La noche en la casa de Hana estaba envuelta en un ambiente relajado y lleno de risas. Era evidente que Hana había hecho todo lo posible para que la pijamada fuera una experiencia divertida y reconfortante para ___. Había preparado su comida favorita, montado una sesión de películas y comprado juegos para que se distrajera de todo lo que lo estaba perturbando últimamente. Pero, aunque sus amigos se reían y disfrutaban, ___ no podía sacudirse la sensación de ser observado.
Estaban en medio de una película cuando Hana notó que ___ miraba de reojo hacia la ventana. "Hey, ___," susurró suavemente, "¿todo bien?"
___ asintió, pero su mirada volvió a la ventana. "Sí, solo... me sentí como si hubiera visto algo afuera."
Hana, siempre perspicaz, frunció el ceño y se levantó con naturalidad para caminar hacia la cocina. Desde allí, tenía una vista clara de la ventana, y cuando miró, sintió un escalofrío recorrerle la espalda. No había nada allí, pero la sensación de inquietud que brotaba de su pecho no podía ser ignorada.
Afuera, Izuku estaba esperando. Con una paciencia inquietante, se había movido sigilosamente por los alrededores, encontrando un punto desde el cual podía ver todo sin ser visto. Su obsesión por ___ había alcanzado nuevas alturas. Sentía que cada minuto que pasaba sin él era una tortura insoportable, como si estuviera perdiendo el control de la situación. Y eso era algo que no podía permitirse.
**"No te preocupes, mi amor,"** pensó Izuku, sus ojos fijos en la ventana de la casa de Hana. **"Pronto estarás de vuelta conmigo, donde perteneces."**
Mientras tanto, Hana decidió confiar en su instinto. Llamó a ___ a la cocina bajo el pretexto de necesitar ayuda con algunas cosas. Una vez allí, se acercó a él y susurró, "___, siento que deberíamos ser cuidadosos. Sé que todo esto suena raro, pero tengo un mal presentimiento. ¿Seguro que no necesitas hablar de nada más?"
___ la miró con incertidumbre. Parte de él quería soltar todo, confesarle todo lo que había estado sintiendo, las dudas sobre Izuku, los momentos en los que parecía que todo estaba demasiado perfecto para ser real. Pero otra parte de él, aquella que aún quería creer que Izuku solo era sobreprotector y nada más, le impedía abrirse por completo. "No, Hana, estoy bien. Solo… estoy un poco cansado, eso es todo."
Hana no insistió, pero su preocupación solo creció. Había algo que no encajaba, y estaba decidida a descubrir qué era.
La noche avanzó, y finalmente, todos decidieron dormir. Hana había preparado futones para todos en la sala de estar. Apagaron las luces, y el silencio llenó la habitación. Pero mientras los demás dormían profundamente, ___ continuaba despertándose con el mismo mal presentimiento.
De repente, el sonido de un ligero golpe en la ventana hizo que su corazón se acelerara. Se incorporó lentamente, tratando de no despertar a nadie, y se dirigió hacia la ventana. Miró hacia afuera, pero no vio nada. "Debe ser mi imaginación", pensó, tratando de calmarse.
Pero lo que no sabía era que, escondido detrás de un arbusto cercano, Izuku estaba observando cada movimiento. El golpe en la ventana había sido deliberado, un pequeño truco para llamar la atención de ___ y llevarlo hacia él.
Con una sonrisa inquietante, Izuku murmuró para sí mismo, "Es hora de traerlo de vuelta."
Decidió actuar. Sabía que no podía irrumpir en la casa de Hana sin causar un escándalo, pero podía manipular la situación para que __ volviera a él por su propia voluntad. Usó su Quirk para emitir un pequeño sonido en la puerta principal, lo suficientemente fuerte como para ser escuchado por ____, pero no por los demás.
___ escuchó el sonido y sintió un escalofrío recorrer su cuerpo. Algo no estaba bien. "¿Qué demonios fue eso?" murmuró para sí mismo, dudando entre quedarse o investigar.
Mientras tanto, Hana, con un presentimiento de que algo podría pasar, había dejado una luz encendida en su habitación, ubicada al final del pasillo. Desde allí, tenía una vista parcial de la entrada, y cuando escuchó el pequeño ruido, se levantó con cuidado.
Cuando ___ se acercó a la puerta principal, sintió que algo lo atraía, como un instinto que no podía ignorar. Giró la manija lentamente, tratando de no hacer ruido, y abrió la puerta un poco, lo suficiente para mirar hacia afuera. La calle estaba desierta, iluminada solo por la tenue luz de las farolas.
En ese momento, escuchó una voz baja y familiar susurrando desde un rincón oscuro, justo fuera del alcance de la luz. "____, ¿por qué te alejaste de mí?"
Izuku.
La sangre de ____ se heló. ¿Qué hacía Izuku allí? Se suponía que debía estar en casa. "¿Izuku? ¿Qué estás haciendo aquí?" susurró, tratando de mantener la calma.
"Vine a verte. No puedo soportar la idea de que estés lejos de mí. ¿Por qué me haces esto, ____?" La voz de Izuku tenía un tono desesperado, pero debajo de esa desesperación había una corriente de ira y posesión.
"Necesito mi espacio, Izuku," respondió ____, sintiendo cómo el miedo comenzaba a crecer en su pecho. "No puedo estar siempre a tu lado."
Antes de que pudiera responder, Hana apareció silenciosamente detrás de él. "___, ¿con quién hablas?"
Izuku vio a Hana y sus ojos se estrecharon. "No me iré sin ti, ___." Luego, sin previo aviso, se desvaneció en la oscuridad, dejando a ___ y Hana con más preguntas que respuestas.
Hana cerró la puerta de golpe y lo miró fijamente. "Tenemos que hablar seriamente de esto. Algo no está bien."
Con el corazón aún latiendo rápidamente, ____ asintió. Sabía que había cruzado una línea, y ahora no había vuelta atrás.
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Tinte Verde Corazón Oscuro (Izuku Yandere X Malereader)
Fiksi PenggemarLee la historia nomas