La galaxia en llamas

Capítulo 50: Korriban

Korriban, la antigua capital de lo que en el pasado fue el glorioso imperio sith, creadores de las armas más terribles observables en la galaxia desde la vieja república, un verdadero dolor de cabeza tanto para los jedi como para la república misma, sede de los mejores duelistas y amos del lado oscuro, como olvidar a aquellos quienes fueron los "elegidos" de la profecía sith en su momento, puesto que nadie, ni siquiera los jedi pueden olvidar los nombres de Darth Revan, Exar kun, Darth plagueis, Darth Nihilus, Darth Vitiate o el mismo Darth Malgus, pero esa época de gloria llego a su fin hace mucho tiempo, ahora, Korriban no era más que un planeta inhóspito y deshabitado, ruinas tras ruinas de templos sith con restos petrificados qué contaban mil historias sobre las grandes batallas del pasado, sables de luz, blasters, vehículos derribados, parecía tierra de nadie.

- Este lugar tiene un aura.... bastante pesada mi primarca - Dijo Ahzek ahriman a Magnus mientras caminaba sobre la arena rojiza de aquel planeta abandonado milenios atrás

- Siento lo mismo Ahzek, pero no parece ser de origen psíquico, parece ser otro tipo de energía - Magnus trato de encontrar lógica alguna en sus palabras mientras sentía aquella energía oscura fluir en el planeta

- ¿Qué tipo de energía será? - Buscando lógica en algo incomprensible

- Suponiendo que nuestro amigo Skywalker tiene la misma energía persistente en él, me atrevería a decir que no procede de nuestra galaxia conocida - Magnus comenzaba a juntar las piezas dentro de su cabeza cuidadosamente

- ¿Deberíamos consultar al general Skywalker sobre este sitio? - Parecia ser buena idea en su mente

- No creo que responda, según los informes esta junto a Angron y sus compañeros en el frente separatista - La suerte no estaba de su lado este día

- ¿Alguna idea de alguien más que pueda ayudarnos? -

- No podemos arriesgarnos a que alguien fuera del imperio sepa de nuestra presencia aquí, podríamos involucrarnos en un problema aún mayor - El precio del conocimiento a pagar

Con la llegada de los mil hijos a Korriban, múltiples artefactos sith fueron redes cubiertos, aunque en su mayoría eran sables láser o viejas tecnologías de la antigua república, algo que llamó la atención del primarca al observar un patrón constante entre todo el desastre, oscuridad, caos, pero sin duda alguna, un maestro y un aprendiz que combatian por un "imperio sith", parecían conocer este tipo de "aura" o energía al punto de manipularla como lo hacían los mil hijos con la disformidad, psíquicos de gran poder y habilidad marcial impresionante con estos "sables de luz" ante cualquier fuerza enemiga, duelistas en el mejor de los casos.

Según ciertos registros, la mayoría de los autodenominados sith tenían gran conexión con esta energía mística, llegando a usarla como medio principal de ataque ante sus enemigos, los caballeros jedi, aunque otros registros hablaban sobre la corrupción del lado oscuro en múltiples adeptos pertenecientes a los caballeros jedi, llamando la atención del primarca, ya que múltiples archivos ocultos en templos, terminales e inscripciones mencionaban armas de gran poder usadas por los sith en sus guerras contra la antigua república, armas cuya mera existencia era un riesgo para sus enemigos en la república.

Los mil hijos quedaron maravillados ante el poder y conocimiento de esta cultura, la cantidad de armas, mapas y tecnología era impresionante al conocer sus fundamentos en base a la fuerza, lo que no podían comprender, era el origen de esta, puesto que poco tiempo después estudios revelaron qué Korriban no era más que un foco de concentración de la fuerza, más no el origen de esta principalmente, ya que había otros focos de concentración alrededor de la galaxia.

Aunque para su sorpresa Magnus descubrió que en uno de ellos, en el planeta llamado "Mustafar" se encontraba Lorgar y toda su legión liderando una conquista, algo un poco raro por los pocos recursos que se podrían obtener de este planeta, aunque no le dio mucha importancia al recordar sus primeras impresiones de Nocturne en su visita a Vulkan.