Desde el festival cultural, Izuku Midoriya no había podido dejar de pensar en el chico que conoció. ____ había aparecido frente a él como un rayo de luz inesperado, una figura enigmática que dejó una impresión duradera en su mente. No era solo su forma de hablar, con ese acento extranjero tan distinto al japonés habitual, sino también la manera en que se movía, cómo sonreía. Había algo magnético en él.
"¿Por qué estoy pensando tanto en esto?" se preguntó Izuku, sentado en su escritorio mientras intentaba concentrarse en su cuaderno de héroes. Había estado repasando notas sobre técnicas de combate, pero su mente seguía desviándose hacia el mismo punto: los ojos de ____ cuando hablaron, su voz, la manera despreocupada en que se movía por el escenario. No era normal para Izuku sentirse tan distraído.
A lo largo de los días siguientes, Izuku se encontró haciendo algo que no solía hacer: mirar por la ventana del aula, buscando algo fuera de lo común. La escuela cercana a la U.A. estaba en su línea de visión, y aunque sabía que no tenía sentido, una parte de él esperaba ver a ____ pasar por allí. Era irracional, pero no podía evitarlo. Sentía una curiosidad inusual que no podía explicar.
Una tarde, después de terminar sus entrenamientos, Izuku decidió pasear un poco más de lo habitual. Sabía que los estudiantes de la escuela cercana solían salir alrededor de esa hora, y pensó que no estaría de más dar un vistazo. No tenía un plan concreto; no buscaba un encuentro específico, solo... verlo de nuevo.
Y allí estaba ____, caminando con un grupo de amigos, riéndose de algo que uno de ellos había dicho. Izuku se detuvo en seco, su corazón latiendo un poco más rápido. No sabía por qué, pero verlo en un ambiente cotidiano, tan despreocupado, lo hacía sentir una mezcla de emociones. ¿Era envidia? ¿Interés? No estaba seguro.
Sin embargo, no se acercó. No quería parecer extraño, ni quería admitir ante sí mismo que había venido hasta aquí solo para verlo. En lugar de eso, observó desde la distancia, tratando de entender qué era lo que le atraía tanto de ese chico.
En los días siguientes, Izuku se dio cuenta de algo más. Últimamente, se había sentido más aislado de sus amigos. La presión de ser el próximo símbolo de la paz, de cumplir con las expectativas de All Might y de todos los que creían en él, lo estaba agobiando. Sentía que sus amigos no entendían completamente el peso que cargaba. Cada día, la carga se hacía un poco más pesada.
Con ____ era diferente. En el poco tiempo que hablaron en el festival, Izuku sintió que estaba con alguien que no lo veía como "Deku, el héroe en formación", sino simplemente como Izuku. Esa sensación, esa conexión que sintió en ese breve momento, era algo que quería explorar más.
Durante una de las noches, mientras estaba acostado en su cama mirando al techo, pensó:¿Y si simplemente intento conocerlo más? No como un héroe, sino como una persona. Tal vez eso aliviaría un poco su mente. Esa idea se aferró a él y empezó a tomar forma.
La semana siguiente, Izuku decidió intentar algo más directo, pero sin parecer demasiado interesado. Pensó que podría acercarse a ____ de una manera más natural, sin levantar sospechas. Decidió aprovechar la excusa de la "encuesta" que había pensado anteriormente, pero esta vez sería más informal.
Llevando una carpeta consigo, Izuku se acercó a la escuela cercana, esperando la salida de los estudiantes. Esta vez, se había preparado mejor: pensó en algunas preguntas simples que realmente podrían interesar a alguien sobre la percepción de los héroes en otros países. Cuando vio a ____ salir del edificio, respiró profundamente y caminó hacia él.
"Hola, ____," saludó Izuku, con una sonrisa sincera y una leve inclinación. "No sé si me recuerdas del festival. Soy Izuku Midoriya."
____ sonrió y asintió. "Sí, claro. ¡Eres el chico de la U.A.! ¿Cómo estás?"
"Bien, bien," respondió Izuku, nervioso pero determinado. "Estoy haciendo un pequeño proyecto sobre cómo las diferentes culturas ven a los héroes. Me preguntaba si podrías ayudarme con algunas preguntas. Es algo pequeño, pero sería genial tener tu perspectiva."
____ pareció interesado. "Claro, ¿por qué no? Suena interesante."
Mientras Izuku hacía preguntas y tomaba notas, se centraba en los detalles. No solo en las respuestas, sino en la manera en que ____ pensaba, cómo sus ojos se movían cuando consideraba una respuesta. Era casi como estudiar un objetivo para una misión, pero había una extraña sensación de satisfacción al hacerlo. Sentía que estaba empezando a conocer a ____, aunque fuera en un nivel superficial.
Cuando terminaron, Izuku agradeció a ____ y le dio su número de teléfono, "por si quería discutir más sobre el proyecto en el futuro." ____ aceptó el papel, sonriendo, sin sospechar nada.
Esa noche, Izuku sintió una extraña mezcla de euforia y ansiedad. Había dado el primer paso. No era mucho, pero sentía que estaba comenzando a construir algo. Aún no estaba obsesionado, pero sentía que su interés se profundizaba. Sabía que quería más, que necesitaba más tiempo con ____, conocer más detalles. Y con cada pensamiento, un leve toque de inquietud se instalaba en su mente.
En su cuaderno, escribió el nombre de ____, no como una obsesión, sino como una meta. No se trataba solo de un capricho. Para Izuku, ____ era un misterio que necesitaba resolver. Y mientras más pensaba en ello, más se daba cuenta de que estaba dispuesto a hacer lo que fuera necesario para descubrir todo sobre él.
La semilla había sido plantada. El tiempo diría en qué se convertiría.