Capítulo 20

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El sol de la mañana se filtraba suavemente a través de las cortinas de la habitación de ____, iluminando su rostro con una calidez que solía ser reconfortante. Pero esa mañana, despertó con una sensación diferente: una mezcla de ansiedad y desconfianza. El peso de la noche anterior aún colgaba sobre sus hombros, como si un velo invisible hubiera caído entre él y el mundo que conocía.

Desde que tuvo aquella conversación con Izuku, donde parecía que finalmente había entendido que necesitaba su espacio, algo en él no cuadraba. Las palabras de Izuku eran correctas, perfectas incluso, pero el tono, la mirada, todo parecía calculado, casi como si hubiera algo más detrás de su preocupación. En algún rincón de su mente, ____ sabía que la verdad era más oscura de lo que parecía.

Se vistió rápidamente y decidió tomar un camino diferente hacia la escuela, uno más largo y lleno de gente. Aún no entendía por qué lo hacía, pero parte de él quería estar seguro de que nadie lo seguía. Mientras caminaba, sintió cómo la paranoia se iba apoderando de él. Una y otra vez, miraba sobre su hombro, tratando de descubrir si alguien lo estaba observando.

A lo lejos, Hana lo vio caminar solo y se apresuró a alcanzarlo. "¡____! ¡Buenos días!", saludó alegremente, pero al acercarse, notó la expresión seria de su amigo. "¿Estás bien? Te ves... preocupado."

"Ah, Hana, buenos días. Sí, estoy bien, solo un poco cansado, supongo", respondió ____, intentando sonar despreocupado. Pero Hana, como la amiga cercana que era, notó el temblor en su voz.

"¿Es por Izuku?" preguntó de repente, sin rodeos. La pregunta golpeó a ____ como un balde de agua fría. "He notado cómo siempre está cerca de ti, como si no quisiera que estuvieras solo."

"¿Izuku?" ____ fingió sorpresa, aunque por dentro sabía que Hana había tocado un punto sensible. "No, él solo es muy protector."

"Sí, protector..." Hana suspiró. "Pero, ¿no sientes que es demasiado? He visto cómo te sigue con la mirada cada vez que hablamos. Y cuando estuve en tu casa, fue extraño cómo te llamó dos veces solo para saber cómo estabas."

____ la miró fijamente. Su mente estaba a punto de estallar. ¿Acaso Hana tenía razón? ¿Acaso Izuku estaba sobreprotegiéndolo hasta un nivel enfermizo? Pero, ¿por qué? Siempre había sentido que podía confiar en Izuku, que solo quería su bienestar... ¿o acaso no?

"No lo sé, Hana. Últimamente, me he sentido un poco extraño con todo. Es como si... algo no estuviera bien, pero no puedo decir qué es." La sinceridad en la voz de ____ hizo que Hana se sintiera aún más preocupada.

"Deberías tener cuidado, ____. No quiero que algo malo te pase." Hana le dio una suave palmadita en el hombro. "Si necesitas hablar, estoy aquí para ti."

Más tarde, en la escuela, ____ no pudo concentrarse en las clases. Su mente seguía dando vueltas a lo que Hana había dicho. Y, sin darse cuenta, sus pensamientos lo llevaron de vuelta a su conversación con Izuku, los comentarios sobre su seguridad y su deseo de estar cerca. ¿Era eso una señal? ¿O solo estaba exagerando?

Pero lo que ____ no sabía era que, mientras tanto, Izuku estaba mucho más ocupado de lo que imaginaba. En la tranquilidad de su habitación, Izuku revisaba las grabaciones de seguridad que tenía en el teléfono. Aunque ya no podía ver a ____ directamente en las cámaras de la casa de sus padres, había encontrado otra forma de vigilarlo: rastreadores ocultos.

Izuku había instalado un diminuto rastreador en la mochila de ____, y cada paso que daba era monitoreado cuidadosamente. Sus ojos no dejaban la pantalla, donde pequeños puntos representaban los movimientos de su querido ____ en el mapa de la ciudad. Cada vez que el punto se detenía, Izuku imaginaba la conversación que tendría con él, los momentos de celos cuando lo veía detenerse cerca de otra casa o cuando pasaba más tiempo con Hana.

Esa tarde, cuando ____ regresó a casa, su madre notó su actitud inusualmente silenciosa. "¿Todo bien, cariño?" le preguntó con una mirada de preocupación.

"Sí, mamá. Solo un poco cansado, creo", mintió ____, sin querer preocuparla más de lo necesario.

Pero su madre no se dejó engañar. "Hana llamó mientras estabas fuera. Dijo que si querías, podías quedarte en su casa este fin de semana. Tal vez te haga bien despejarte un poco."

____ lo pensó. Quizás Hana tenía razón. Quizás necesitaba alejarse un poco de todo, incluso de Izuku. Asintió. "Sí, eso suena bien."

Esa noche, mientras preparaba su mochila para la pijamada en la casa de Hana, no se dio cuenta de que Izuku estaba observándolo desde la distancia. El radar en su pantalla le mostró a dónde se dirigía ____. No había forma de que lo dejara pasar. Si Hana quería acercarse a ____, tendría que enfrentarse a él.

Izuku preparó su propio plan. Esa noche, se deslizó silenciosamente por las calles, dirigiéndose hacia el vecindario de Hana. No había ninguna barrera que pudiera detenerlo. Sabía lo que tenía que hacer.

Mientras ____, ya en la casa de Hana, se preparaba para la noche con sus amigos, sintió un escalofrío inexplicable. Algo en el ambiente se sentía diferente, casi amenazante, pero no podía precisar qué era. Y aunque intentó ignorarlo, el presentimiento se quedó con él toda la noche.

Desde el exterior, Izuku observaba la casa de Hana, sus ojos verdes iluminados por la determinación. Nada ni nadie se interpondría entre él y ____. No mientras él tuviera el control.

Tinte Verde Corazón Oscuro (Izuku Yandere X Malereader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora