI SEÑOR!! - Fue su respuesta mientras la cañonera salía del hangar rumbo a la nave insignia necrón, detrás de ellos le seguían más cañoneras y cazas que luchaban contra naves necrón.

Mientras que en la Hrasvelher Lemann se reunía con su guardia personal y un equipo de exterminadores listos para recibir órdenes - !!Muy bien hijos de Fenris, Rico y sus muchachos nos abrirán paso en la nave de esos malditos xenos para activar la baliza de teletransporte, cuando esté listo el teletransporte, nos uniremos a la fiesta y mataremos xenos, POR FENRIS, POR EL IMPERIO, POR EL EMPERADOR!! - Le siguieron gritos de guerra por parte de sus hijos y el impacto de un arco relámpago en el casco de su nave, esto sería una masacre.

La cañonera de Rico rápidamente fue escoltada por múltiples cazas e interceptores imperiales seguidos de más cañoneras listas para el asalto masivo contra la nave insignia, un acorazado sepulcro clase pirámide perteneciente a un tal Varagon Drakvir, lo que siguió fue un intenso combate en el que cazas, interceptores, cañoneras y bombarderos luchaban entre si, varios bombarderos lanzaban ataques contra las colosales naves necron, los cazas necron parecían ser Imparables, ya que por cada caza xeno destruido, 5 imperiales eran derribados, los imponentes acorazados imperiales resistian impactos de armamento xeno que ponía aprueba los escudos de vacío, armas de ambos bandos rugian demostrando su poder ante las naves del enemigo, escuadrones enteros se encargaban de destrozar baterías anti aéreas y hangares con el fin de evitar el despliegue de fuerzas enemigas, hubo embistes entre navíos llegando a chocar campos de vacío y cascos de naves contra otras, abordajes con múltiples naves de transporte hacia los puentes de mando y hangares resultando en enfrentamientos encarnizados, bolters, rifles pesados y cañones gauss resonaban entre pasillos con cuentos de muertos, lastimosamente los xenos se teletransportaban hacia las naves haciendo estas batallas un largo infierno, uno que se saldaba con sangre imperial.

Durante su trayecto múltiples naves fueron derribadas perdiendo gran parte de los efectivos, sus sacrificios no serían olvidados por los lobos espaciales, el recorrido comenzaba a hacerse más difícil dada la intensidad con la que eran fijados en la mira de distintas naves con el fin de destruirlos, obligando a los pilotos el maniobrar entorno a la nave insignia, hasta que Rico se canso de esto y decidió hacer un movimiento algo desesperado pero letal, contactandose con un acorazado cercano para dar la orden de abrir fuego con todas las baterías posibles y forzar la caída del escudo de vacío, teniendo apoyo por parte de múltiples bombarderos y cañoneras que hicieron añicos el escudo de vacío no sin antes perder el acorazado imperial ante un ataque suicida tras haber sido dañado críticamente por el acorazado necron, con los escudos caídos Rico ordenó un salto desde sus transportes hacia la nave xeno utilizando sus jetpacks como método de propulsión principal.

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