Capitulo 2

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John se quedó mirando la libreta con una mezcla de incredulidad y confusión. La conversación con Raito lo había dejado desorientado, y la idea de que podía ser un "dios de la muerte" le parecía absurda.

-¿Espera, como que ahora soy un dios de la muerte? -preguntó John, sin poder ocultar su desesperación.

Raito, el shinigami con aspecto de criatura imponente y ojos dónde solo se alcanza a ver unas pupilas de color rojo, se encogió de hombros.

-Bueno, en teoría sí lo eres. Esa libreta es la herramienta para decidir la vida o la muerte de una persona, o algo así. La verdad, no lo sé con certeza.

-¿Quieres decir que esta libreta mató a mi esposa? -John estalló, el dolor en su voz era palpable.

Raito sacudió la cabeza, un gesto que, aunque sencillo, transmitía un sentido de rechazo.

-No, eso lo hiciste tú. Tú pusiste su nombre en la libreta.

John se tomó un momento para procesar la afirmación. Su mente estaba en caos. La idea de que había sido él quien decidió el destino de su esposa lo atormentaba.

-Ah, ¿por qué me está pasando esto a mí? ¿Es esto algún tipo de castigo divino? ¿Por qué yo?

Raito, en lugar de ofrecer consuelo, soltó una risa seca y burlona.

-¿De verdad crees que esa libreta te eligió o algo así? ¡Ja, ja, ja!

-Bueno...

-No, obviamente no. Cuando vine al mundo humano, tenía que dejar caer la libreta y tú la encontraste y la guardaste.

-Espera, ¿por qué solo puedo verte? -preguntó John, sintiéndose aún más perdido.

-Los humanos que poseen una Death Note solo podrán ver a un shinigami si han usado la libreta al menos una vez. Y, como puedes ver, ya la has usado -dijo Raito mientras reía.

John se sentó en una silla, intentando calmarse. Sabía que debía ir al hospital, pero la situación le parecía surrealista.

-Bueno, respiro... tengo que irme -dijo, saliendo de su casa en dirección al hospital. En el camino, no podía evitar preguntarse por qué Raito lo seguía.

-Oye -dijo John, girándose hacia el shinigami.

-¿Qué quieres? -preguntó Raito, sin mucho interés.

-¿Por qué me sigues?

-Bueno, la Death Note es algo así como un contrato o algo que nos une, así que a donde vayas, yo iré también.

-Si hablo contigo, es como si estuviera hablando solo, ¿no?

-Sí. Por cierto, ¿a dónde vamos?

Dos horas después, en la entrada del hospital, Raito seguía a John con una expresión de aburrimiento.

-Vaya, no pensé que vendría tanta gente. ¿John? -Raito lo siguió fuera del hospital-. Oye, John, ¿no te vas a quedar?

-No -respondió John con frialdad.

-¿Por qué?

-Mañana tengo que trabajar -dijo John, sin cambiar su tono.

Al día siguiente, en el trabajo, John trató de mantener la calma mientras enfrentaba a Raito, quien se mostraba visiblemente aburrido.

-Entonces, el lunes siguiente nos vemos de nuevo -dijo John.

-¡Ah, qué aburrido es esto! No imaginaba que los humanos tuvieran estos problemas. Personalmente, me aburre -dijo Raito con un suspiro.

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