Death Note New Beginning

Capitulo 39

Después de la conversación entre Andre y John, los pensamientos de Andre comenzaron a nublarse. La imagen de John, siempre resuelta y calculadora, ahora parecía distorsionada, como si hubiera algo más que Andre no pudiera ver, o peor aún, algo que no quisiera admitir.

Esa misma noche, Andre salió a caminar con Josh por las calles desiertas. Las luces de los postes parpadeaban tenuemente, iluminando apenas sus pasos. Andre, perdido en sus pensamientos, no podía evitar mirar esas luces como si en ellas encontrara respuestas.

—¿Estás bien? —preguntó Josh, su voz joven rompiendo el silencio de la noche.

Andre, aún con la mirada perdida, asintió mecánicamente.

—Sí... ¿por qué?

Josh lo miró con preocupación.

—Te veo distraído... ¿Pasó algo?

Andre esbozó una sonrisa cansada mientras bostezaba levemente.

—No, no. No pasa nada, solo que no dormí bien anoche —mintió, tratando de desviar la conversación.

Josh lo observó unos segundos antes de responder con una aceptación silenciosa.

—Está bien.

Mientras continuaban caminando, Andre siguió inmerso en sus pensamientos. Será mejor que guarde mis dudas para mí, pensó, sintiendo el peso de la responsabilidad sobre sus hombros. Si hago algo mal, no quiero meter al niño en mis problemas.No merece ser arrastrado a las oscuras decisiones que Andre sentía que tendría que enfrentar.

—Vamos, si no llegaremos tarde a la reunión de hoy —dijo Josh, interrumpiendo de nuevo la cadena de pensamientos.

—¿Eh? Sí... claro —respondió Andre, sin energía, su mente aún anclada en sus preocupaciones.

En la casa de Alice, la tensión era nula. Mientras se preparaba para salir, Alice notaba el silencio incómodo de Arma, quien apenas había pronunciado palabra.

—¿Todo bien, Arma? —preguntó Alice, intentando romper el hielo.

Arma vaciló antes de responder.

—Más o menos...

Alice frunció el ceño, girándose hacia su ella.

—¿Por qué? —inquirió.

Arma, con un leve tono de incomodidad en la voz.

—Es que... he notado que tú y Trevor se han vuelto cercanos... muy cercanos...

El rostro de Alice se sonrojó instantáneamente, sus manos se detuvieron en su abrigo mientras procesaba las palabras de Arma.

—Bueno... yo... —empezó a decir, con cierta timidez, antes de detenerse repentinamente. Su mirada se iluminó al comprender.

—¡Espera! —exclamó de repente.

—¿Qué pasa? —preguntó Arma, desconcertada.

Alice la miró con una sonrisa comprensiva.

—Ya sé qué pasa —dijo Alice suavemente.

—¿Qué? —preguntó Arma, inquieta.

—Tienes miedo de que Trevor te deje, ¿verdad?

Arma permaneció en silencio, mirandola fijamente.

—No te preocupes... —dijo Alice mientras terminaba de ponerse el abrigo—. Sé que ves a Trevor como... bueno, algo así como un hijo. Pero no tienes que preocuparte —añadió con una sonrisa tranquilizadora.