Corazones entrelazados: Amores y conflictos en la Escuela Kimetsu

Capítulo 7: En el filo de los sentimientos

La mañana en la Escuela Kimetsu comenzó tranquila, pero en el corazón de algunos de los estudiantes, el peso de los sentimientos no correspondidos y las relaciones en secreto los mantenía en tensión. Tanjiro caminaba por los pasillos con su habitual sonrisa, pero sus pensamientos estaban lejos de ser ligeros. Tras su conversación con Shinobu, no podía dejar de pensar en ella. Había algo en su cercanía, en las miradas compartidas, que le hacía sentir nervios que jamás había experimentado antes.

Por otro lado, Nezuko y Zenitsu intercambiaban miradas rápidas en el salón de clases. Ambos sabían que ocultar su relación se hacía cada vez más difícil, pero temían la reacción de Tanjiro si llegara a descubrir su secreto.

—Zenitsu, debemos ser cuidadosos —le susurró Nezuko en una esquina, mientras el resto de la clase se distraía—. No quiero que lastimemos a mi hermano.

Zenitsu tragó saliva y asintió, aunque el miedo lo invadía. Sabía que su relación con Nezuko era especial, pero también sabía que si Tanjiro se enteraba, todo podría cambiar entre ellos.

Mientras tanto, Kanae observaba desde su asiento cómo su hermana Shinobu interactuaba con Tanjiro. Sabía que algo más profundo se estaba formando entre ellos, y aunque no lo admitía abiertamente, un sentimiento de celos comenzó a crecer en su interior.

—¿Te pasa algo, Kanae? —preguntó Shinobu al darse cuenta de la mirada distante de su hermana.

—No, nada, solo estaba pensando... —respondió Kanae con una sonrisa forzada, mientras su corazón latía con fuerza. La idea de que Tanjiro pudiera interesarse más en Shinobu que en ella comenzaba a atormentarla.

En el gimnasio de la escuela, Inosuke y Aoi entrenaban juntos, como era su costumbre. Aunque la actitud salvaje de Inosuke no había cambiado del todo, Aoi comenzaba a notar una pequeña transformación en él.

—Inosuke, parece que hoy estás más tranquilo de lo habitual —comentó Aoi, mientras le lanzaba una mirada curiosa.

—¿Tranquilo? ¿Yo? —respondió Inosuke, alzando la voz con su tono habitual—. ¡No sé de qué hablas!

Pero en el fondo, Aoi sabía que su presencia lo estaba afectando, aunque él no lo quisiera aceptar. Poco a poco, los sentimientos de ambos iban floreciendo en medio de los entrenamientos, aunque ninguno lo admitiera abiertamente.

La tarde pasó entre clases y actividades escolares, pero para los personajes, las emociones contenidas seguían aumentando. Los secretos y los celos comenzaban a tejer una red compleja de relaciones que pronto podrían explotar, y ninguno de ellos estaba preparado para enfrentar lo que se avecinaba.

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