Pov Susana:
Dean hizo un segundo cásting al llegar a Canadá y le dieron uno de los papeles protagonistas de la serie que se iba a rodar, "SOBRENATURAL" se llamaba y era sobre dos hermanos que cazaban todo tipo de monstruos. Él estaba encantado y yo le ayudaba a ensayar ya que me entusiasmó la serie desde el primer momento. Junto a él, actuaba otro chico, Jared, que se convirtió en inseparable de Dean desde el principio. Pero no todo eran alegrías, mi boda había llegado y ninguno de mis amigos se había presentado por lo que no fue el día más feliz de mi vida como tuvo que ser. Es más, no hubo ni un mensaje, ni nada de nada, sólo no se presentaron, sólo lo hizo Ana, mi madre. Es algo que me partió el corazón, pero pensé... "si ellos no quieren saber más de ti, olvídalos tu igual" y eso es lo que me propuse hacer. Intentaba habituarme a mi vida en ese nuevo país, Dean se pasaba casi todo el día grabando en plató y yo me aburría. A Gabi empezamos a llevarla a la guardería del vecindario y ella parecía muy feliz allí, según sus cuidadoras era una niña muy sociable y risueña. Habíamos tenido que poner barandillas en todas las escaleras de casa, ya que ella ya andaba y podía caer por alguna de ellas. En la guardería había conocido a alguna madre, pero me parecían demasiado snobs y no veía nada que compartiésemos excepto nuestros hijos. Pero un día, apareció una chica nueva por allí, llevaba un bebé de pocos meses en brazos y parecía agotada y como si huyera de algo, me acerqué a ella.
- Hola ¿puedo ayudarte?
? - Si por favor ¿puedes sujetarme al bebé por un instante mientras voy al servicio?
- Claro - me lo dio y salió corriendo hasta el baño. Me senté en una silla a esperarla y cuando vi que ya había pasado bastantes minutos empecé a preocuparme y fui hasta el baño donde la vi entrar, pero nunca la vi salir. Un escalofrío recorrió mi cuerpo al entrar y vi que la ventana estaba abierta de par en par y el lugar estaba completamente vacío, había escapado... no se de que ni de quien pero había abandonado a su hijo. Salí de allí y me sentí perdida ¿y si se echaba atrás y quería volver a por él? a lo mejor sólo fue un pronto y rectificaba. Había pensado en acudir a la policía pero tras pensar en eso lo descarté, yo era madre y algo muy dentro de mi me decía que ella volvería. Así que sin más, recogí a Gabriela de su clase y nos fuimos para casa, al no tener relación con nadie de allí, nadie preguntó por el bebé que llevaba en brazos y fue más fácil abandonar el lugar. Al llegar a casa, lo primero que hice fue acomodar a los niños en la cuna al niño y a Gabi en su parque y llamé a Dean...
*Llamada*
Dean - Hola amor ¿te ocurre algo? ¿o a mi princesa?
- No cielo, las dos estamos bien, pero pasó algo en la escuela hoy...
Dean - Cuéntame.
- ¿Puedes hablar ahora? mira que el director se enfada siempre conmigo por molestarte mientras grabáis.
Dean - Estamos en un descanso, así que no hay problema... vale... vale... Jared te manda saludos.
- Dale un beso de mi parte - esperé su reacción, aunque ya sabía cual sería jajaj.
Dean - ¿¡Qué dices!? eso nunca.
- Era broma jajaj.
Dean - Pero que graciosa ja ja ja - soltó con su sarcasmo.
- Bueno cielo no te enfades - en ese momento escuché al director gritarles que seguían grabando.
Dean - Su, luego hablamos, me reclaman para seguir con la escena. Te amo preciosa.
- Yo también te amo, pues en la noche te cuento cuando regreses.
Dean - Hoy no cocines que Jared y yo llevaremos pizzas - Se escuchó un "¡¡Dean!!" de fondo - te dejo, un beso.
*Fin de la llamada*
Escuché al bebé llorar e intuí que tendría hambre, por lo que calenté un biberón y fui con él. Al sacarlo de su arrullo vi que había una nota "Ante todo perdón por como actué, pero mi bebé, al igual que yo misma corremos un grave peligro y por eso debo abandonarlo a su suerte. Su padre lo mataría si lo encontrara y no puedo permitirlo, a mi que me ocurra lo que sea, pero él es mi ángel. Su nombre es Jensen y tiene dos meses. Nadie conoce de su existencia por lo que nadie lo reclamará. Yo espero poder librarme de ese loco que me persigue y regresaré por él."
- ¿Así qué te llamas Jensen? precioso nombre para ti, que eres precioso - me apiadé de él y de su madre, ya que sentí que sabía como se debía sentir ella. El angelito volvió a quedarse dormido tras comer y lo volví a acostar de nuevo y bajé con Gabi que ya reclamaba mi atención.
