Capitulo 11

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La atmósfera en la sala era tensa, cada palabra se sentía como un paso en un campo minado. Después de la inquietante revelación de Near sobre la teoría que las muertes causadas por KIRA eran obra de un poder superior al humano, todos se sumieron en un silencio inquietante.

-Es mejor no pensar en eso hasta que estemos seguros -dijo Ross, intentando calmar los ánimos.

Fitzgerald asintió lentamente, una expresión de cautela marcada en su rostro.

-Sí, es verdad -respondió con seriedad.

Near, observando las reacciones de todos, decidió cambiar de tema.

-Bueno, quería preguntarles algo -dijo, atrayendo la atención de todos.

-¿Qué es? -preguntó el Jefe, con su tono habitual de autoridad.

-El FBI ha decidido enviarnos algo de ayuda, pero primero quería consultarlo con ustedes. ¿Qué dicen? Además son gente con cuál trabaje antes.

El Jefe intercambió una mirada rápida con los demás antes de responder.

-Estamos de acuerdo.

-Bien... -Near hizo una pausa, mirando alrededor de la sala-. ¿Y Marshall?

-La secretaria los mandó a terapia por unos días -informó Ross.

De repente, la puerta se abrió con fuerza y Jude entró apresuradamente.

-¡LLEGUÉ! Perdón, perdí la noción del tiempo en la terapia. ¿De qué hablan?

Ross sonrió levemente antes de responder.

-El FBI nos enviará ayuda.

-Qué bueno -dijo Jude, aliviado.

Near se aclaró la garganta, capturando nuevamente la atención de todos.

-Por cierto, tengo algo que mostrarles.

-¿Qué es? -preguntó el Jefe, con una mezcla de curiosidad y preocupación.

-Sé que no parece estar relacionado, pero ha habido una serie de suicidios inexplicables entre criminales de los barrios bajos.

Fitzgerald frunció el ceño, confundido.

-¿Pero por qué eso nos interesaría?

Ross parecía estar reflexionando profundamente cuando de repente sus ojos se abrieron de par en par.

-Espera... A menos que...

-Sí -Near asintió, confirmando la sospecha que comenzaba a formarse-. Si mis pruebas son correctas, entonces no solo KIRA puede causar muertes por ataque al corazón, sino que también puede inducir el suicidio.

Fitzgerald golpeó la mesa con el puño cerrado.

-¡El maldito pensó que no nos daríamos cuenta! Qué idiota.

Jude, con su mente trabajando a toda velocidad, tuvo un pensamiento que lo inquietó profundamente. "Un momento... Yo no puse suicidios en la libreta, y tampoco John... Entonces debió ser alguno de los otros. Pero no debo enojarme, mientras Near piense que hay un solo KIRA, será lo mejor."

-Pero no lo entiendo -dijo Jude, tratando de mantener la calma-. ¿Por qué KIRA haría algo así?

-Solo fue para despertar nuestra atención -explicó Near, con voz firme-. Pensó que no nos daríamos cuenta y lo hizo lo suficientemente convincente para que pareciera natural.

El Jefe asintió lentamente, con una expresión pensativa.

-Me pregunto hasta qué punto es capaz de llegar KIRA.

Anoche, en la casa de John, mientras compartían una pizza...

-John, cuéntanos algo sobre tu vida para conocernos mejor -pidió Josh, masticando un trozo de pizza.

John sonrió y se acomodó en su asiento.

-Bueno, nací en California, estudié y me gradué como psicólogo. Luego me vine a vivir aquí. ¿Y tú, Jude?

Jude casi se atraganta con su bebida antes de responder con una risa nerviosa.

-Bueno... Yo nací aquí. Estudié, choqué el auto de mi padre una vez y me gradué como policía, jejeje.

-¡Jajajaja! ¿En serio? -Josh soltó una carcajada.

-Sí -asintió Jude, sonriendo-. ¿Y tú, Andre?

Andre bajó la mirada, visiblemente incómodo.

-Bueno, nací aquí, estudié hasta cierto punto y luego... Pues, no sé qué más decir.

John, con su voz suave y calmada, intervino.

-Escucha, Andre, puedo ver que has hecho cosas malas en el pasado, pero te redimiste.

Andre lo miró, confundido.

-¿Cómo?

-Ahora castigas a los criminales, ¿no?

Andre asintió, todavía inseguro.

-Sí, sé que puede parecer hipócrita, pero siento que estoy haciendo algo bueno. ¿Y tú, Alice? Veo que quieres hablar desde hace rato.

Alice sonrió ampliamente.

-Bueno, nací aquí, me gradué de la secundaria, soy dibujante y ahora juzgo a los criminales con mi Death Note. ¿Y tú, Stephanie?

-Soy fiscal -respondió Stephanie-. Se supone que en mi trabajo debería encarcelar a criminales, pero ahora los mato, así que ni tan mal. ¿Y tú, Josh?

Josh se removió incómodo en su asiento.

-Bueno... Es complicado.

Alice lo animó con una sonrisa.

-Dilo, no te juzgamos. Además, somos adultos, jijiji.

Josh tomó aire profundamente antes de hablar.

-Bueno, estudié y estudié durante toda mi vida, y al final me convertí en drogadicto...

-Lo siento, amigo, en serio -dijo Jude, con simpatía.

-Escucha, si necesitas hablar, solo dilo. Soy psicólogo -ofreció John, con amabilidad.

-Sí, lo dejé hace un tiempo, pero... No quiero volver -respondió Josh, con la voz quebrada, casi al borde de las lágrimas.

Mientras tanto, los shinigamis observaban todo desde la distancia...

-No sabía que tu humano tenía ese pasado, Galus -comentó Zellogi, con sorpresa.

-Bueno, la libreta le cayó en un momento muy bajo de su vida. Creo que eso, más que afectarle, le ayudó en cierta medida -respondió Galus, encogiéndose de hombros.

-¿Y tu humana, Midora? -preguntó Kinddara, con curiosidad.

-Bueno, ella es muy alegre... Y, bueno, eso es todo lo que diré -respondió Midora, con una sonrisa enigmática.

-Yo estoy bien con Jude -dijo Sidoh, con tono despreocupado-. ¿Y tú, Raito?

Raito, que había estado observando en silencio, finalmente habló.

-Aunque no lo parezca, John no siempre fue tan frío. Pude ver su vida entera. Los demás necesitan alguien que los guíe en todo esto, y John ha asumido ese rol.

Raito hizo una pausa antes de continuar con una pregunta que dejó a los demás en silencio.

-Por cierto, ahora que estamos hablando, ¿para qué el rey envió las libretas en primer lugar?

Kinddara y Zellogi intercambiaron una mirada antes de que este último respondiera.

-El rey quiere buscar a un sucesor.

-¿Un sucesor? -Raito exclamó, con incredulidad.

Continuará...

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