Capitulo 60 Parte 1

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La tensión en la habitación era palpable, el aire denso con preguntas sin respuestas. Jude miraba a John, intentando procesar la información que acababa de recibir.

—¿Cómo que Kinddara planea entregar a Trevor? —preguntó Jude, claramente confundido.

John asintió, frunciendo el ceño.

—No estoy seguro... Pero algo me dice que tiene un plan. Y Trevor está en el centro de todo —respondió con frustración.

Alice, con el rostro pálido y la respiración acelerada, interrumpió.

—Stephanie, ¿dónde está Kinddara? —preguntó, con la voz cargada de urgencia.

Stephanie, sorprendida por la pregunta, negó con la cabeza.

—No lo sé... Se supone que debería estar aquí, ¿no? —respondió, preocupada.

El teléfono de Jude vibró de repente, sacándolo de sus pensamientos. Contestó de inmediato.

—¿Sí? —dijo, escuchando atentamente.

—¿Quién es? —preguntó John, inclinándose hacia él.

—Shhh.—dijo Jude tratando de escuchar la llamada.

Jude asintió mientras colgaba la llamada.

—Awwww dios!!—dijo Jude con mucha frustración.

—¡QUIEN ERA JUDE!!—Gritó Alice alterada.

—Trabajo... —murmuró—. Creo que Kinddara ha enviado a Trevor a algún lugar. Un lugar donde la policía ya lo está esperando.

—¡¿Qué?! —exclamó Alice, visiblemente alterada.

—No podemos hacer nada... —dijo Jude con impotencia—. ¿Y Arma? —preguntó, mirando a Alice.

El rostro de Alice se oscureció.

—Oh no... —murmuró.

Stephanie se dio cuenta de la expresión de Alice y la encaró.

—Oh no, ¿qué? ¿Qué está pasando, Alice? —insistió.

Alice respiró profundamente antes de responder.

—Creo saber qué va a hacer Arma... —dijo, apretando los puños.

Sin decir más, salió corriendo de la casa, dejando a todos atrás.

—¡Alice, espera! —gritó Stephanie, corriendo tras ella.

John se giró hacia Jude.

—Tienes que ir. Yo iré con Alice —dijo, sin dudar un momento, mientras salía también.

Jude asintió, sabiendo que cada segundo contaba. No había tiempo para más explicaciones.

En la base...

El ambiente era tenso mientras el Jefe miraba a Near con una mezcla de preocupación y expectación.

—Near... —empezó el Jefe—. ¿Estás seguro de esto? ¿Por qué no detuviste a Gaiden?

Near, sentado en su habitual postura despreocupada, respondió sin levantar la vista de los monitores.

—No lo detuve porque sé que sería inútil intentarlo. Gaiden es obstinado y está decidido a llevar a cabo esta operación —respondió Near con calma.

El Jefe suspiró, pasándose una mano por la frente.

—¿Y Naomi? —preguntó, el con precaución.

—Está por llegar. Fue ella quien me proporcionó la dirección —respondió Near, con la misma serenidad.

—¿Cuál es el porcentaje de éxito de esta operación? ¿Es una trampa? —insistió el Jefe, sabiendo que estaba caminando sobre un terreno inestable.

Near hizo una pausa, calculando.

—El porcentaje de éxito es bajo... —admitió—. Y el riesgo de que sea una trampa es alto. Pero, al mismo tiempo, no podemos ignorar que esta podría ser una oportunidad. Es arriesgado, pero es lo que tenemos. Prepárense para el operativo —ordenó Near.

El Jefe asintió, sabiendo que no tenían otra opción.

—Bien... —dijo, mientras activaba su comunicador—. Gaiden, ¿cómo van?

La voz del Comandante Gaiden llegó con claridad.

—Estamos llegando. Conocemos la operación. Entramos, lo atrapamos y salimos.

—Bien —respondió el Jefe, aunque la preocupación se colaba en su tono.

Near, siempre sereno, añadió una última advertencia.

—Gaiden, solo ten cuidado... —dijo, su tono más serio de lo habitual.

—Lo tendré —respondió Gaiden, con la confianza de quien ha estado en situaciones peligrosas antes.

Mientras tanto, en un lugar remoto...

Trevor caminaba hacia una vieja camioneta abandonada, reconociendo el lugar de inmediato.

—Así que... la camioneta de antes, ¿no? —dijo, dirigiéndose a Arma, que estaba parado junto a él.

Arma asintió, sus ojos inexpresivos pero con una carga oculta.

—Sí... Me trae recuerdos —murmuró Arma—. Pero no te he traído aquí para recordar...

Trevor lo miró con desconfianza.

—¿Entonces para qué? —preguntó, su voz tensa.

Arma tomó una respiración profunda antes de hablar.

—Kinddara quiere matar a John... —dijo, observando la reacción de Trevor.

Trevor se quedó helado.

—¿Qué...? —susurró, sin poder creer lo que escuchaba.

—Sí, me pidió que te trajera aquí —continuó Arma, su voz tranquila pero sombría.

—¿Para qué? —preguntó Trevor, su mente trabajando a toda velocidad.

—Kinddara le dio esta ubicación a la policía. Ya saben que eres Kira —reveló Arma, sin apartar la mirada.

El rostro de Trevor se tornó pálido.

—¿Arma...? —dijo, sin saber qué decir.

—Lo siento, Trevor... —dijo Arma con pesar—. Pero es por tu bien.

Mientras tanto, Gaiden y su equipo estaban preparados, observando a Trevor desde una distancia segura.

—Estamos listos para entrar —dijo Gaiden, sosteniendo su arma, listo para la acción.

Near, desde la base, habló a través del comunicador.

—Ustedes deciden cuándo actuar —dijo con frialdad.

Gaiden asintió y contó en voz baja.

—Uno... Dos... Tres... ¡Ahora!

El equipo irrumpió en el lugar, armas en alto, preparados para la captura.

—¡Manos arriba! —gritó Gaiden.

Trevor se quedó congelado en el lugar, sin posibilidad de escapar.

—No... —susurró, viendo cómo todo su mundo se derrumbaba a su alrededor.

Continuará...

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