El clima en la escuela se volvía cada vez más denso. Los rumores empezaban a circular entre los estudiantes, aunque nadie sabía con exactitud qué estaba ocurriendo. El silencio que rodeaba a Kanae y su actitud extraña comenzaba a preocupar a quienes la conocían mejor. Pero por ahora, todo seguía siendo un misterio.
Tanjiro estaba concentrado en sus tareas cuando un mensaje apareció en su teléfono. Era de Shinobu.
"Podemos vernos después de clases? Quiero hablar contigo."
Aunque el tono del mensaje parecía casual, Tanjiro no pudo evitar sentir una ligera inquietud. Había algo en la manera en que estaba escrito que le daba una sensación de urgencia. Sabía que algo estaba ocurriendo, pero no estaba seguro de qué. Decidió que sería mejor esperar a verla y aclarar sus dudas.
Al salir del aula, se encontró con Tomioka. Aunque la conversación previa había calmado un poco las tensiones entre ambos, Tomioka parecía más distante que antes.
—¿Estás bien? —preguntó Tanjiro, tratando de romper el hielo.
Tomioka lo miró por un segundo antes de responder. —Sí, solo he estado... pensando en algunas cosas. Nada de qué preocuparse.
A pesar de la breve respuesta, Tanjiro no pudo evitar sentir que algo más estaba pasando. Quería indagar más, pero decidió que sería mejor no presionar.
Kanae, por su parte, había estado trabajando en las sombras. Su obsesión por Tanjiro se había profundizado después de la conversación que tuvieron, y estaba decidida a hacer lo necesario para separarlo de Shinobu. Sabía que necesitaba un aliado, alguien que compartiera su deseo de romper esa relación.
Y entonces pensó en Tomioka.
Sabía que Tomioka aún albergaba sentimientos por Shinobu, aunque él intentara ocultarlo. Lo había visto en su mirada, en la forma en que la observaba desde la distancia. Si lograba manipular esos sentimientos, podría convencer a Tomioka de ayudarla a separar a Tanjiro y Shinobu.
Esa tarde, después de clases, Tanjiro fue a encontrarse con Shinobu en el lugar donde habían acordado. Era un pequeño parque cerca de la escuela, rodeado de árboles y con un ambiente tranquilo. Shinobu ya lo esperaba, sentada en un banco con una expresión seria.
—Gracias por venir, Tanjiro —dijo ella suavemente cuando él se sentó a su lado.
—Siempre que me lo pidas —respondió Tanjiro, sonriendo levemente, aunque preocupado por lo que venía.
Shinobu tomó un profundo respiro antes de hablar. —He estado pensando mucho en lo que pasó con Kanae. No puedo sacudirme la sensación de que esto no va a terminar bien.
Tanjiro frunció el ceño. —¿A qué te refieres?
Shinobu lo miró a los ojos, su mirada llena de preocupación. —Conozco a Kanae mejor que nadie. Sé cómo piensa, y sé que no va a aceptar nuestra relación tan fácilmente. Tengo miedo de lo que podría hacer.
Tanjiro tomó la mano de Shinobu, tratando de consolarla. —No voy a dejar que nada nos separe, Shinobu. Pase lo que pase, encontraremos una manera de resolverlo.
Ella sonrió levemente, aunque sus ojos seguían reflejando dudas. Tanjiro sabía que esto no sería fácil, pero estaba dispuesto a luchar por lo que sentía por Shinobu.
Al mismo tiempo, Kanae buscó a Tomioka. Sabía que él solía quedarse en la escuela hasta tarde, así que no le fue difícil encontrarlo en la sala de profesores, revisando unos papeles en silencio.
—Tomioka, ¿puedo hablar contigo? —preguntó, con una voz suave pero decidida.
Tomioka levantó la vista, sorprendido de verla allí. Asintió lentamente, haciendo un gesto para que se sentara.
—Quería hablarte de Shinobu y Tanjiro —comenzó Kanae, observando atentamente la reacción de Tomioka.
Los ojos de Tomioka se oscurecieron ligeramente al escuchar sus nombres, pero no dijo nada. Esperó a que Kanae continuara.
—Sé que sientes algo por Shinobu —dijo ella, sin rodeos—. Y sé que te duele verla con Tanjiro. Pero hay algo que no sabes.
Tomioka la miró con curiosidad, aunque mantenía su expresión imperturbable.
—Tanjiro... no es la persona que crees que es. Ha estado manipulando a Shinobu todo este tiempo. Lo he visto con mis propios ojos —mintió Kanae, con una voz convincente.
Tomioka frunció el ceño, claramente sorprendido por la acusación.
—¿Qué quieres decir? —preguntó finalmente, con la voz tensa.
—He visto cómo Tanjiro se ha acercado a Shinobu solo por conveniencia, para ganarse su favor. Y estoy segura de que si no hacemos algo, terminará por lastimarla —continuó Kanae, aprovechando el momento.
Tomioka bajó la mirada, claramente afectado por lo que estaba escuchando. Aunque no quería creerle, la duda comenzó a instalarse en su mente.
—¿Por qué me dices esto? —preguntó finalmente, mirando a Kanae.
Kanae se inclinó hacia él, con una expresión de compasión fingida. —Porque sé lo que sientes por Shinobu. Y no quiero que ella salga lastimada. Necesitamos hacer algo para protegerla.
El plan de Kanae había comenzado a tomar forma. Sabía que si lograba manipular a Tomioka, él podría convertirse en su aliado en la misión de separar a Tanjiro y Shinobu. La semilla de la duda ya estaba plantada, y ahora solo era cuestión de tiempo antes de que todo comenzara a desmoronarse.
Mientras tanto, Tanjiro y Shinobu seguían ajenos a lo que se estaba gestando a sus espaldas, disfrutando de los pocos momentos tranquilos que les quedaban antes de que el caos los alcanzara.
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Corazones entrelazados: Amores y conflictos en la Escuela Kimetsu
RomansaEn un mundo donde los demonios nunca existieron, los estudiantes de la Escuela Kimetsu enfrentan algo aún más complicado que las lecciones diarias: los altibajos del amor. Tanjiro, Shinobu, Nezuko y sus amigos navegarán entre relaciones secretas, tr...