Capítulo 31

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La atmósfera en la vida de ___ se volvió más pesada con cada día que pasaba. Sentía que las paredes se cerraban a su alrededor, como si estuviera atrapado en un cuarto sin salida. Aunque Hana continuaba alentándolo a mantenerse fuerte y mantener su distancia de Izuku, hacerlo era mucho más difícil de lo que parecía.

Las noches se volvieron inquietas para ___, plagadas de sueños confusos y perturbadores. En algunos sueños, veía a Izuku sonriéndole cálidamente, ofreciéndole su mano con promesas de seguridad y afecto. En otros, esa misma sonrisa se volvía oscura y siniestra, mostrando el verdadero peligro oculto detrás de cada gesto y palabra. Era un ciclo sin fin de deseo, confusión, y miedo, y cada mañana despertaba con una sensación de cansancio que ningún descanso podría disipar.

En la escuela, Hana se convirtió en su ancla. Le ayudaba a mantener la mente despejada y lo distraía con conversaciones ligeras y chistes. Pero incluso en esos momentos de aparente tranquilidad, ___ no podía evitar mirar de reojo su teléfono, temiendo otro mensaje de Izuku.

Y ese mensaje llegó durante un descanso entre clases. ___ lo leyó con el corazón acelerado:

"No he escuchado de ti en todo el día. Me preocupa que estés evitando hablar conmigo. ¿Podríamos vernos esta noche? Me gustaría aclarar las cosas."

La idea de verse con Izuku lo hacía sentir incómodo, pero había algo en el tono del mensaje que le hizo sentir que no podía rechazarlo esta vez. Hana lo notó inmediatamente.

“¿Izuku otra vez?” preguntó Hana con el ceño fruncido, claramente preocupada. “No necesitas ir si no quieres, ___.”

“Lo sé,” respondió ___, suspirando. “Pero creo que si sigo evitándolo, solo lo empeoraré. Necesito enfrentar esto, de alguna manera.”

Hana no parecía convencida, pero asintió lentamente. “Entonces no vayas solo. Yo puedo ir contigo, y me quedaré cerca por si necesitas salir rápido.”

Esa noche, ___ se preparó con una mezcla de determinación y nerviosismo. Había acordado encontrarse con Izuku en un parque cercano, uno que no estaba demasiado lejos de su casa. El aire era fresco, y las hojas de los árboles susurraban en la brisa nocturna. Hana lo acompañó hasta la entrada del parque y luego se quedó a una distancia prudente, observando de cerca.

Izuku llegó unos minutos después. Su rostro tenía una expresión amigable, pero sus ojos estaban llenos de una intensidad que ___ ya conocía demasiado bien. Caminó hacia ___ con una sonrisa que parecía dulce, pero había un toque de firmeza en su voz cuando dijo, “Me alegra que hayas venido. Realmente estaba preocupado por ti.”

“Estoy bien,” mintió ___. “Solo he estado… ocupado.”

Izuku lo miró fijamente, analizando cada pequeño gesto, cada respiración. “Siento que me estás evitando, ___. No puedo evitar pensar que alguien te está alejando de mí.”

El comentario cayó pesado en el ambiente. ___ sintió que una oleada de calor subía por su cuello. “Nadie me está alejando de ti, Izuku. Solo… he tenido mucho en mi mente.”

“¿Hana, tal vez?” insistió Izuku, su tono era suave, pero el filo detrás de sus palabras era evidente. “He notado que estás mucho con ella últimamente.”

___ trató de mantenerse calmado. “Hana es mi amiga, Izuku. No hay nada malo en eso.”

Izuku dio un paso más cerca, su voz ahora un susurro lleno de amenaza disfrazada de preocupación. “Solo quiero que estés seguro, ___. Algunas personas pueden no tener tus mejores intereses en mente. Quiero que sepas que yo siempre estaré aquí para protegerte.”

