Las semanas avanzaban, pero la tensión entre las hermanas Kochō y Tanjiro seguía aumentando. Kanae, quien siempre había sido calmada y serena, ahora se mostraba más irritable, especialmente cuando Shinobu estaba cerca de Tanjiro. Tanjiro, ajeno a lo que sucedía en sus corazones, intentaba mantener la armonía, pero no podía evitar sentir que algo extraño estaba ocurriendo.
Un día, mientras estaban en la biblioteca de la escuela, Shinobu decidió que era momento de hablar con Tanjiro en privado. Aprovechó que Kanae estaba en una reunión y lo llevó a un rincón apartado. Nerviosa, Shinobu intentó abrirse a él, pero las palabras no salían como esperaba.
—Tanjiro... últimamente he estado pensando mucho en lo que hemos vivido —dijo, desviando la mirada mientras jugaba con un mechón de su cabello.
Tanjiro la miró confundido, sin entender del todo a qué se refería. Sin embargo, sabía que Shinobu siempre había sido alguien reservado, así que decidió escuchar con atención.
—¿Te acuerdas de ese día en el que me ayudaste cuando estaba pasando por un mal momento? —continuó ella, bajando la voz—. Fue entonces cuando empecé a verte de una manera diferente...
El corazón de Tanjiro latió con fuerza. Las palabras de Shinobu lo tomaron por sorpresa. Sin embargo, antes de que pudiera responder, un ruido detrás de ellos los interrumpió. Kanae había escuchado todo, y sus ojos reflejaban una mezcla de sorpresa y dolor.
—Kanae... —murmuró Shinobu al verla, sintiendo que todo su mundo se derrumbaba en un instante.
Kanae no dijo una palabra, pero sus ojos lo decían todo. La rivalidad entre las hermanas había llegado a un punto crítico, y Tanjiro estaba en el centro de todo.
Por otro lado, Nezuko y Zenitsu continuaban con su relación secreta, pero el peso de la verdad se volvía más difícil de soportar para Nezuko. Sabía que, tarde o temprano, Tanjiro descubriría todo, y el miedo a perder a su hermano comenzaba a invadirla.
Mientras tanto, Aoi y Inosuke seguían avanzando en su relación, aunque de forma torpe y llena de malentendidos. Inosuke, aunque poco expresivo, empezaba a mostrar pequeños gestos de afecto hacia Aoi, y ella, paciente como siempre, sabía que su relación con él requería tiempo. Cada día, Inosuke aprendía un poco más sobre cómo expresar sus sentimientos, y Aoi, con una sonrisa, observaba ese crecimiento en él.
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Corazones entrelazados: Amores y conflictos en la Escuela Kimetsu
RomanceEn un mundo donde los demonios nunca existieron, los estudiantes de la Escuela Kimetsu enfrentan algo aún más complicado que las lecciones diarias: los altibajos del amor. Tanjiro, Shinobu, Nezuko y sus amigos navegarán entre relaciones secretas, tr...