Capítulo 71: El rey dorado

428 21 20
                                    

En la órbita de Macragge, abordo del orgullo de Ultramari, Guilliman organizaba papeleo dedicado a múltiples áreas, sector agrario de mundos agrícolas, diezmo planetario de todo el sector Ultra, inversiones militares para la creación de vehículos y armas, mantenimiento bélico, sectores laborales, etc, un dolor de cabeza cada vez mayor conforme las amenazas más peligrosas se cernian sobre sus dominios.

Cada papel estaba lleno de un sin fin de datos a evaluar que debían ser agregados o descontados a los fondos imperiales, centavo por centavo la cuenta subía y bajaba cual marea terrestre, otros tenían informes de operaciones militares con resultados variables, reportes de avances en la infraestructura civil, bélica, y eso sin contar las pérdidas por constantes ataques xenos a mundos de importante valor tanto estratégico como económico, realmente debía ver cada papel o archivo para saber la cantidad de fondos exacta que le quedaba.

La mirada del primarca yacia cansada, con ojos rojos y párpados pesados, sus dedos cada vez pesaban más con el cansancio de ver dígito por dígito, su mente apesar de estar hecha para soportar el estrés y desgaste mental genéticamente requería descanzo por lo menos de 5 min para enfriarse, hacia semanas no dormía, su última batalla en campo abierto fue una victoria pirrica contra una flota Yuuzhan vong en la cual perdió la mayoría de sus cazas ante una emboscada utilizando organismos que generaban pulsos electromagnéticos, múltiples compañías fueron diezmadas, almenos 3 titanes imperiales menores de su legio personal fueron abatidos, las naves en órbita sufrieron daños considerables y pérdida de recursos valiosos durante batalla, descuido su imagen e higiene por la seguridad del imperio y solo comía raciones militares en vez de los lujosos banquetes que antes gozaba.

Los días no eran contados por su mente al completo, desconocia hace cuanto había comenzado con este papeleo y realmente necesitaba un respiro, aunque este llegaría en 3 horas dado el cronometraje de sus horas para cualquier situación, desde comida, descanzo y papeleo, esta era la otra cara de la moneda en un conflicto bélico, la administración bélica y monetaria, almenos no era la de todo el imperio como en su destino original, pero aún así era algo odioso el tener que hacerlo.

Antes de que pudiese continuar, unos golpes resonaron en la puerta de su oficina, sus hijos sabían que el primarca no debía ser molestado, los servidores únicamente entraban a darle comida y retirar la basura, sus hermanos estaban muy lejos, así que la duda lo llevo a dejar pasar aquel invitado desconocido a la oficina, el resultado, una visita de Sigmar Heldenhammer junto a su madre trayendole comida digna del señor de Ultramar

-" hermano, madre, ¿qué los trae a mi oficina?" - volvió a fijar su mirada en aquel papeleo sentándose en aquella silla nuevamente

-" tus guardias me han dicho que no has comido casi nada en semanas y decidí traerte tu platillo favorito, Grox asado con ensalada de verduras y Damassine de hace 50 años, come que se enfría rápido mi niño" - aquella mujer puso el platillo en la mesa de su hijo moviendo sus documentos un poco, lo suficiente para caber pero no tanto como para tirarlos o desacomodarlos, conocía bien a su hijo

seguido de su madre, Sigmar tomó la palabra - "Y yo decidí darte una visita sorpresa, no te he visto en campo de batalla hace tiempo y quería saber como. te encontrabas, me encontré a tu madre de camino y decidí acompañarla" - su barba no pudo ocultar una sonrisa leve dirijida hacia su hermano

-"se los agradezco mucho, pero tengo papeleo que hacer y no tengo mucho tiempo para los 2, vengan en 3 horas y tendre 5 minutos para ustedes" - trato de seguir con sus papeles pero la mano de su madre se interpuso

-"mi niño ve cómo estas, te ves cansado, hueles horrible aun con tu armadura puesta, no has comido y apenas comes, en este instante vas a comer lo que te traje, te darás un baño y dormirás tus 8 horas de sueño, yo me encargaré de este desastre" - Guilliman quizo refutar pero el cansancio pudo con él y decidió comer aceptando lo traído por su madre, después de todo ella seguía siendo superior a él

La galaxia en llamas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora