El personaje secundario masculino solo quiere ser un hombre de herramientas

Capitulo 58

De repente, Han Yu pareció pensar en algo. Miró a Han Cheng con sospecha,—¿Dónde conseguiste tu reloj?

Han Cheng estaba muy orgulloso, —Fue obsequiado por otros.

Miró a Han Yu y dijo con orgullo:—¿Lo has experimentado? ¿Alguien te ha regalado algo?

Han Yu se rió entre dientes, —¿Quién?

—Por supuesto que es mi amigo.

—¿El amigo al que quieres enviarle la jaula?

Han Cheng: —...

La puerta del ascensor se abrió y Han Cheng entró de inmediato.

Han Yu lo siguió y dijo con una sonrisa: —Así que te dieron un reloj. ¿Le diste una jaula?

Han Cheng lo miró con descontento,—¿Por qué todavía recuerdas esto? ¿No puedes preocuparte más por los productos de la compañía?

—Tu vida amorosa es mucho más importante que los productos de la compañia. Si los productos se desechan, pueden ser reemplazados. Si te descartan, ¿Puedo pedirles a mis padres que me den otro?

Han Cheng:—...

—Entonces, ¿Le enviaste una jaula a esa persona?— Han Yu se acercó a él, —Si no lo has hecho, tu buen hermano mayor puede patrocinarte uno.

—Eres muy molesto.— Han Cheng lo empujó,—¡Pervertido!

—¿No estoy haciendo esto para cumplir tu deseo? Después de un arduo esfuerzo, ¿Me llamas pervertido?

Han Cheng estaba tan enojado que lo ignoró. Después de que se abrió la puerta del ascensor, salió enojado.

Han Yu se rió. Mirando su figura obviamente enojada, tenía un poco de curiosidad acerca de su futura cuñada.

No sabia cuándo su hermano menor podriá dejarle conocer a su futura cuñada.

Por desgracia, Han Yu suspiró. Puede llevar algo de tiempo. Después de todo, Han Cheng actualmente no lo admitirá frente a él.

Qué pequeño pato de boca dura.

Han Cheng regresó enojado a la oficina, dejó su cuaderno y se reclinó en su silla.

Miró el reloj en su muñeca, la esfera oscura y las líneas plateadas cóncavas convexas como la muralla de una ciudad. Era muy guapo. Los laicos como Han Yu, solo sabían hablar de dinero. Él era demasiado vulgar.

Cuando entró la secretaria para entregarle el café, lo vio mirando su reloj y sumido en sus pensamientos.

La secretaria no se atrevió a molestarlo y en silencio quiso poner el café sobre la mesa. Como resultado, Han Cheng levantó la cabeza y tomó la iniciativa de recogerlo.

—Gracias.— Han Cheng le dijo.

—No hay necesidad de agradecer, esto es lo que debo hacer.— La secretaria le respondió cortésmente.

Han Cheng dejó la taza. La secretaria miró sus movimientos y notó que llevaba un reloj.

Por lo general, no solia usar reloj. La Secretaria no lo habia visto usar un reloj ni una sola vez, por lo que no pudo evitar mirar más.

Tan pronto como Han Cheng levantó la vista, vio que ella estaba mirando el reloj en su muñeca. Estaba ansioso por presumir y cambió su postura para que ella pudiera ver más claramente, —¿Qué pasa?

—Llevas un reloj hoy.— La secretaria dijo sorprendida: —Es raro que uses un reloj.

Así es. Aunque tiene muchos relojes, la mayoría de ellos se guardan en el gabinete. Sin embargo, el que dio Shen Qingshu es diferente. Era una pena poner un regalo tan considerado en el gabinete. Naturalmente, era necesario mostrarlo y permitir que reciba más atención.