___ sintió un escalofrío recorrer su espalda. Era claro que Izuku estaba intentando manipularlo, pero había algo en su tono que indicaba que cualquier rechazo directo podría llevar a algo peor. Así que decidió cambiar la estrategia. “Aprecio eso, Izuku. Pero también necesito algo de espacio para mí. Espero que puedas entenderlo.”

Izuku parpadeó, su rostro mostrando una mezcla de sorpresa y algo más oscuro que desapareció casi de inmediato. Recuperó su compostura con una sonrisa. “Claro, puedo darte espacio. Pero no por mucho tiempo, ¿de acuerdo? Quiero asegurarme de que no te alejes demasiado.”

Antes de que ___ pudiera responder, Izuku dio un paso adelante y, de forma repentina, lo besó en la mejilla. La calidez de su aliento contra la piel de ___ se sintió invasiva, y su corazón latía con fuerza, pero no de una forma que pudiera considerar agradable.

“Cuídate, ___,” susurró Izuku mientras se alejaba, dejando a ___ parado allí, desconcertado y perturbado.

___ sintió que sus piernas temblaban ligeramente mientras se giraba para encontrar a Hana. Ella corrió hacia él, leyendo la confusión y el miedo en su rostro. “¿Estás bien?” preguntó, su voz urgente.

“Creo que sí, pero… él no lo dejará así,” murmuró ___, mirando hacia donde Izuku había desaparecido. “Hay algo más detrás de todo esto, Hana. Y no puedo seguir evitándolo para siempre.”

Durante los siguientes días, la presión aumentó. Los mensajes de Izuku no cesaron, pero ahora eran más controlados, como si estuviera cambiando de táctica. Había más preguntas sutiles, más comentarios que parecían preocuparse por el bienestar de ___, pero que en realidad buscaban ganar más control sobre su vida.

“Necesitamos encontrar una solución,” sugirió Hana una tarde mientras hablaban en la biblioteca. “Esto está afectando cada aspecto de tu vida, y él no va a parar hasta que tenga lo que quiere.”

“Lo sé,” respondió ___. “Pero ¿qué puedo hacer? Siento que cualquier cosa que haga solo lo hará empeorar.”

Hana se inclinó hacia adelante, sus ojos brillaban con determinación. “Quizás es hora de que hablemos con alguien. Un adulto. Un profesor, un consejero, tus padres. Alguien que pueda intervenir.”

___ vaciló. Sabía que involucrar a otros podría ser la mejor manera de detener a Izuku, pero también entendía que esto podría provocar una reacción impredecible de su parte. Sin embargo, estaba claro que la situación se había salido de control, y no podía seguir luchando solo.

“Creo que tienes razón,” dijo finalmente, su voz temblando un poco. “No puedo hacerlo solo. Necesito ayuda.”

El primer paso que tomaron fue hablar con un consejero escolar, alguien que pudiera comprender la gravedad de la situación y tomar medidas adecuadas. Hana lo acompañó, apoyándolo en cada momento. ___ se sintió aliviado de finalmente abrirse a alguien más, aunque el miedo a la represalia de Izuku seguía latente.

Los días que siguieron fueron una mezcla de nerviosismo y esperanza. Sabía que la confrontación definitiva se acercaba, y que, aunque podría ser peligrosa, también podría ser el principio de su liberación de la oscura influencia de Izuku.

Izuku no tardó en darse cuenta de que algo había cambiado. Sus mensajes se volvieron más frecuentes, más ansiosos, como si sintiera que algo se estaba escapando de sus manos. Finalmente, envió un último mensaje que hizo que ___ contuviera el aliento.

"Necesitamos hablar. Urgentemente."

El corazón de ___ latió con fuerza. Sabía que estaba al borde de algo grande, algo peligroso, y que esta vez, no habría marcha atrás.

Tinte Verde Corazón Oscuro (Izuku Yandere X Malereader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora