Lazos de Sangre(+16)

VI: Criatura

Necesito olvidarme un poco de todo. Sin notas amenazantes y sobre todo sin psicópatas persiguiéndome. Sin amigos desaparecidos. Olvidarme de que un hombre se intentó aprovechar de mí y aún encima parece que ahora le deba algo.

Debería desconectar de todo y la mejor forma, es dejándome llevar por la noche. Y esta noche, es la noche, es mi noche. Necesito apartarme de todo lo que me recuerde que hay un loco persiguiéndome. Tal vez beberme un gin tonic y tontear con algún hombre algunos años mayor. Llevo los auriculares puestos en el coche, la música me alivia durante un rato. Casi perder a mis amigos me ha dejado la mente hecha un desastre. Cuando pasó la primera vez todo el mundo estuvo asustado durante un par de semanas al menos. Esta vez, parece que todo el mundo ha olvidado lo que acaba de pasar. Y entiendo que están bien y todos podemos respirar tranquilos, pero nadie habla de lo que ha pasado. El trayecto en coche es insoportable, cada persona que veo fuera me parece él potencial asesino. Estoy cada vez más paranoica y Lucy me ha tocado el hombro dos veces para ver si estoy bien. Voy a estar bien, todo esto tiene que ser una terrible confusión. Este hombre igual quiere algo de otra persona y se ha equivocado. No ha vuelto ha aparecer ninguna nota en mi casa, se habrá cansado. Decido desbloquear el teléfono y mandarle un mensaje a Samuel:

Hola Sam, sé que ha pasado mucho tiempo. Siento no haberte contestado, no estaba preparada. No quiero asustarte, pero ha vuelto a aparecer. Cada día creo más que se ha equivocado de persona. Hasta que me asegure de que ya no me sigue. Te quiero Sam, ten cuidado.

Emily nos deja frente a un local con el nombre Golden Shot y se va a intentar aparcar en algún sitio, hoy hay bastante gente y casi todos han venido en coche. Mucha gente de la ciudad viene aquí porque las discotecas suelen estar llenas. El portero nos pone unas etiquetas rosas en las muñecas a Amanda, a Lucy y a mí, somos menores de edad. Ellas dos pueden llegar a ser muy ingeniosas y persuasivas, conseguirán las copas rápido. Pobre camarero que tenga la mala fortuna de atenderlas, desde luego serán su perdición. Además, van muy guapas, seguro que convencen a algún hombre despistado para que les compré algo de alcohol. Camino unos cuantos pasos y cuando me giro ya no están. Lo último que alcanzo a escuchar es a Lucy gritar ALFALFA.

¿Alfalfa? No sé porque lo ha hecho, pero no estoy para juegos. Creo que ya empieza a dolerme la cabeza.

Genial, vengo un día con ellas y ya me abandonan. Además gritando ¿Alfalfa? Debe de ser una palabra en clave de las suyas. Veo a Lucy y lo entiendo, ha visto a un chico de nuestro instituto que le gusta. Alfalfa debe de ser la palabra en clave para ir al ataque. Veo a Emily entrar con una sonrisa. Me dice que ha encontrado sitio para aparcar cerca. Se disculpa porque se tiene que ir con su novia, ha llegado veinte minutos antes que Emily y está molesta. Todos han decidido darse al amor esta noche. Supongo que yo me daré al sentarme en soledad.

Camino hasta la barra esquivando a la gente que no para de darme codazos y empujarme, me dan ganas de dar un par de patadas. Llego a la barra y sonrío al haber conseguido llegar sana y salva. Un chico rubio de ojos marrones me atiende con una sonrisa mientras se limpia las manos con un trapo. Mira mi muñeca y luego me mira con una mueca, aunque está mas pendiente en mirar mis labios mientras se relame los suyos. Supongo que su trabajo le obliga a fijarse en que los consumidores son mayores de dieciocho años.

—Un Ron con Coca-cola por favor—pido amablemente.

-Tu pulsera me dice que no-dice acercándose.

-¿Y no te dirá un gin tonic por casualidad?-pregunto llevando un mechón detrás de la oreja.

Siento, de alguna forma inexplicable, el calor que irradia hacia mí. Creo que le he gustado y se está debatiendo entre si servirme la copa o ser legal.