Capítulo 47: Sombras en el Corazón

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Mientras los días avanzaban, Tanjiro y Shinobu disfrutaban de los momentos que compartían, aunque ambos podían sentir la tensión en el aire. La relación de ambos estaba más fuerte que nunca, pero las sombras que los rodeaban, causadas por la obsesión de Kanae y la reaparición de Tomioka, comenzaban a enredarse en su alrededor.

Tanjiro, determinado a no dejarse llevar por las dudas sembradas por Tomioka o Kanae, decidió contarle a Tengen sobre lo que estaba ocurriendo.

Tengen, necesito tu consejo —dijo un día, mientras ambos se encontraban fuera de la escuela, en un parque tranquilo donde solían hablar.

Tengen lo miró con su típico aire confiado.

—Por supuesto, Tanjiro. ¿De qué se trata? —respondió, con una sonrisa despreocupada, pero sabiendo que el joven estaba lidiando con algo importante.

—Es acerca de Shinobu y Kanae... y también de Tomioka —empezó Tanjiro, mientras jugaba nerviosamente con sus manos—. Tomioka me confesó que siente algo por Shinobu, y ahora Kanae parece tener una extraña fijación conmigo. No sé qué hacer.

Tengen cruzó los brazos, asintiendo mientras escuchaba atentamente.

—Bueno, primero que nada, lo importante es lo que tú sientes. Si amas a Shinobu, nada de lo que diga Kanae o haga Tomioka debería afectarte. Pero claro, no es tan sencillo, ¿verdad? —comentó, con un toque de seriedad.

Tanjiro suspiró profundamente.

—No quiero lastimar a Kanae, pero cada vez es más evidente que está obsesionada conmigo. Y aunque Shinobu confía en mí, siento que Tomioka podría intentar algo.

Tengen lo miró con empatía.

—Las relaciones son complicadas, Tanjiro, especialmente cuando hay personas como Kanae o Tomioka involucradas. No puedes controlar lo que ellos sienten, pero sí puedes controlar cómo reaccionas. Mi consejo es que seas honesto, no solo con Shinobu, sino también contigo mismo. Si amas a Shinobu, hazle saber todos los días lo importante que es para ti. Y en cuanto a Kanae, tendrás que poner límites, por más difícil que sea.

Tanjiro asintió lentamente. Sabía que Tengen tenía razón, y debía actuar antes de que las cosas se complicaran más.

Mientras tanto, Kanae continuaba acercándose a Tomioka. Su plan se estaba desarrollando según lo previsto, y Tomioka comenzaba a mostrarse más cercano a Shinobu en los pasillos de la escuela, aprovechando cualquier oportunidad para estar cerca de ella. Shinobu notaba la presencia de Tomioka, pero aún confiaba en Tanjiro. Sin embargo, había una sensación incómoda creciendo en su interior.

Shinobu, ¿te gustaría ir a estudiar al jardín hoy? —preguntó un día Tomioka, cuando la encontró después de clases.

Shinobu lo miró con amabilidad, pero con cierta incomodidad. Sabía que debía mantener su distancia, pero no quería ser descortés.

—Lo siento, Tomioka, hoy ya tengo planes con Tanjiro. Tal vez en otra ocasión —respondió, educadamente.

La respuesta de Shinobu solo alimentó la frustración de Tomioka, quien empezaba a sentir que el tiempo se le agotaba.

Kanae, por su parte, veía cómo todo comenzaba a alinearse. Pronto, pensaba, Shinobu tendría que enfrentar una difícil decisión, y entonces ella aprovecharía la oportunidad de quedarse con Tanjiro.

Sin embargo, las cosas no siempre salen como uno las planea.

Una tarde, Shinobu y Tanjiro decidieron dar un paseo juntos por el parque, donde solían relajarse después de las clases. Mientras caminaban, disfrutaban del aire fresco y de la tranquilidad que les brindaba estar lejos de la escuela.

—Me encanta pasar tiempo contigo, Tanjiro —dijo Shinobu, mientras se aferraba con cariño a su brazo.

Tanjiro sonrió, agradecido por el momento que compartían, pero no podía evitar que una parte de su mente volviera a las palabras de Tomioka y a la creciente obsesión de Kanae.

De repente, Tomioka apareció en el camino, como si los hubiera estado esperando.

Tanjiro, Shinobu —los saludó con una voz tranquila, pero cargada de una tensión palpable.

El ambiente se volvió incómodo de inmediato. Tanjiro miró a Shinobu, quien lo observaba con una mezcla de sorpresa y desconfianza hacia Tomioka. Sabía que había llegado el momento de enfrentar las cosas de manera directa.

Tomioka, creo que necesitamos hablar —dijo Tanjiro, decidido.

Shinobu se quedó a su lado, lista para apoyar a Tanjiro en lo que fuera necesario. Sabía que Tomioka tenía sentimientos por ella, pero su corazón ya estaba completamente entregado a Tanjiro.

El enfrentamiento estaba a punto de comenzar.

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Corazones entrelazados: Amores y conflictos en la Escuela KimetsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora