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*Bogotá, Colombia.





Bogotá era un caos. La ciudad vibraba con la energía de los fanáticos que esperaban afuera del estadio, gritando por Justin, por una mirada, una sonrisa. Parecía que todos querían un pedazo de él, y yo... Bueno, a veces me preguntaba si también me había convertido en parte del espectáculo.

En las últimas semanas, había empezado a sentirme como una versión desteñida de mí misma. Bailar era lo único que todavía disfrutaba, pero incluso eso empezaba a sentirse como un simple accesorio del show. Mi lugar al lado de Justin, aunque lleno de amor, estaba empañado por algo más oscuro: Scooter. Él movía los hilos de todo y todos, y yo no era la excepción.

La notificación en mi móvil me recordó lo lejos que estaba de mi mundo real. Bella desfilando para Givenchy. Kendall cerrando un desfile en Milán. Mis hermanas publicando selfies familiares en Hidden Hills. Y yo aquí, atrapada en una burbuja que parecía no tener fin.

Justin estaba emocionado. La gira por Europa era el tema del día, pero para mí, se sentía como una cadena más.

Decidimos ir a un restaurante todo el equipo para festejar el inicio de la gira por LATAM.

Nos sentamos en la mesa principal con el equipo de producción y bailarines. Justin estaba a mi lado, sonriendo, bromeando con Alfredo y uno de los técnicos sobre los errores en los ensayos de la noche anterior. Yo apenas comía, jugando con el tenedor en mi plato.

—Entonces, ¿ya es oficial? —preguntó Alfredo.

Scooter, sentado al otro extremo de la mesa, asintió con esa sonrisa que tanto odiaba.

—Totalmente. La gira europea será monumental. Estamos hablando de más de 40 fechas en 10 países diferentes.

—¿Cuánto tiempo estaremos fuera? —preguntó una de las bailarinas, entre emocionada y nerviosa.

—Un año —respondió Scooter con un tono triunfal, como si acabara de anunciar la victoria en una batalla épica.

Un año. Sentí que me faltaba el aire. Justin apretó mi mano bajo la mesa, y cuando lo miré, su sonrisa me desarmó.

—Va a ser increíble —me dijo, sus ojos brillando con entusiasmo.

—Sí, suena... increíble —mentí, devolviéndole una sonrisa que no sentía.

Pero Scooter no me dejó escapar tan fácilmente.

—¿Qué opinas, Kelsey? —preguntó, con esa mirada que siempre tenía cuando quería provocarme.

Todas las cabezas se giraron hacia mí. Tragué saliva y forcé una respuesta.

—Creo que será inolvidable.

—Espero que lo sea para todos —dijo Scooter, con una sonrisa que parecía esconder algo más.

El resto de la comida transcurrió en una nube de conversaciones que apenas registré. Mi mente estaba atrapada en la idea de Europa, de un año lejos de mi familia, de mis amigos, de mí misma.

Después del almuerzo, lo encontré en uno de los pasillos del hotel, revisando algo en su iPad. No pude evitar acercarme, porque sabía que tenía que decirle algo antes de que él siguiera con su juego.

—Necesitamos hablar.

Scooter levantó la mirada, su expresión calmada pero calculadora.

—Claro, Kelsey. Siempre estoy disponible para ti.

—¿Qué estás intentando hacer? —pregunté, cruzándome de brazos frente a él.

—No sé de qué hablas.

Damn Jenner (Justin Bieber)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora