Izuku Midoriya nunca había sido del tipo de persona que perdiera el control. Sin embargo, algo en su interior estaba cambiando. Sentía que cuanto más tiempo pasaba sin ver a ___, más se consumía en un abismo de ansiedad y pensamientos intrusivos. Cada día era una tortura constante de querer saber más, de necesitar estar más cerca, de anhelar sentir su presencia.
El día del "tour" por la U.A. finalmente llegó. Izuku había estado esperando esta oportunidad como si fuera la única manera de respirar de nuevo. Había planificado cada detalle: el recorrido que harían, los lugares que visitarían, las cosas que diría para mostrar su mejor lado, pero también para entender más a fondo quién era ___.
Cuando ___ llegó a la entrada de la U.A., Izuku ya lo estaba esperando. A diferencia de la primera vez, esta vez su actitud era más contenida, más cautelosa. Sabía que no podía dejar que su emoción y su obsesión se notaran. Quería ser perfecto.
"¡Hola, ___! Me alegra que hayas podido venir," saludó Izuku con una sonrisa cálida, pero sus ojos lo delataban; había un brillo extraño en ellos, una intensidad que ___ no recordaba haber visto antes.
"Gracias por invitarme, Izuku. Siempre he tenido curiosidad por ver cómo es la U.A. desde adentro," respondió ___, observando la arquitectura impresionante del edificio.
A medida que caminaban, Izuku se mostraba como el guía perfecto, explicando cada detalle con entusiasmo. Pero detrás de esa fachada amigable, su mente estaba trabajando a toda velocidad, analizando cada reacción de ____, cada mirada, cada comentario.
Mientras recorrían los pasillos y áreas de entrenamiento, se encontraron con algunos de los compañeros de clase de Izuku. Ochako, con su energía habitual, saludó a ambos con una sonrisa. "¡Hola, Midoriya! ¿Y quién es tu amigo?"
Izuku presentó a ___, pero sus ojos nunca abandonaron a Ochako. Un pensamiento oscuro cruzó por su mente. "¿Qué pensará ___ de Ochako? ¿Le gustará su personalidad alegre?" Una sensación molesta lo recorrió; la idea de que alguien más pudiera interesar a ___ lo hacía sentir inquieto.
Durante la visita, Izuku sugirió un descanso en una de las áreas menos concurridas de la U.A., una pequeña terraza que daba a los jardines. "Es uno de mis lugares favoritos. Es tranquilo y me permite pensar," comentó Izuku, observando de reojo la reacción de ___.
Se sentaron, y la conversación fluyó de manera natural. Hablaban de temas triviales al principio, pero poco a poco, Izuku comenzó a guiar la charla hacia asuntos más personales. "¿Has hecho muchos amigos desde que llegaste aquí?" preguntó, fingiendo un tono despreocupado.
"Sí, he conocido a algunas personas geniales," respondió ___ con sinceridad. "Algunos de ellos también son argentinos, así que me ha sido fácil conectar."
El corazón de Izuku se contrajo. "Personas geniales..." repitió en su mente. Aunque intentó ocultarlo, una sombra de celos se instaló en su expresión.
"¿Y alguna vez has sentido que... confías tanto en alguien que podrías contarle cualquier cosa?" Izuku lanzó la pregunta con suavidad, observando atentamente la reacción de ___.
"Creo que sí, pero es algo que lleva tiempo, ¿sabes?" respondió ___. "Es difícil encontrar a alguien en quien realmente puedas confiar."
"Entonces aún hay tiempo," pensó Izuku, sintiendo un pequeño alivio. "Aún puedo ser esa persona..."
La tarde pasó, pero en la mente de Izuku, las ideas y pensamientos daban vueltas. Cuando ____ se despidió para irse, Izuku sintió un pánico momentáneo al verlo alejarse. "Oye, espera," lo llamó impulsivamente. "¿Te gustaría salir a cenar alguna vez? Tal vez así podamos hablar más tranquilamente, sin tanto ruido alrededor."
____ sonrió. "Claro, me parece buena idea. Podemos coordinarlo por mensaje."
Izuku asintió, pero mientras lo veía desaparecer por el camino, sintió una punzada de inquietud. Las palabras "personas geniales" resonaban en su mente, y algo dentro de él se endurecía. Esa noche, de vuelta en su habitación, su obsesión se hizo aún más evidente.
Se sentó frente a su computadora, abrió el perfil falso que había creado y comenzó a revisar nuevamente las publicaciones y fotos de ____. Notó una nueva foto, una con uno de sus "amigos geniales", y su expresión se volvió tensa. "¿Quién es él? ¿Por qué sonríe tanto a su lado?"
Pasó las horas buscando información sobre aquel amigo. Se imaginaba posibles escenarios en los que ese "amigo" pudiera convertirse en un obstáculo. Y así, la primera chispa de un pensamiento oscuro surgió. "Si alguien intenta interponerse... no lo permitiré."
A partir de entonces, Izuku empezó a seguir a ____ de manera más constante, aunque siempre se aseguraba de mantenerse oculto. Aprovechaba los momentos de descanso en la U.A. para caminar hacia el colegio cercano, buscando alguna oportunidad de verlo de nuevo. Su presencia se volvía más constante, más inquietante, pero también más cuidadosa.
Un día, mientras caminaba cerca del colegio de ____, vio a ____ hablando con dos amigas. Sus risas llenaban el aire, y el corazón de Izuku se aceleró. Su mente comenzó a imaginar escenarios donde esas amigas podrían alejar a ____ de él. "No... no puedo dejar que eso pase," pensó, apretando los puños.
Sin embargo, sabía que no podía hacer nada precipitado. Por ahora, lo más importante era seguir acercándose, ganándose la confianza de ____. Tendría que ser sutil, cuidadoso. Pero mientras tanto, podía comenzar a planear cómo eliminar las posibles "distracciones".
Esa noche, Izuku envió un mensaje a ____ para confirmar la cena que habían planeado. Decidió elegir un lugar que sabía que le agradaría, un restaurante tranquilo y apartado. Cuando llegó el día, Izuku se vistió con esmero, intentando parecer lo más natural posible.
La cena comenzó con risas y una conversación ligera, pero a medida que avanzaba la noche, Izuku no podía evitar ir tocando temas más personales. "¿Alguna vez has sentido que alguien se preocupa por ti... más de lo que crees que debería?" preguntó, observando cómo reaccionaba ____.
"Supongo que sí... a veces hay personas que son muy intensas," respondió ____, sin captar la verdadera intención de la pregunta.
Izuku asintió lentamente, sonriendo. "Sí, intensas... a veces las personas hacen cosas inesperadas por aquellos a los que realmente les importan."
Mientras caminaban de regreso, la luna brillaba sobre ellos. Izuku se sentía cada vez más ansioso, pero también más determinado. Sabía que tenía que seguir adelante con cuidado. Por ahora, sus pensamientos más oscuros se mantenían en la sombra, pero en su corazón, la obsesión había echado raíces profundas, y cada día que pasaba se extendían un poco más.
Esa noche, Izuku volvió a su habitación con una sonrisa suave, pero su mente estaba llena de planes. Tendría que tomar medidas para asegurarse de que ____ permaneciera a su lado. Sabía que no podía confiar en nadie más, que todos los demás eran un riesgo. "No dejaré que nadie te aleje de mí, ____," pensó, sintiendo cómo la obsesión seguía transformándolo lentamente.
Con cada paso que daba, la línea entre amor y obsesión se hacía más borrosa, y el corazón de Izuku se oscurecía más.
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Tinte Verde Corazón Oscuro (Izuku Yandere X Malereader)
FanfictionLee la historia nomas