Capítulo 37

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El sol se alzaba sobre la U.A., iluminando los pasillos del edificio principal con una calidez que contrastaba con el frío que algunos estudiantes comenzaban a sentir. Durante las últimas semanas, algo había cambiado en la atmósfera de la clase 1-A, algo intangible que algunos notaban pero no lograban definir. Mientras el resto de los estudiantes mantenía su rutina de entrenamiento, charlas y risas, había un murmullo silencioso que parecía envolver a un solo estudiante: Izuku Midoriya.

Iida, con su usual seriedad y responsabilidad, había notado ciertos cambios en Izuku. El "Deku" que conocía, siempre sonriente y amistoso, parecía cada vez más distante. En más de una ocasión, Iida lo había visto conversando solo, susurrando palabras que nadie más podía escuchar. Su compañero no solo parecía cansado; había una intensidad oscura en sus ojos que antes no estaba allí. "Izuku", pensaba Iida mientras lo observaba desde su asiento, "¿qué está ocurriendo contigo?"

Un día, después de clases, decidió abordar a Izuku mientras caminaban por el pasillo. "Midoriya, ¿te encuentras bien? Últimamente te he notado... diferente". Izuku lo miró con una sonrisa que, a simple vista, parecía genuina. Pero había algo inquietante en ella, como si fuera una máscara cuidadosamente construida.

—¡Estoy bien, Iida! Solo he estado entrenando más de lo normal —respondió Izuku con tono amigable, pero su mirada traicionaba una ligera impaciencia.

—Lo entiendo, pero recuerda que también necesitamos descansar. No es saludable... —Iida fue interrumpido bruscamente por Izuku, quien lo miró fijamente a los ojos.

—No te preocupes por mí. Me aseguraré de estar siempre en la cima. Como el próximo símbolo de la paz, debo hacerlo, ¿no? —dijo Izuku, su voz sonando más firme, casi intimidante. Iida sintió un escalofrío recorriéndole la espalda. No pudo evitar notar cómo la mirada de Izuku parecía atravesarlo.

Ochaco había estado preocupada también. Aunque Izuku seguía saludándola con su usual amabilidad, había algo en él que no lograba descifrar. Un día, lo observó detenidamente mientras entrenaban en la sala de entrenamiento Gamma. Izuku estaba solo, enfrentando un saco de boxeo, pero su forma de golpearlo no era la misma de antes. Sus golpes eran furiosos, precisos, como si imaginara que golpeaba a algo —o a alguien— específico. Su respiración era pesada, y había una extraña intensidad en sus ojos verdes.

—¡Izuku! —llamó Ochaco, acercándose con cautela. Izuku se giró hacia ella, y por un momento, su expresión era la de un depredador sorprendido. Pero rápidamente, esa expresión se suavizó en una sonrisa cálida.

—¡Ochaco! Lo siento, estaba concentrado. ¿Necesitas algo? —respondió, su tono era normal, pero sus ojos parecían... calculadores.

—Solo quería saber cómo estabas. Últimamente estás muy... —Ochaco buscó la palabra correcta— enfocado.

—Sí, enfocado. Es importante, ¿verdad? Nunca se sabe cuándo algo puede intentar apartarte de lo que amas. —Sus palabras eran suaves, pero había un peso detrás de ellas que hacía que Ochaco sintiera un nudo en el estómago.

Todoroki, por su parte, era más perceptivo que la mayoría. Notó cómo, durante los descansos, Izuku no interactuaba con los demás de la misma forma. No era solo que estuviera más callado, era la manera en que observaba a los otros cuando pensaban que no lo estaban mirando. Una vez, Todoroki lo atrapó observando una conversación entre él, Ochaco e Iida. Izuku sonreía, pero sus ojos no reflejaban calidez. Era una sonrisa vacía, como la de alguien que estaba calculando algo, tomando notas mentales.

Una tarde, Todoroki decidió enfrentar a Izuku directamente.

—Midoriya, últimamente has estado... diferente —dijo Todoroki con su característica franqueza.

—¿Diferente? —repitió Izuku, levantando una ceja.

—Sí. Es como si estuvieras fingiendo estar bien, pero... en realidad, hay algo más —dijo Todoroki. Izuku mantuvo la sonrisa, pero su expresión se volvió tensa por un breve momento.

—No hay nada de qué preocuparse, Todoroki. Quizá solo estés proyectando tus propios miedos en mí —replicó Izuku, su voz más baja y fría de lo habitual. Todoroki lo observó un momento más antes de asentir lentamente. Algo en el comportamiento de Izuku lo inquietaba profundamente.

**Sospechas de los Profesores**

Incluso los profesores habían notado cambios en Izuku. Aizawa, que solía ser observador, se había percatado de cómo, durante las prácticas de combate, Izuku mostraba un enfoque implacable, casi brutal. Era como si hubiera dejado de lado su sentido de la justicia y solo quedara la obsesión de ganar, de destruir cualquier obstáculo.

En una reunión privada, Aizawa compartió sus preocupaciones con All Might.

—Algo está mal con Midoriya. Hay una intensidad en él que no había visto antes. No sé si es solo presión o algo más —comentó Aizawa, su tono serio.

—Midoriya es fuerte. Lo hemos visto superar muchas cosas —respondió All Might, aunque una sombra de preocupación pasó por su rostro—. Pero estaré atento.

Izuku sabía que estaba bajo sospecha, pero no le importaba. De hecho, disfrutaba del juego. Sabía cómo comportarse para no levantar demasiadas alarmas, y aunque sus compañeros sospecharan, nadie tenía pruebas. Se aseguraba de mantener la máscara del "héroe perfecto" mientras continuaba sus manipulaciones en secreto.

Sus compañeros no sabían que cada sonrisa falsa, cada palabra calculada, era parte de un plan más grande. La muerte de Emi, el amigo de ___, había sido solo un ejemplo de lo que estaba dispuesto a hacer para proteger lo que consideraba suyo. En sus ratos libres, revisaba las fotos y mensajes que intercambiaba con ___. Aunque se mostraba como el Izuku amable y protector, sus pensamientos eran oscuros, calculando cada movimiento como un depredador acechando a su presa.

Los compañeros de Izuku sentían que algo no estaba bien, pero ninguno imaginaba la magnitud de la oscuridad que se escondía detrás de la sonrisa de Midoriya. Mientras ellos continuaban con sus entrenamientos, intentando descifrar el misterio que se había vuelto su compañero, Izuku solo tenía un objetivo en mente: asegurarse de que nadie, absolutamente nadie, interfiriera entre él y su amado ___.

Tinte Verde Corazón Oscuro (Izuku Yandere X Malereader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora