Después del incómodo encuentro en la biblioteca, el ambiente entre Kanae, Shinobu y Tanjiro se volvió tenso. Shinobu apenas podía mirar a su hermana sin sentir una punzada de culpa, mientras que Kanae, aunque intentaba mantener su habitual serenidad, no podía evitar alejarse de Tanjiro.
Aquel día en el que Tanjiro había ayudado a Kanae seguía presente en su mente. Se había sentido vulnerable y rota, y Tanjiro había sido su soporte en un momento en el que lo necesitaba desesperadamente. Fue en ese instante cuando Kanae comenzó a ver en Tanjiro algo más que un amigo.
Shinobu, por su parte, había experimentado algo similar, pero no quería lastimar a su hermana. Sin embargo, los sentimientos que guardaba eran cada vez más difíciles de ignorar.
En medio de todo este caos emocional, las clases continuaban. Tengen Uzui, el carismático profesor de deportes, seguía siendo el confidente de muchos. Inosuke, Zenitsu e incluso Tanjiro acudían a él en busca de consejos. Tengen, con su actitud despreocupada pero aguda, sabía que las cosas no iban bien en el círculo de amigos, aunque no presionaba a ninguno de ellos para hablar.
Un día, Tengen llamó a Tanjiro a la sala de profesores.
—Kamado, te he visto algo distraído últimamente. ¿Todo va bien? —preguntó Tengen, cruzando los brazos mientras se recostaba contra su escritorio.
Tanjiro suspiró, frotándose la nuca. No podía mentirle.
—Es complicado, profesor. Siento que algo está mal entre Kanae y Shinobu... y no sé qué hacer —admitió Tanjiro con franqueza.
Tengen asintió, entendiendo de inmediato la situación, aunque no hizo ninguna suposición en voz alta. En su lugar, le dio un consejo que resonó profundamente en Tanjiro.
—A veces, la gente que más se preocupa por ti también tiene sus propios sentimientos que luchan por salir. No puedes controlarlo todo, pero puedes estar ahí para ellos. Solo sé honesto contigo mismo, Kamado, y con las personas que te importan —le dijo Tengen con una sonrisa amable, mientras le daba una palmada en el hombro.
Por otro lado, la relación entre Inosuke y Aoi avanzaba de una manera inesperada. Aoi había empezado a notar que Inosuke se mostraba más protector con ella, a su manera brusca y torpe, pero esos pequeños detalles hacían que su corazón latiera más rápido.
Una tarde, mientras estaban en el comedor de la escuela, Aoi se levantó para buscar algo, y sin que ella lo notara, Inosuke se apresuró a seguirla de cerca, apartando a otros estudiantes del camino con sus habituales gruñidos. Aoi, con una sonrisa en los labios, sabía que esa era su forma de mostrar afecto, y no pudo evitar sentir que su relación con él estaba creciendo de una forma especial, aunque él no se diera cuenta.
Entre tanto, Nezuko y Zenitsu continuaban con su relación oculta, pero el miedo de Nezuko de que Tanjiro lo descubriera aumentaba día a día. Zenitsu, nervioso como siempre, intentaba tranquilizarla, aunque también sabía que estaban caminando sobre terreno peligroso.
Las emociones se intensificaban, y aunque algunos caminos parecían cruzarse, todos sabían que algo grande estaba por venir.
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Corazones entrelazados: Amores y conflictos en la Escuela Kimetsu
RomansaEn un mundo donde los demonios nunca existieron, los estudiantes de la Escuela Kimetsu enfrentan algo aún más complicado que las lecciones diarias: los altibajos del amor. Tanjiro, Shinobu, Nezuko y sus amigos navegarán entre relaciones secretas, tr...