La galaxia en llamas

Capítulo 64: El asedio de las bestias

Si bien parte de los enemigos de la humanidad estaban acostumbrados a dejar tirados los cadáveres o saquearlos, hay un enemigo del cual se habla con temor, ya que profana el cadáver y lo transforma en algo horrendo, asqueroso, repulsivo y desagradable, los llaman "bestias" porque nadie sabe como llamarlo, pero con el paso de nueva información de las distintas razas del manto y de la UNSC, se le da un nombre, FLOOD.

Un antiguo enemigo de los forerunner y humanos ancestrales cuyo legado aún hace estremecer a grandes potencias como el Covenant o la propia humanidad, ya que es un enemigo el cual no para de absorber conocimiento y biomasa, sus formas de infección, ataque y defensa son comparables a bestias sin mente con el único propósito de esparcirse através de las estrellas cual virus.

Se sabía de múltiples contactos con ellos en algunas fronteras del imperio, en las cuales se libraron campañas de exterminio contra ellos usando toda clase de armas y estrategias, pero para su mala suerte, el flood aprende rápido, mejora sus bioformas, sus estrategias, no es un enemigo cualquiera al cual se pueda derrotar con cualquier arma a su disposición.

Para su mala suerte, el imperio no contaba con la capacidad de infectar naves para su uso en el espacio como método de infección, algo que el manto comenzó a enfrentar usando los viejos enemigos del flood, prometeos forerunner, de las pocas armas capacitadas para retener y destruir a esos bastardos, lo cual fue un detonante para que múltiples gravemind comenzacen a unir fuerzas en un asalto planetario contra la fábrica principal de armamento forerunner para el manto, Onyx, defendido por gran parte del manto y reforzada hace semanas por parte de los puños imperiales sería todo un reto el hacer caer el lugar, pero había una pequeña brecha, una no tomada en cuenta por ningún defensor de la instalación, tenían a Kerrigan de su lado y un tiránido infectado para su beneficio, lo cual hizo de una tarea imposible, un juego de niños en el que todos recibían su premio, pero necesitaban ser precisos, uniendo todas las flotas en una sola con Kerrigan y el gravemind principal a la cabeza.

El plan era simple, usaban al tiránido para llamar a una flota enjambre cercana y hacer que ellos hagan el trabajo sucio, luego eliminar la poca resistencia en el planeta, destruirlo o tomarlo y continuar el camino devorando biomasa, después de todo servía haber hecho una alianza entre 2 de los mayores peligros biológicos en la galaxia para obtener beneficios, los flood destruir a sus enemigos y los Zerg acabar con los dominios terran.

Al principio hubo múltiples problemas, como el hecho de que el organismo capturado no tenía contacto disforme con flotas tiránidas cercanas, parecía que harian el trabajo sucio después de todo, hasta que un pequeño milagro les hizo sonreír entre las sombras, restos de la flota enjambre Cronos se acercaron al lugar con curiosidad ante semejante cantidad de biomasa a su disposición, solo que el flood les dio un pequeño empujón al controlar aquel tiránido cautivo para imitar una señal de ataque masivo contra el planeta, creando una batalla en la que los colosales leviatanes tiránidos se enfrentaron a la misma falange, los rumores eran ciertos, el señor de la VII legión se encontraba en el planeta, un premio doble que no dejarían pasar, dejando que ambos bandos se matasen mutuamente mientras que ellos miraban expectantes los resultados, después de todo aquella bioflota tiránida tenía la habilidad de evolucionar en el campo de batalla contra máquinas, aunque las fuerzas del manto e imperiales hicieron frente con la ventaja numérica de su lado, destrozando lo poco que quedaba de aquella flota, aunque lo peor estaba por venir.

Durante la batalla múltiples leviatanes lograron hacer frente a las naves capitales principales de Onyx, no hicieron mucho pero los daños eran considerables y se enviaron a astilleros cercanos para su reparación inmediata, dejando solo una flota mixta como vanguardia que constaba de naves protoss, republicanas, federales, imperiales y algunas Aeldari, que si bien no eran algo de temer, debían ser tomadas con cautela.