Capitulo 62

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Minutos después, Trevor y Alice salieron del cuarto, ambos con el peso de lo sucedido aún marcado en sus rostros. La atmósfera era densa, y aunque todos intentaban buscar consuelo, el vacío dejado por Arma seguía presente.

Jude fue el primero en acercarse a Trevor. Sabía que las palabras serían pocas, pero intentó dar algo de apoyo.

—¿Estás bien, Trevor? —preguntó, con una mezcla de preocupación y cautela.

—No... —contestó Trevor, sin poder esconder su tristeza.

Jude suspiró, consciente de lo difícil que era todo para su amigo.

—Todo saldrá bien, amigo —intentó tranquilizarlo.

—Sí... —respondió Trevor, sin convicción.

Alice, queriendo aliviar la tensión del momento, miró hacia John y Stephanie, quienes estaban abrazados en un gesto íntimo.

—¿Interrumpimos algo? —preguntó, intentando esbozar una sonrisa.

—¿Eh? No, no, no... —respondió Stephanie, algo sorprendida, pero sin soltarse de John.

—Bueno... —dijo John, aún abrazándola con ternura—. ¿Qué vamos a hacer ahora?

Trevor miró a los demás, con una mezcla de dolor y resolución.

—¿Qué voy a hacer ahora? —repitió en voz baja, más para sí mismo que para el resto del grupo.

John se apartó de Stephanie, caminando hacia la mesa con decisión.

—Un momento... —dijo, mientras buscaba algo en la sala—. Aquí está. —Colocó la libreta de Andre sobre la mesa, con un aire solemne.

Trevor miró el cuaderno con una expresión indecisa.

—La libreta de Andre...

Alice lo miró con curiosidad.

—¿Qué haremos con ella?

John se quedó en silencio por un momento, observando la libreta.

—Bueno... —empezó a decir, pero antes de que pudiera continuar, Stephanie lo abrazó nuevamente, aferrándose a él con más fuerza.

—Esperan que tomes la libreta, Trevor —dijo Raito, desde un rincón, con una sonrisa enigmática.

—¿Cómo...? —preguntó Trevor, confundido.

Midora fue quien respondió.

—Nunca renunciaste a tu libreta, Trevor. Por eso todavía tienes tus recuerdos.

—¿Puedo volver a tener otra? —preguntó Trevor, mirando la libreta frente a él.

—Ahora sí —respondió Sidoh, confirmando su suposición.

Alice, que había permanecido en silencio hasta ese momento, levantó la voz, su preocupación evidente.

—Esperen... Esto es muy apresurado... —dijo, tratando de detener el curso de los acontecimientos.

—¿Qué quieres decir? —preguntó Jude, desconcertado.

—Digo que Trevor no está en condiciones para pensar en estas cosas... —su voz se quebró al final, reflejando la fragilidad de sus emociones.

—Alice... —dijo Trevor, levantándose lentamente de su silla, pero sin saber exactamente qué decir.

Alice lo miró, con lágrimas asomándose en sus ojos.

—Yo... Yo... ¡Tengo que cumplir con la promesa que le hice a Arma! —soltó, antes de girar sobre sus talones y salir apresuradamente de la casa.

—Alice... —gritó Jude, intentando detenerla, pero fue en vano.

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