La tensión entre Kanae y Shinobu estaba a punto de explotar. Ninguna de las dos había hablado abiertamente sobre sus sentimientos por Tanjiro, pero esa mañana, algo cambió.
Shinobu, después de varias noches sin dormir, decidió que ya no podía seguir ocultando lo que sentía. Durante el almuerzo, encontró a Tanjiro en uno de los jardines de la escuela. Él estaba distraído, mirando el cielo, sin darse cuenta de la llegada de Shinobu.
—Tanjiro...—dijo Shinobu, con un tono más suave de lo habitual.
Tanjiro la miró sorprendido, pero sonrió como siempre, con esa calma que lo caracterizaba.
—¿Sucede algo, Shinobu?—preguntó él, notando una extraña incomodidad en sus palabras.
Shinobu tragó saliva. No sabía cómo empezar, pero la escena de aquel día volvía a su mente. La vez que, al borde de las lágrimas, Tanjiro la encontró y la reconfortó de una manera que nunca había experimentado. Aquella experiencia había sido el comienzo de un sentimiento que no se detendría.
—Quería agradecerte... por estar ahí para mí cuando más te necesitaba—dijo ella, eligiendo cuidadosamente sus palabras. Su corazón latía con fuerza mientras observaba cómo Tanjiro fruncía el ceño, como si intentara recordar el momento.
—Siempre estaré aquí para ti, Shinobu. Sabes que eres importante para mí—respondió Tanjiro sin titubear.
Shinobu no pudo evitar sonreír, pero antes de que pudiera decir algo más, la figura de Kanae apareció a la distancia. Se acercaba con una expresión que no auguraba nada bueno.
—¡Hermana!—exclamó Shinobu, con una mezcla de sorpresa y alarma.
Kanae, que había estado observando desde lejos, ya no podía contenerse. Sabía que Shinobu había llegado a un punto en el que sus sentimientos por Tanjiro no podían ocultarse más, pero lo que Kanae no había previsto era lo fuerte que esos sentimientos eran también en su propio corazón.
—Shinobu, ¿podemos hablar un momento?—dijo Kanae, ignorando la presencia de Tanjiro, aunque su voz temblaba levemente.
Shinobu entendió de inmediato. La rivalidad que ambas habían estado evitando estaba a punto de explotar, y Tanjiro, completamente ajeno, estaba justo en medio.
El aire entre las hermanas se tensó, y por primera vez, Shinobu sintió que la conexión entre ellas se estaba resquebrajando.
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Corazones entrelazados: Amores y conflictos en la Escuela Kimetsu
RomantiekEn un mundo donde los demonios nunca existieron, los estudiantes de la Escuela Kimetsu enfrentan algo aún más complicado que las lecciones diarias: los altibajos del amor. Tanjiro, Shinobu, Nezuko y sus amigos navegarán entre relaciones secretas, tr...