Todoroki Shoto no podía ignorar el cambio en Midoriya Izuku. Algo profundo había cambiado en su amigo, y esa transformación se reflejaba en las sutiles diferencias de comportamiento. Al principio, solo había sido una corazonada; pequeñas señales como la manera en que Izuku evitaba mirarlo directamente, o cómo sus conversaciones, antes llenas de entusiasmo y sinceridad, ahora parecían forzadas y evasivas. Sin embargo, una corazonada no bastaba para actuar, así que Todoroki comenzó a recopilar información.
Los días pasaron y Todoroki observó con cautela. Sabía que cualquier movimiento en falso podría alertar a Izuku y cerrar todas las puertas hacia la verdad. Así que, con su paciencia característica, comenzó a investigar los hábitos de Izuku más de cerca. No le gustaba espiar a sus compañeros, pero la seguridad de todos estaba en juego.
Se dio cuenta de que Izuku, en los últimos tiempos, tomaba rutas inusuales después de clases. Caminaba por calles menos transitadas, siempre en el lado opuesto de la ciudad, donde los estudiantes de la U.A. normalmente no iban. Al seguir a Izuku, Todoroki detectó que a menudo rondaba un área específica de la ciudad. Esto lo llevó a un barrio residencial que parecía fuera de lugar para los intereses típicos de su compañero.
Un día, después de asegurarse de que Izuku no lo notara, Todoroki decidió acercarse al barrio en cuestión. Caminó por las calles con tranquilidad, observando los edificios y las personas a su alrededor. No había nada particularmente extraño en el lugar a primera vista; era un vecindario común. Sin embargo, algo en su instinto le decía que había una conexión que debía descubrir.
Cuando cruzó cerca de un pequeño parque, se detuvo al ver a una chica sentada en un banco, mirando distraída a su alrededor. Tenía el uniforme de una escuela diferente, una que él sabía que no estaba asociada con la U.A. Era Hana, una chica que había visto en algunos eventos de la U.A., aunque solo de vista. Se quedó observándola a la distancia; no parecía relevante para su investigación, pero entonces notó cómo sus ojos se movían hacia una casa en particular, con una expresión preocupada en el rostro.
Todoroki decidió hacer algo inesperado. Se acercó lentamente, haciendo ruido con sus pasos para no asustarla. Hana levantó la vista al escuchar el crujido de la grava bajo sus pies y lo miró con una mezcla de sorpresa y cautela.
—Hola —saludó Todoroki, manteniendo su voz calmada—. Perdona que te aborde así. Soy Todoroki Shoto, de la U.A. Creo que te he visto antes en algunos eventos.
Hana asintió lentamente, todavía sin bajar la guardia. —Sí, recuerdo haberte visto. ¿Puedo ayudarte en algo?
—Es posible —dijo Todoroki, tomándose un momento para considerar cómo proceder sin asustarla—. He notado que alguien que conozco frecuenta este vecindario. Solo quería saber si has visto algo fuera de lo común. No quiero involucrarte más de lo necesario, pero cualquier cosa que hayas notado podría ser útil.
Hana pareció pensarlo un momento. Sus ojos volvieron a mirar hacia la casa que había estado observando antes. —¿Te refieres a Izuku?
Todoroki asintió lentamente, con cuidado de no revelar demasiado de sus propias sospechas. —Sí. ¿Lo has visto por aquí?
Hana respiró hondo, su expresión se tornó seria. —Lo he visto algunas veces. Y... también he visto cómo mira a mi amigo, ___. No sé si es algo grave, pero me da una mala sensación.
Ese nombre resonó en la mente de Todoroki. Si Izuku estaba interesado en ___, había una razón más profunda para ello. Decidió mantener la conversación y profundizar más sin parecer demasiado directo.
—¿___? —repitió, fingiendo que era la primera vez que escuchaba el nombre—. ¿Es un amigo tuyo que vive por aquí?
—Sí —respondió Hana, ahora claramente más preocupada—. No sé si debería contarte más, pero creo que él también ha notado a Izuku cerca de su casa. Me dijo que se sentía... observado.
El corazón de Todoroki se aceleró un poco. Era justo el tipo de detalle que necesitaba. —Gracias, Hana. No tienes que decirme más si no te sientes cómoda, pero si ves algo que te parezca fuera de lugar, te agradecería que me lo digas. Esto podría ser importante.
Hana asintió, su rostro reflejando la seriedad de la situación. —Lo haré. No quiero que mi amigo esté en peligro.
Todoroki sabía que era hora de acercarse a la casa de ___. Si este joven había notado algo raro, él podría confirmar lo que sospechaba de Izuku. Sin embargo, no podía simplemente tocar la puerta y hacer preguntas. Sabía que necesitaría ser más astuto. Decidió que lo mejor sería observar a ___ primero, aprender su rutina y luego encontrar el momento adecuado para hablar con él sin levantar sospechas.
Pasaron un par de días en los que Todoroki monitoreó cuidadosamente los alrededores de la casa de ___. Vio a ___ saliendo para la escuela, hablando con algunos vecinos e incluso pasando tiempo en el mismo parque donde había visto a Hana. Todo parecía normal a simple vista, pero entonces, una noche, mientras observaba desde un rincón oculto, vio una figura familiar rondando la casa.
Era Izuku.
Izuku se movía con una cautela perturbadora, como un depredador acechando a su presa. Todoroki sintió un escalofrío recorriéndole la columna. Sabía que este no era el Izuku que conocía. Mantuvo la distancia, observando cada movimiento de su antiguo amigo. Vio cómo Izuku se acercaba a la casa de ___ y permanecía allí, en la oscuridad, observando las ventanas. Era evidente que estaba esperando algo.
Cuando vio que Izuku finalmente se alejaba, Todoroki decidió actuar. Necesitaba hablar con ___ antes de que las cosas empeoraran. Decidió esperarlo en el parque al día siguiente, donde sabía que ___ a veces se sentaba después de la escuela.
Cuando Todoroki finalmente vio a ___, sabía que debía ser directo, pero no demasiado intenso. Se acercó con una leve sonrisa, tratando de no alarmar al chico.
—Hola, ¿tienes un momento? —preguntó, manteniendo un tono amigable.
___ lo miró con confusión, sin reconocerlo de inmediato. —¿Te conozco?
—No, pero soy Todoroki Shoto, de la U.A. —se presentó—. Necesito hablar contigo sobre alguien que creo que ambos conocemos: Midoriya Izuku.
Los ojos de ___ se ensancharon al escuchar el nombre, confirmando que había algo más profundo detrás de su reacción. Todoroki se dio cuenta de que estaba en el camino correcto.
—No estoy aquí para hacerte daño —continuó Todoroki—, pero creo que estás en peligro, y quiero ayudarte.
El rostro de ___ palideció ligeramente, pero asintió lentamente, dispuesto a escuchar. A medida que hablaban, Todoroki sintió que finalmente estaba cerca de entender todo el misterio detrás de la oscura obsesión de Izuku.
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Tinte Verde Corazón Oscuro (Izuku Yandere X Malereader)
FanfictionLee la historia nomas