Pov Susana:
Conduje por un rato hasta llegar a casa, Dean ya me esperaba con mi hija dormida en brazos. Estaba sentado en el sofá y él mismo también se estaba quedando dormido viendo un tonto programa de televisión. Me acerqué a él y sólo rocé mis labios con los suyos pero eso hizo que despertara con una brillante sonrisa.
Dean - Me quedé frito.
- Dame a Gabi que la subo a su habitación - hice el gesto de cogerla pero él insistió de llevarla. Así que le dejé pasar y me senté de mientras yo en el sofá a esperarlo.
Dean - ¿Cómo te encuentras cielo? - dijo abrazándome y sentándose a mi lado - lo de Bea ha sido un golpe muy duro para todos - Tuve que morderme la lengua para no contarle que ella seguía viva, que acababa de estar en su apartamento. Quería explicarle todo lo que habíamos hablado, incluyendo que había sido James el que provocó el accidente, pero había prometido no hablar y no lo haría.
- ¿Fuiste a verla al tanatorio?
Dean - Si, pero no me atreví a acercarme a su cuerpo. Sólo Nat y James lo hicieron... Kendall estaba destrozado y Carlos y Logan tuvieron que ayudarlo a desahogarse.
- Pobre Kendo, él realmente la sigue queriendo.
Dean - A la que vi muy entera es a Nat, siempre fue bastante dura pero pensé que en un momento como éste ella se desmoronaría.
- A veces la gente te sorprende, o de forma positiva o negativa, según el caso...
Dean - ¿A qué te refieres?
- Olvídalo, hoy fue un día muy duro y estoy cansada... me voy a la cama.
Dean - Sube que ahora te llevo un vaso de leche caliente, para que te ayude a descansar.
- No hace falta, en serio.
Dean - Insisto, entre la universidad y el entrenamiento te he tenido un poco abandonada... quiero mimarte todo lo que pueda - Sonreí y le di un dulce beso. Subí a nuestra habitación y me puse el pijama y me metí bajo el edredón. Sabia que esa noche me iba a costar muchísimo dormir, no paraba de darle vueltas a todo lo ocurrido ese día. Tras beberme la leche, Dean se acostó a mi lado y enseguida se durmió. Yo no dejaba de pensar en Bea, en James, incluso en Kendall... y me preguntaba ¿cómo una persona como nuestro amigo había sido capaz de "matar" a sangre fría a Beatriz? Estuve horas dándole vueltas, hasta que al final caí en un profundo sueño. Fue un sueño relajante, yo corría por un prado verde a lomos de un unicornio rosa... jajaj, lo reconozco, a veces mis sueños son muy infantiles. Desperté al oler el aroma de café que venia de la cocina. Bajé y allí estaba Dean preparando algo de desayuno. Ya había vestido a Gabi y le había dado su desayuno, sentada en su trona. Miré el reloj... ¡madre mía! Eran ya las once y media.
- ¿Por qué no me despertaste?
Dean - Se te veía tan tierna durmiendo... no pude hacerlo.
- Y ¿cómo que no estás en la universidad hoy?
Dean - Dije muy en serio lo de anoche, lo que siento de que te estoy abandonando y no quiero hacerlo... así que hoy decidí que no iría. Hoy pasaremos el día los tres juntos y haremos algo especial con la pequeña - Pensé en que había quedado con Bea, íbamos a intentar averiguar lo que había ocurrido, pero ¿cómo hacerlo sin decirle nada a Dean? Y después de la molestia que se había tomado por hacerme sentir bien, no podía defraudarle.
- Voy entonces a darme una ducha y nos vamos ¿vale lindo?
Dean - Está bien, pero no tardes mucho - Negué con la cabeza y subí al baño. Antes de entrar en la ducha decidí llamar a Bea y avisarle de que no podría ir, pero al marcar su número decía que estaba apagado, insistí un par de veces más y al ver que ocurría lo mismo, desistí. Me duché y tras vestirme de manera cómoda, bajé y los tres nos fuimos a pasar un fabuloso día en familia.
