El ambiente en la escuela Kimetsu se había vuelto más pesado desde el regreso de Kanae. Mientras el día continuaba, la tensión entre las hermanas Kochou se hacía cada vez más evidente. Tanjiro, aunque quería calmar las aguas, sabía que cualquier paso en falso podría empeorar la situación.
Durante el almuerzo, Inosuke y Zenitsu lo arrastraron a su mesa para hablar sobre cualquier cosa menos los problemas amorosos. Aoi y Nezuko también se unieron, tratando de animar a Tanjiro, aunque Zenitsu no podía evitar lanzarle miradas a Nezuko, quien parecía distraída.
—¿Todo bien, Nezuko-chan? —preguntó Zenitsu con una sonrisa nerviosa, pero su pregunta no obtuvo respuesta.
Nezuko solo asintió mientras su mirada se dirigía hacia Tanjiro, claramente preocupada por su hermano. Aoi, por otro lado, intentaba iniciar una conversación con Inosuke, aunque él solo refunfuñaba mientras devoraba su comida.
—¡Oye, Inosuke! ¿Qué te pasa? ¡Estás comiendo como si te estuvieras preparando para una pelea! —exclamó Aoi, tratando de hacer que Inosuke reaccionara. Él levantó la vista, gruñendo, pero Aoi no se dejó intimidar, cruzando los brazos con firmeza.
—Siempre como así —gruñó Inosuke, pero un leve sonrojo en su rostro lo traicionaba. Aoi no podía evitar sonreír, sabiendo que, aunque él se resistía, su actitud poco a poco estaba cambiando.
Sin embargo, antes de que la conversación pudiera continuar, Tengen apareció de repente, tomando asiento junto a ellos.
—Bueno, parece que todos están en sus propios mundos —dijo Tengen, riendo—. ¿Qué pasa con los rostros serios?
—Nada que valga la pena contar —respondió Tanjiro, con una sonrisa forzada. Pero Tengen, siempre observador, no se dejó engañar.
—Ah, claro. No hay nada, salvo dos hermanas peleando por ti —comentó Tengen en voz baja, solo lo suficientemente alto para que Tanjiro lo escuchara.
Tanjiro bajó la cabeza, suspirando. —No sé qué hacer, Tengen. No quiero que Shinobu y Kanae se enfrenten por mí.
Tengen le dio una palmada en la espalda, casi tumbándolo de la silla. —No te preocupes tanto, Tanjiro. Esto es parte de crecer. Pero recuerda, lo importante es que seas honesto contigo mismo y con ellas. No puedes controlar lo que sienten, pero sí cómo decides actuar.
Las palabras de Tengen resonaron en la mente de Tanjiro mientras el resto del día pasaba. Kanae seguía apareciendo en momentos clave, siempre con una sonrisa enigmática, mientras que Shinobu intentaba mantener su compostura. Era como si la situación estuviera a punto de explotar en cualquier momento.
Por la tarde, mientras Tanjiro salía de la escuela, decidió dar un paseo para despejar su mente. Sin embargo, no pasó mucho tiempo antes de que alguien lo alcanzara.
—Tanjiro, ¿puedo hablar contigo un momento? —la voz de Kanae lo detuvo. Tanjiro se volvió y la vio acercarse con una expresión suave, pero sus ojos reflejaban algo más profundo.
—Claro, Kanae —respondió Tanjiro, sintiendo una mezcla de anticipación y nervios.
Ambos caminaron en silencio hasta que llegaron a un pequeño parque. Kanae se detuvo junto a un árbol, observando a Tanjiro antes de hablar.
—Sé que esto ha sido difícil para ti... y para Shinobu también —comenzó—. Pero no puedo evitar lo que siento. Desde que te conocí, siempre has sido alguien especial para mí, y no quiero perder la oportunidad de decírtelo.
Tanjiro tragó saliva, sintiendo la presión aumentar. Nunca había imaginado estar en medio de una situación así.
—Kanae, yo... —comenzó a decir, pero Kanae lo interrumpió.
—No espero que me respondas ahora —dijo, con una sonrisa tranquila—. Solo quiero que lo pienses. Y que, pase lo que pase, sigamos siendo amigos.
Tanjiro asintió, sin palabras. El peso de las emociones era abrumador, pero sabía que tenía que tomar una decisión pronto, antes de que todo se complicara aún más.
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Corazones entrelazados: Amores y conflictos en la Escuela Kimetsu
RomanceEn un mundo donde los demonios nunca existieron, los estudiantes de la Escuela Kimetsu enfrentan algo aún más complicado que las lecciones diarias: los altibajos del amor. Tanjiro, Shinobu, Nezuko y sus amigos navegarán entre relaciones secretas, tr...