Las últimas semanas en la escuela Kimetsu se habían convertido en una red de emociones incontrolables, donde cada paso, cada palabra y cada mirada podría cambiarlo todo. Los sentimientos estaban a flor de piel, y aunque los personajes intentaban continuar con sus rutinas diarias, algo grande estaba por estallar.
Kanae había movido sus piezas de manera perfecta. La conversación con Tomioka fue solo el primer paso para iniciar su plan maestro. Sabía que al acercar a Tomioka a Shinobu, sembraría la duda en Tanjiro y desestabilizaría esa relación. Pero ahora, necesitaba el golpe final. Y para eso, debía asegurarse de que la semilla de la discordia creciera más rápido.
En una tarde nublada, Kanae caminaba por los pasillos de la escuela, con una expresión tranquila, pero con su mente trabajando a toda máquina. "Todo está listo", pensaba, mientras se dirigía a una esquina oculta donde sabía que Tomioka y Shinobu tendrían un encuentro. Desde la distancia, observó cómo Tomioka se acercaba a Shinobu, quien lo miraba con sorpresa, sin esperarse aquella charla.
—Shinobu, necesito hablar contigo —dijo Tomioka con seriedad—. No hemos hablado mucho últimamente, pero hay algo que quiero decirte.
Shinobu, ligeramente desconcertada, asintió. —¿De qué se trata, Tomioka?
Tomioka respiró profundo. No era alguien que expresara sus emociones con facilidad, pero esta vez estaba decidido. —He notado que algo te preocupa. Sé que estás con Tanjiro, pero... no puedo negar lo que siento por ti. Siempre has sido alguien importante para mí, y aunque trato de dejarlo atrás, no puedo.
Shinobu lo miró en silencio. Las palabras de Tomioka resonaron en su mente, pero algo dentro de ella sabía que no podía corresponderle de la misma manera. Su corazón ya le pertenecía a Tanjiro. Sin embargo, antes de que pudiera responder, la figura de Tanjiro apareció a la distancia, observando la escena desde una esquina. Kanae, quien también estaba atenta, se dio cuenta del conflicto interno que esto podría generar en Tanjiro.
Tanjiro, aunque no escuchaba del todo, entendió la situación. Sintió una punzada en el pecho al ver a Shinobu y Tomioka tan cerca. Los celos, mezclados con la duda, comenzaron a brotar en su mente. "¿Qué está pasando?", se preguntaba. Sabía que confiaba en Shinobu, pero aquella escena lo dejó inquieto.
Por su parte, Kanae sonrió con satisfacción. Sabía que, con el tiempo, Tanjiro no podría resistir la presión y las dudas comenzarían a afectar su relación con Shinobu. Todo estaba ocurriendo según su plan, y solo le faltaba un último movimiento para que todo cayera por su propio peso.
Mientras tanto, la relación entre Mitsuri y Rengoku también había llegado a un punto crítico. Mitsuri, incapaz de quitarse de la cabeza el pasado de Rengoku como mujeriego, decidió confrontarlo de una vez por todas. Había estado evitando esta conversación, pero sabía que no podían seguir así.
Una tarde, Mitsuri encontró a Rengoku en los jardines, entrenando como siempre. Se acercó con determinación, pero también con el corazón apesadumbrado.
—Rengoku, tenemos que hablar —dijo, su voz temblando un poco.
Rengoku, quien notó la seriedad en su tono, dejó de entrenar y se acercó a ella. —Claro, Mitsuri. ¿Qué ocurre?
—Es tu pasado... —dijo ella, tomando aire antes de continuar—. He escuchado muchas cosas sobre cómo eras antes. Mujeriego, salías con muchas chicas... Y no puedo evitar sentir que quizá no soy suficiente para ti. No puedo sacarme eso de la cabeza.
Rengoku, sorprendido, se acercó más a Mitsuri y la tomó de las manos. —Mitsuri, eso es algo que pertenece a mi pasado. Sí, antes era muy diferente, pero desde que te conocí, tú has sido la única. Nunca he sentido algo así por nadie más.
Mitsuri lo miró a los ojos, tratando de encontrar sinceridad en sus palabras. Sabía que lo amaba, pero las inseguridades aún estaban ahí, creciendo dentro de ella. —No sé si puedo seguir adelante sin saber la verdad completa. Necesito entenderlo todo, Rengoku.
Rengoku asintió con seriedad. —Te lo contaré todo, Mitsuri. No quiero que haya secretos entre nosotros.
Mientras todo esto ocurría, Inosuke y Aoi también enfrentaban sus propios desafíos. El abrazo que se dieron después del accidente había encendido una llama que ninguno de los dos sabía cómo manejar. Aoi sentía que cada vez que estaba cerca de Inosuke, su corazón latía más rápido, pero el carácter impulsivo y salvaje de Inosuke la hacía dudar si realmente podían funcionar como pareja.
Inosuke, por su parte, estaba completamente desconcertado. Nunca había sentido algo parecido. ¿Era esto lo que los demás llamaban amor? No sabía cómo actuar o qué decir. Solo sabía que no quería estar lejos de Aoi, aunque no entendía por qué.
Una noche, mientras Aoi caminaba sola por los jardines de la escuela, Inosuke apareció de repente, como era su costumbre, sin previo aviso.
—Aoi —dijo, su tono más serio de lo habitual—. No sé qué me pasa contigo, pero quiero estar contigo todo el tiempo. No entiendo por qué. No soy bueno con las palabras, pero... creo que me gustas.
Aoi se sonrojó al escuchar esas palabras tan directas, pero algo en su interior también se sintió feliz. Sin embargo, sabía que su relación con Inosuke no sería fácil.
—Inosuke, las cosas entre nosotros no son simples... Tú eres tan impulsivo, y yo soy tan distinta... No sé si esto va a funcionar.
Inosuke frunció el ceño, como si las dudas de Aoi lo confundieran. —¡No me importa si es difícil! —exclamó—. Solo sé que quiero intentarlo.
Aoi lo miró sorprendida. Quizá, después de todo, Inosuke no era tan diferente de lo que ella pensaba.
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Corazones entrelazados: Amores y conflictos en la Escuela Kimetsu
RomanceEn un mundo donde los demonios nunca existieron, los estudiantes de la Escuela Kimetsu enfrentan algo aún más complicado que las lecciones diarias: los altibajos del amor. Tanjiro, Shinobu, Nezuko y sus amigos navegarán entre relaciones secretas, tr...