Capitulo 54

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La habitación estaba en una penumbra inquietante, con solo el parpadeo de una lámpara de aceite ofreciendo una débil luz. Las sombras bailaban en las paredes desconchadas, proyectando formas distorsionadas que se movían como espectros. El suelo, frío y áspero, hacía eco de cada paso, y el aire estaba cargado de una opresión palpable. ___ estaba atado en el centro de la habitación, inmovilizado por las cintas de cuero que lo mantenían sentado en una silla dura. Cada movimiento era limitado, y su cuerpo estaba tenso, atrapado en una combinación de miedo y desesperación.

Izuku entró con una calma perturbadora, su presencia llenando la habitación con una mezcla de ternura y amenaza. Su mirada fija en ___ estaba cargada de una intensidad posesiva, y su sonrisa, aunque suave, eraconde un control inquietante. Se acercó lentamente, sus pasos eran casi inaudibles en el frío suelo de concreto.

-___ -dijo Izuku con un tono suave pero lleno de autoridad-, no tienes que sentirte así. Estoy aquí para mostrarte cuánto te quiero y cuánto significas para mí.

___ intentó evitar la mirada de Izuku, sus ojos reflejando una desesperación que no podía ocultar. La visión de Izuku se le hacía cada vez más aterradora, y el simple hecho de verlo acercarse lo hacía sentir aún más atrapado. Sus intentos de apartar la vista fueron en vano cuando Izuku se acercó a él, deslizándose sobre el regazo de ___ con una naturalidad inquietante.

Izuku se acomodó con deliberada lentitud, sus movimientos eran suaves pero llenos de una seguridad perturbadora. Se sentó de manera que sus piernas rozaran las de ___, sus muslos presionando contra los de él. La proximidad era una invasión directa, y el calor de Izuku se mezclaba con el frío que había estado envolviendo a ___.

-Lo que estamos construyendo aquí es especial -dijo Izuku, sus palabras impregnadas de una tranquilidad inquietante-. No tienes que luchar contra esto. Solo tienes que aceptar lo que siento por ti.

Izuku comenzó a acariciar el abdomen de ___. Sus dedos se movían con una suavidad calculada, deslizando sobre la piel expuesta de ___. Cada toque era una invasión, un recordatorio constante de la falta de control que ___ tenía sobre su propio cuerpo. Sus manos eran frías al principio, pero pronto el calor de su contacto comenzó a mezclarse con la piel de ___, creando una sensación que se sentía como una traición.

-Por favor, Izuku... -murmuró ___, su voz temblando mientras intentaba desviar su mirada-. Déjame ir. Esto no está bien...

Izuku no se detuvo. En lugar de eso, sus caricias se volvieron más insistentes. Sus dedos trazaban círculos lentos sobre el abdomen de ___, cada movimiento estaba cargado de una intención perturbadora. Izuku se inclinó más cerca, su aliento cálido rozando la piel de ___, y su boca se acercó a la oreja de ___.

-No entiendes lo que estamos construyendo aquí -susurró Izuku, su voz baja pero cargada de una intensidad perturbadora-. Estoy aquí para ti, para protegerte y mostrarte lo que significa realmente estar juntos.

Izuku empezó a tocar el torso de ___. Sus manos recorrían la superficie de su piel con una meticulosidad inquietante, moviéndose por encima de los músculos tensos de ___. A veces, sus dedos se deslizaban por debajo de la ropa, creando un contacto más íntimo y directo. Cada toque era una invasión a su espacio personal, y ___ trataba de apartarse, pero las cintas que lo mantenían atado limitaban su movimiento.

-Déjame mostrarte cuánto te quiero -dijo Izuku, mientras sus labios comenzaban a rozar el cuello de ___ con besos suaves y meticulosos. Cada beso era un recordatorio constante de la posesión que Izuku sentía sobre ___.

Izuku comenzó a presionar sus labios contra la piel de ___, sus besos se volvían más insistentes y demandantes. La sensación de la boca de Izuku en la piel de ___ era a la vez perturbadora e invasiva, y ___ intentaba girar la cabeza, tratando de escapar de los besos que se sentían como una marca de posesión.

-No... por favor, Izuku... -suplicó ___, su voz entrecortada por la incomodidad y el miedo-. Esto no está bien. No puedo... No quiero...

Izuku se detuvo por un momento, levantando la cabeza para mirar a ___ con una mezcla de tristeza falsa y determinación. Sus ojos brillaban con una intensidad perturbadora mientras se inclinaba hacia adelante, sus labios rozando los de ___ en un beso lento pero dominante.

-___ -dijo Izuku, su voz cargada de una ternura inquietante-, lo que estamos haciendo aquí es importante. Solo necesitas entenderlo. No tienes que tener miedo.

Izuku continuó besando a ___, sus labios se movían con una precisión que demostraba su control absoluto. A veces, sus besos se volvían más profundos y exigentes, y las manos de Izuku seguían moviéndose por el abdomen de ___ con una persistencia perturbadora. Cada contacto era una invasión, y ___ trataba de resistir, pero la situación se sentía cada vez más opresiva.

-Hazme un favor, ___ -dijo Izuku con un tono suave, pero lleno de una autoridad que no admitía réplica-. Solo confía en mí. Permítete sentir lo que estamos construyendo juntos. No tienes que luchar contra esto.

Las palabras de Izuku eran una mezcla de manipulación y control, y ___ se sentía atrapado en una pesadilla de la que no podía despertar. La sensación de la boca de Izuku sobre su piel, combinada con el toque constante de sus manos, hacía que el miedo y la desesperación se apoderaran de él.

Finalmente, cuando Izuku se alejó, su mirada estaba llena de una satisfacción perturbadora. Observó a ___ con un orgullo y ternura inquietantes, como si estuviera contemplando una posesión preciada.

-Estás haciéndolo bien, ___ -dijo Izuku con una voz suave, pero cargada de una autoridad inquebrantable-. Solo confía en mí, y todo estará bien.

Con esas palabras, Izuku se levantó lentamente, dejando a ___ en la penumbra de la habitación. La sensación de desesperanza y confusión se apoderó de ___ mientras trataba de procesar lo que acababa de ocurrir. En la oscuridad, con el miedo como su única compañía, ___ se aferró a la esperanza de encontrar una manera de escapar de la sombra que Izuku había lanzado sobre su vida.

Tinte Verde Corazón Oscuro (Izuku Yandere X Malereader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora